[ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR]
Trabajar en una morgue nunca fue algo tan terrorífico como lo que Emily está a punto de vivir.
¿Estás lista para entrar a un mundo lleno de tentaciones?
¿Crees que conoces a la gente que te rodea?
¿Crees que te conoces...
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Me quedo unos segundos en silencio tratando de asimilar la situación, no sé en qué momento el rey me ha sacado del edificio, y me ha... ¿Salvado?
— Siento mucho...
— Cállate mortal — me interrumpe con una voz ronca — hablarás en el juicio.
Me quedo en silencio, me encantaría preguntar qué es el juicio, pero no me atrevo.
Todo vuelve a volverse oscuro cuando las alas del rey me envuelven, estoy completamente oculta por su cuerpo, un leve olor a azufre me golpea, es adictivo, mi cuerpo comienza a entumecerse, es como si me estuviera evaporando.
Aprieta mi muslo y costillas con fuerza cuando la corriente de la caída nos golpea, haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo, es la peor persona que he conocido en mi vida, cruel, arrogante, frío... pero aún así tiene algo que me da seguridad.
Un carraspeo hace que vuelva a la realidad, el rey me está mirando, me había quedado completamente anonadada contra su pecho, sumergida en mis pensamientos.
Doy un pequeño salto para bajar de sus brazos, y él comienza a andar hacia el trono, diciendo algo que no logro entender a uno de sus guardias.
Se sienta en el trono, dando pequeños toques con la mano en la piedra de su reposabrazos.
Lleva un anillo bastante grande en su mano derecha, nunca me había fijado en él, me mira, fijamente, y siento que en cualquier momento me podría hacer desaparecer.
Trago saliva, mi garganta está completamente seca, haciendo que esté mínimo gesto duela.
— Yo...
Espero que me interrumpa, pero no lo hace, me mira con total atención.
— Disculpe, mi rey — bajo la cabeza — la ira se apoderó de mí, no...
— Has matado a varios mortales — siento que su voz resuena en todo el salón — y casi mueres, ¿sabes que si mueres ahí arriba no hay solución?
— Sí...
— Te seguí, desde que saliste de la casa de Dominic, sabía que planteabas algo y que romperías otra regla.
Abro los ojos y lo miro con cierto asombro, en ningún momento se mencionó que esto fuese una regla, que no podría atravesar los portales.
— Pensé que podía...
— Deja de pensar tanto mortal — me interrumpe — cada vez que lo haces es para cometer una estupidez.
Escucho pasos a mis espaldas, Zane viene acompañada de un hombre aparentemente mayor, asumo que es Nerus, el padre de Dominic.
Me fijo en las manos de Zane, trae arrastrando consigo dos cadenas, y al final, Patrick y Mad, con una especie de collar a sus cuellos, los lleva como si fuesen perros.
