[ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR]
Trabajar en una morgue nunca fue algo tan terrorífico como lo que Emily está a punto de vivir.
¿Estás lista para entrar a un mundo lleno de tentaciones?
¿Crees que conoces a la gente que te rodea?
¿Crees que te conoces...
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Tan solo escucho mi respiración agitada, la mano de Vronusss me aprieta con tal fuerza que siento un dolor punzante en el brazo, observo a Raxi tendida en el suelo, sin brillo, pálida, levanto la cabeza clavando mi mirada en Zane.
— Emily — Vronuss me llama, con un hilo de voz, sigo su mirada, varios elfos han aparecido a las espaldas de Zane, todos armados, no tardo en cruzar mi mirada con la de Syvad, que me mira con lástima.
Una lástima que ahora mismo no me ayuda en absoluto.
Cierro los ojos dejando que la ira se apodere de mi cuerpo completamente, me duele cada extremidad, siento como mi piel arde, gruño, tratando de contener el dolor que me invade.
Abro los ojos, mirando a Zane, que se ha transformado completamente, unas alas verdes salen de su espalda, y su piel está completamente recubierta por escamas, nos miramos durante unos segundos, no presto atención a los elfos que nos rodean a Vronuss y a mi.
— ¡No! — grito cuando un tirón que no logro parar me empuja hacia el portal, aprieto la mano de Vronuss cuando siento que me caigo.
— ¿Qué pretendías? — gruñe cuando llegamos a Tenebris.
— ¡Mataron a Raxi!
— Y si te llegas a quedar ahí te hubiesen matado a ti y a mí — me empuja para que me ponga delante de él — ojos, cerrar los portales.
— ¿Cerrar? — me giro mirándolo con el ceño fruncido — quiero vengas a mi amiga.
— Y lo harás — agarra mi mano para que comience a andar —, Zane atacará pero tendrá que venir saltando y no por los portales, así perderán algo de fuerza.
Salimos de la sala, y cierra la pequeña puerta, que cae sobre el suelo haciendo que su sonido llene la sala del trono.
— Rey — Rob aparece con la respiración agitada — pensé que no...
— Prepara el ejército — no se para, sigue andando sin dejar de tirar de mi mano —, llama a toda persona capaz de luchar, nos han arrebatado a Raxi.
— Pues vamos a luchar — me paro en seco, sin entender porque no actúa de una vez.
Se gira, sujetando mi cara con ambas manos, su mirada no me dice absolutamente nada, como de costumbre, no bajo la vista.
— Si vamos a entrar en una guerra, al menos que sea después de dormir abrazado a la persona que amo — su voz suena como un susurro que me traspasa, haciendo que mis mejillas se pongan completamente rojas.
Me relajo, dejando caer mi brazo a su lado, y me da un beso suave sobre los labios antes de arrastrarme por las calles.
La gente está nerviosa, varias personas tratan de parar a Vronuss, otros se limitan a estudiarme con la mirada, no los culpo, me he presentado aquí con un vestido del mundo que va a atacarnos.
