Siento cómo mi cuerpo está completamente adolorido por el frío de la celda, mis labios están completamente secos, me duele la cabeza, las piernas...
— Vamos — Jayden se para frente a la celda —, la reina quiere verte.
Trato de levantarme sin ninguna ayuda, apoyando mis manos en la pared, y salgo junto a Jayden, la luz del día me ciega por unos segundos, cierro los ojos tratando de adaptarme a ello.
Huele bien, a flores silvestres, y puedo escuchar algún pájaro cantando.
Pensé que Vronuss vendría a buscarme, pero no fue así, no lo hizo, pensé que tan solo estaría planeando algo, pero llevo completamente sola varios días, luchando por mantenerme despierta.
— Entra sola — dice Jayden.
Atravieso la puerta de la sala del trono, y veo a Zane a lo lejos, sobre su trono de piedra blanca, es precioso, parece que reluce con luz propia.
Ella lleva un vestido largo, elegante, pero dejando ver partes de su cuerpo, lo que lo hacen bastante seductor.
A ambos lados tiene dos hombres, arrodillados como si fuesen perros, con el torso descubierto, y tan solo unos pantalones de cuero, como si fuesen una especie de sumisos.
— Espero que la estancia haya sido de tu agrado delicia.
No respondo, sigo el protocolo, arrodillándome frente al trono.
— Me sorprendiste, pensé que vendrían a buscarte, pero parece que no eres tan importante.
Sus pasos suenan lentos pero fuertes, acercándose a mí de forma decidida.
— Levanta — pasa su mano por mi barbilla, y me levanto, mirándola directamente a los ojos —, estás horrible.
Agradezco que en la celda no haya sido posible ver mi reflejo, no necesito verme para confirmar lo que ya supongo.
— Pido el perdón...
— Ya lo tienes — me interrumpe —, me ha quedado claro que estás completamente sola, llevas exactamente una semana encerrada.
Abro los ojos al escuchar el tiempo que estuve dentro de la celda, un tiempo imposible de calcular, ya que el lugar estaba completamente oscuro.
— Te darán ropa de guerra, y lucharás a mi lado, estoy segura de que la rabia que sientes ahora mismo nos vendrá bien.
Me quedo callada, tan solo necesito su marca para ser realmente fuerte.
— ¿Eso quieres? — me dice con una sonrisa.
Ignoro el hecho de que siempre sepa que está pensando la gente, y asiento, con cierta vergüenza.
— Ya eres fuerte — dice —, una marca no...
— Por favor — insisto.
Suspira, como si no tuviese los ánimos suficientes para discutirme nada, y me hace un gesto con la mano, para que me gire.
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PRESA DEL REY © COMPLETA
Fantasía[ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR] Trabajar en una morgue nunca fue algo tan terrorífico como lo que Emily está a punto de vivir. ¿Estás lista para entrar a un mundo lleno de tentaciones? ¿Crees que conoces a la gente que te rodea? ¿Crees que te conoces...