7-Protectora

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Lo golpeo con todas mis fuerzas haciendo que se aleje de ella, la tomo en mis brazos llevándola a mi habitación, intento hacerle reanimación pero su corazón no tiene sangre para bombear.
Siento un impulso y paso un cuchillo por mi muñeca sangrando mucho, abro su boca haciendo que se beba toda esta, lo suficiente para hacer que viva.

-Vamos Zoe.- pongo mis manos sobre su corazón haciendo presión para hacer que vuelva a latir.

Lo hago una y otra vez hasta que por fin siento que saca la respiración.

Me siento a su lado viendo como de apoco retoma los colores de su rostro, está durmiendo plácidamente.

Si mi clan se entera que le salvé la vida a un humano con mi sangre me van a encerrar hasta que algún día encuentren la forma de matarme.

Me pongo mi pijama y me recuesto a su lado, me acerco a ella para sentir algo de calor en esta noche tormentosa, el contacto de nuestros brazos es placentero, su piel es suave y delicada, cierro mis ojos recordando la última que vez que estuve así. Fue en 1945, me gustaba tanto un soldado alemán que cada vez que estaba en su cama sentía una electricidad, nunca lo llegué amar, sabía que si lo hacía iban a poder matarme, finalmente decidí huir de ese amor tan fugaz y apasionado.

**

Apenas pude cerrar un ojo, no dejo de pensar en el vínculo que me hace querer ser su protectora.
Ella sigue durmiendo con un angelito al cual nunca intentaron matar.

Va a ser demasiado raro que vuelva a aparecer en mi cama, va a sospechar aún más de mí. Hago que se despierte, me mira muy asustada.

-Que hago acá?.- se altera.

-Shhh.- pongo mi dedo en sus labios.- No hagas ruido o mi hermano volverá a terminar lo que empezó.

-No entiendo nada.- se le caen unas lágrimas a darse cuenta que tiene una mordida.

Saco un poco de mi sangre depositandola en la herida.

-Ya desapareció.

-Eres una bruja.- intenta huir de la cama.

Me gano frente a ella con mis colmillos.

-Me insultas llamándome así, acaso no ves lo precioso que son mis colmillos?.

Me mira pálida y se desmaya en mis brazos, aprovecho la situación para sacar algo de su sangre para mi desayuno. Es tan sabrosa que me vuelvo una adicta a ella.

Hago que abra sus ojos, mira hacia todos lados hasta dar con mi mirada.

-Sal de mi vista demonio.- intenta golpearme.

La tomo fuerte de los brazos.

-Vas a olvidar todo lo que pasó justo ahora, llegaste a mi cama porque anoche te enborrachaste con mi hermano y viniste corriendo a mis brazos.

Veo como cambia su actitud hasta que se relaja.

-Yo no suelo beber.- se toma su cabeza.- Anoche debía estar con mi novio, debo darle explicaciones.

-Tu no tienes por qué.- pongo mi mano en su cuello.- Eres demasiado buena para ese imbécil, mereces a alguien que te de todo.- susurro muy serca de sus labios.

Entrecierra sus ojos, suspira poniéndose nerviosa.

-Alguien como quién?.- lame sus labios.

La jalo de la mano poniéndola frente al espejo, me gano detrás de ella.

-Mírate, eres preciosa.- echo a un lado su cabello.- Alguien que te haga sentir una mujer empoderada.- pongo mis manos por sus hombros haciendo caricias en estos.- Alguien que sepa lo que quieres en el momento preciso, que haga todo por ti.- deposito un beso en su cuello.

-Que haces?.- apreta sus manos.

-Nada.- me aparto.- Vamonos a trabajar.

Le presto ropa y se va a la ducha.

Ay por todos los clanes de vampiros, ¿qué hago con ella?, ¿por qué cada vez que tomo de su sangre me dan ganas de tenerla en mis brazos?.
Me distraigo al ver un mensaje de Luciano, el clan Egipto acaba de llegar al pueblo. Se me había olvidado que cada año este clan sacrifica a diez jóvenes vírgenes y nosotros somos los encargados de dárselo, a cambio recibimos varias recompensas.

Sale con mi ropa puesta, vaya que se ve bastante guapa.

-No crees que esta falda es un poco corta?.

-Te queda bien, vamos que se nos hace tarde y tengo mucho trabajo.- hablo con voz fría.

Nos subimos a mi auto y ninguna menciona absolutamente nada en el viaje, veo que en la entrada de la oficina está ese patán de su novio, corre hacia él como una niña pequeña. Los odio.

Me gano en mi escritorio prendiendo mi pc, entra Paloma a la oficina sin ni siquiera tocar la puerta, me lanza al rostro un periódico. Hace que lee al titular, "Extraña criatura mata a cincuenta reos en la cárcel de la montaña".

-Enserio Ariadna?.- se cruza de brazos furiosa.- Cincuenta maldita sea.

-Supongo que tenía demasiada hambre.- sonrío inocente.

-No te bastó con que les sacara la sangre si no que hasta les arrancaste las extremidades, te conozco desde toda la vida, estas últimas crisis van a acabar contigo y con el clan.

-Y como sabes que fui yo?.- encojo mis hombros.

-Tu chaqueta de caserío te delata, vi las cámaras de seguridad y para tu tranquilidad borré todo pero fue tarde, el líder te quiere ver esta noche.

-Mierda, para colmo de males el clan Egipto está acá, debo conseguir cinco chicas y cinco chicos vírgenes.

-De eso me encargo yo, tu encárgate de que el líder no te encierre.

-Gracias, que los jóvenes de este año sean turistas en el pueblo así levantamos menos sospechas, te puedes ir y para la otra toca la puerta.

Rueda sus ojos y se va.

Saco algo de sangre de mi termo, dejo que el sabor de ella corra por todas mis venas, es como tener un orgasmo.
Tocan la puerta, suspiro enojada, quién es el o la imbécil que me va arruinar el placer de saborear esta sangre.

Casi me atraganto al ver que entra Dimitri, el líder del clan acompañado de tres de sus guardias, dos de ellos me sostienen de los brazos impidiendo que me mueva.

-Querida Ariadna Vlachos debes acompañarnos, serás juzgada esta misma noche.- sonríe irónicamente.

Me sacan por la ventana del edificio sin dejar rastro, malditos tenebris.

Me ponen en una celda para vampiros, sólo a mi se me ocurre matar a tanta gente por culpa de ella.

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Cómo que mataste mucha gente no!

🩸PASIÓN DE SANGRE 🧛‍♀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora