🩸PASIÓN DE SANGRE 🧛‍♀️

29-La Guerra Final

Narra Ariadna

Esta noche ha sido de esperar, solo quiere que todo acabe de una vez para ya largarme de aquí y ser feliz con ella o sola, pude ver en sus ojos que aun siente amor por mi.

Estoy sentada en el sofá de la sala con las piernas cruzadas y las manos apretadas. La tensión es palpable en el aire y puedo sentir el corazón de todos aquí latiéndole fuerte en el pecho, entonces llega Paloma indicando de que ya vienen.

La guerra de vampiros ha comenzado.

Nos dividimos en diferentes grupos para atacar, algunos se ganan en la entrada mientras que otros rodean la mansión.

Mando un grupo a buscar a Dimitri, le gusta esconderse para observar desde lo alto lo que ocurre, fui muchas veces la vampira que lo defendió así que conozco sus movimientos.

De pronto las puertas caen y comienza el derrame de sangre, la luna se torna de rojo y el aire helado se filtra por nuestros huesos.

Mis chicos se enfrentan con todo su poder pero los vampiros enemigos no se detienen ante nada y la lucha se vuelve feroz. El sonido de las estacas chocando, los gritos y los gemidos de dolor llenan la noche.

La lucha se vuelve cada vez más feroz a medida que las dos partes chocan una y otra vez. Los sonidos de las estacas entrando contra la piel fría de los vampiros resuenan en el aire, la sala está llena de cenizas de los cuerpo y el olor a muerte es abrumador.
La guerra parece no tener fin y mientras miro a mi alrededor veo a muchos de mis hombres caer, lucho con más fuerzas pero el cansancio y la fatiga se apoderan de mí.

De repente veo a uno de los vampiros enemigos acercarse a mí con una sonrisa maliciosa en su rostro, empuño mi estaca con fuerza y me preparo para defenderme pero antes de que pueda hacer nada, el vampiro se desvanece en el aire, convertido en una nube de cenizas, sonrío al ver que varios de mis aliados han llegado a pelear.

Mato a todo aquel que me ataca, hasta que la veo a ella entremedio de las extremidades que vuelan, corro a por ella pero es más rápida y se detiene en el bosque que está detrás de la mansión.

Todo está oscuro, de pronto me pone contra un árbol acorralandome en este.

-Qué haces?.- intento moverme.

-Acabar lo que empezaste ayer.- me toca de la mandíbula y clava sus labios sobre los míos.

No puedo evitar mi sorpresa, siento una sensación tan placentera, extrañaba mucho estos labios. Me dejo llevar abrazándola contra mi cuerpo, ella besa mi cuello y acaricia mi piel por debajo de la ropa.

-Vamos a un lugar mejor.- me toma de la mano.

-Espera.- me detengo en seco.- Sólo me estás utilizando para que Dimitri mate a los míos.

-Muerete.- me clava una daga de magia negra

Caigo de rodillas intentando contener el dolor.

-Que no ves que solo te está utilizando, matará a vampiros inocentes solo para tener el poder.- intento quitarme la daga.

-Yo solo cumplo ordenes.- se sienta y peina su cabello.- Ahora te tendré recluida hasta que Dimitri me ordene lo contrario.

Me recuesto en el piso dándole la espalda, por suerte Camille me hizo beber una de sus infusiones así que me saco la daga a escondidas.