🩸PASIÓN DE SANGRE 🧛‍♀️

10-Intensidad

Narra Ariadna

Me pongo furiosa al darme cuenta que la sangre de Zoe se me acabó de mi termo, cada vez que la bebo es como una dosis de marihuana, me da un gran subidon.
Salgo en busca de ella hasta darme cuenta que está botada en el piso del estacionamiento, uso mi velocidad vampírica llegando a su lado y tomándola en mis brazos, al parecer tuvo una baja de presión o algo por el estilo, está demasiado fría.
La llevo al hospital, me compro varios cafés para mantener mi sed de sangre.

Llega una patrulla de policía preguntando por Zoe, la enfermera le indica que yo ando con ella.

-Buenas tardes señorita Vlachos.

-Buenas tarde oficial, que se le ofrece por estos lados?.- me cruzo de brazos.

-Es sobre Zoe, ella me mandó un mensaje, dijo que tenía que hablar urgentemente sobre los jóvenes desaparecidos, que usted tenía que ver con todo eso y casualmente se desmaya.

Casi me atragando con el café.

-Perdón?.- me hago la ofendida.- Creo que esto está mal, yo esos días estuve fuera del país, si quiere le muestro mi pasaporte para que lo confirme, además que tendría que ver yo con ellos.

-Quizá vende sus órganos.

Me pongo a reír a carcajadas.

-Por si no sabe yo estoy forrada en billetes así que créame que no necesito hacer nada de eso, lo mejor que puede hacer ahora es marcharse por esa puerta o voy a tener que hablar con el alcalde para que abra una investigación en su contra por sospechas infundadas.

-Oficial vámonos, no sacamos nada con estar acá.- habla otro policía.

-Ya hablaremos señorita Vlachos.- se despide enojado.

Ay Zoe, en que te has metido, entro a la sala en la que está, se ve tan bonita durmiendo, tomo su mano sintiendo su calor nuevamente.

Soy buena y evito sacarle un poco de sangre. Sonrío al ver que se despierta, intenta apartarse pero agarro con fuerza su brazo.

-Tu y yo tenemos que hablar pero no va a ser acá.- la tomo del cuello haciendo que mire mis ojos.- Dirás que te sientes súper bien, que te vas a ir conmigo y olvidaras lo que sea de eso de las personas desaparecidas y los reos.

-Vamanos ya estoy bien.- me da una sonrisa tierna.

Firmo su alta para la salida, todos en el lugar me quedan mirando al ver que doy paso con mucho estilo. Zoe se ríe al escuchar comentarios como, "es la más guapa", "tiene mucho dinero, "es malvada en el trabajo".

Ya estoy acostumbrada a que murmuren cosas así, llevo 349 años escuchando esto mismo, el mes que viene cumplo los 350, cada día más vieja.

**

Tuve que llevar a Zoe con su madre para que viera que su hija se encuentra en perfectas condiciones, casi no soporté ver como su novio la besaba una y otra vez, se me revuelve el estómago.
Quedé en visitarla esta noche, aré que vuelva a recordar lo que supongo oyó esta mañana porque la verdad no le encuentro lógica que se haya enterado de todo esto.

Aprovecho mi tiempo para darme un buen baño de tina, mi cuerpo está demasiado frío, no me gusta ser un alma despiadada cuando ando así.
Necesito volver a sentir la electricidad de mi cuerpo cuando estamos solas, me encanta la forma en la que me mira con su sonrisa tierna, solo quiero que deje de investigar sobre los jóvenes, no entiendo que tiene que ver eso con ella.

No resisto tanto sin su sangre, me pongo de pie, seco mi cuerpo y lo perfumo, me visto completamente de negro.

La veo a través de la ventana, está en su habitación leyendo lo que parece ser un libro, me adentro hasta quedar parada en una esquina, ella ni siquiera se da cuenta de mi presencia.
Hago un estornudo, se asusta al verme.

-Que haces?.- deja el libro de lado parándose de la cama.

-Tenemos que hablar.- me paro en frente de ella.- Recuerda todo lo que pasó hoy.

Mueve su cabeza cerrando sus ojos.

-Asesina.- me da una bofetada furiosa.- Por tu culpa hay gente muerta, te escuché hablando con Paloma.

-Shhhh.- pongo mi dedo en sus labios.- Creo que estás sordita, yo dije eso en el sentido de que están muertos porque les saqué todo el dinero a esos inversionistas jóvenes, los dejé secos, además vacié sus cuentas en el banco y algunos se irán preso por fraude, serán nuevos reos.

-Eres una mentirosa, se que en el fondo eres mala.- pone su mano en mi pecho.- Eres una perra, aquí no tienes corazón.

-Tienes razón, yo no tengo corazón, solo tengo ganas de ti.- la atraigo de la cintura.

-Dejemos estos juegos de lado.

-Entonces apártate de mi.- susurro en su oído.

-Hazlo tú.- pasa la yema de sus dedos por mi clavícula.- Eres tu la intrusa en mi habitación.

-Sácame entonces.- me gano detrás de ella sin soltar su cintura.- O deseas que pase otra cosa.- llevo mis labios a su cuello.

Pone su mano en mi nuca, succiono su cuello con dulzura esperando a que mis colmillos salgan.

-Que pretendes.- habla con voz sensual.

La giro hacia mí.

-Haz justo lo que deseas hacer ahora.- miro sus ojos.

Me abraza contra ella y clava sus labios en los míos, me besa bruscamente quitándome el aliento, esto si que no me lo esperaba, sus manos apretan mi cintura con ganas, pongo mi mano en su cuello mientras nos traspasamos saliva, tengo la piel toda erizada y para que hablar de lo fuerte que late mi corazón.

Nos besamos por minutos sin separarnos, nunca pensé sentirme así de bien, caminamos hacia atrás sin detenernos hasta caer encima de la cama quedando ella sobre mi.

-No sé por qué, pero justo esto deseaba.- me mira a los ojos.

Se quita la blusa que trae puesta, sonrío mordiéndome el labio y entonces quedo yo sobre ella, beso su clavícula con su cuello para intentar que mis colmillos salgan, sin embargo mis instintos me llevan a besar su abdomen, da pequeños suspiros que me vuelven loca, me detengo al observar un tatuaje, es el mismo que tenía aquella chica del sacrificio.

Salgo echo una bala de la habitación, llego hasta las montañas sercanas del pueblo, golpeo con todas mis fuerzas una de las grandes rocas con rabia, como no darme cuenta antes, ella me va a querer matar cuando se entere de que fui yo quien hizo que asesinaran a su mejor amiga.

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Lo mejor es que le siga borrando la memoria mientras pueda¡!