21-Pesadilla

673 46 8
                                    

Me acomodo en su pecho, me siento muy bien durmiendo con ella a mi lado hace que mis días sean bonitos.
Nos la pasamos tan bien que en ningún momento sentí frío, es como si yo fuera una persona humana que no piensa todo el día en maldad.
Fue alocado decirle la verdad pero esta tarde pienso hacer que olvide que soy una vampira, así estará más a salvo.

Se comienza a mover quedando de lado, me giro y me abraza de cucharita, su respiración en mi cuello me vuelve loca y para que hablar de las cosquillas que siento al sentir que su mano da pequeños apretones en mis pechos, cierro mis ojos disfrutando como mis pezones se ponen duros, de pronto sus dedos bajan a mi entrepierna, separa mis labios y hace círculos con la yema de sus dedos sobre mi clítoris.
Jadeo moviéndome un poco, lo hace rápido pero de forma suave, introduce dos dedos y casi me desarmo ahí mismo, que rico es esto.

-Ahg.- me aferro a una almohada.- No pares.- suspiro sintiendo como se aproxima el orgasmo.

Siento que ya voy a llegar pero saca su mano, me giro a verla algo triste.
Sonríe juguetona, besa mi cuello logrando que otra vez me encienda, baja dando muchos besos húmedos hasta que llega justo ahí donde tenía su mano, su lengua es magnífica, lame todos los fluidos que brotan de mi interior.

-Me encanta tu sabor vampirita.- pasa su lengua una y otra vez.- Correte ahora bebé.

Uf esa palabras me enloquecen y libero absolutamente toda la presión de mi cuerpo, sonríe mordiendo su labio mientras acaricia mi cuello.

-Aún estoy alucinando.- respiro profundo.

-Me encanta oír como gimes.- me da un tierno beso.- También adoro ver como te contraes cuando estas por correrte.

-Quiero comerte justo ahora.- quedo sentada encima de ella.- Quiero frotarme contra tu mojada flor.

-O querida hazlo de una vez.- me agarra del trasero.

Lo hago rápido con mi velocidad de vampira, sus ojos casi están blancos, no hacemos más que gemir y gemir, froto nuestros clítoris prácticamente a la velocidad de la luz. Luego de unos minutos siento un hormigueo subir por las plantas de mis pies acaparando toda la tensión en mis piernas hasta que pum, llegamos juntas a una explosión muy mojada.

-Amo los orgasmos mañaneros.- río cayendo en su pecho algo sudada, su corazón aun late fuerte.

-Necesitaba este nivel de excitacion y placer en mi vida, gracias por dármelo de esta forma.- deja un beso en mi frente.

-De los 350 años que tengo, jamas había tenido tan buenos orgasmos como los que me das tu y tu boquita.

Se sienta mirándome con los ojos como platos.

-Encerio tienes esa edad?.

-Si abejita, vengo de la antigua Grecia, por eso tengo tantos objetos viejos en mi casa.

-Joder, con razón esa pintura antigua, eres todo un misterio colmillito.

-Jaja perdona?, como me has dicho?.

-Colmillito.- acaricia mi rostro.- Ven acá.

Me besa intensamente, nuestras lenguas juegan sensualme, acaricio sus muslos.

-Me encantas abejita.- susurro contra su boca.

-Bésame hasta que te canses.- da nalgadas en mi trasero.

Creo que nunca podría cansarme de una chica tan divina, me separo de golpe al oír un auto aproximarse.

-Corre a la habitación y vístete, no salgas hasta que te lo diga.- le ordeno.

Se va enseguida, me encargo de desarmar la cama que teníamos dejando todo como antes, busco algo de ropa y me preparo con unas estacas detrás de la puerta, de seguro son los hombres de Dimitri.
Me están buscando para encerrarme, eso fue lo último que me informaron los chicos pero él no sabe que tengo un as bajo la manga.

🩸PASIÓN DE SANGRE 🧛‍♀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora