Krispy kreme

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Después de pensar a dónde quería ir cuando nos dejaron libres por una zona de la ciudad de Nueva York (Algo que pensaba que era muy irresponsable por parte de una escuela) Decidí ir a Krispy kreme. El local más hermoso que me pude haber imaginado. Tenía una vista a la calle que me permitiría poder dibujar a las personas. Me encantaba la idea.

Me formé en la caja en la cual solo dos personas iban delante de mí y perdí mi orden. -Me podría dar dos donas con relleno de manzana, una de frambuesa Y un café americano bien cargado por favor.- Me sentí orgulloso de mi por que no me dio mucho estrés el pedirlo. "Bien hecho Buck" me dije a mi mismo.

Me dieron mi orden y me fui a sentar en una de las mesitas a lado de la ventana, saqué mi iPad y empecé a ver qué iba a dibujar primero. Empezé con un boleto simple de la caja de donas, de ahí pasé a una silla y por último el suéter de una chica que atendía. Ahora si me iba a poner a dibujar a las personas.

Nueva York parecía una pasarela de moda, cada persona que pasaba parecía personaje de Pixar, parecía que a nadie le importaba las opiniones de los demás y vivían en sus propios universos. A veces me pregunto qué estará ocurriendo en la vida de otras personas.

Empezé a tomar fotos de la manera más discreta a las personas (según yo tomar fotos sin el consentimiento de la otra persona era ilegal) y me puse a ver qué dibujaría primero. Elegí a un chico que llevaba un vestido con los colores de la bandera de la comunidad LGBTQ+, el chico era moreno, alto, tenía botas y guantes blancos, su pelo rapado y un maquillaje fenomenal.

Empezé a dibujar y el mundo frenó por un segundo. No podía creer que la gente afuera de la venta se interesaba en lo que dibujaba, algunos me levantaban el pulgar y otros me decían que me estaba quedando genial. Me sentía importante y me gustaba.

Después de tres donas y dos cafés americanos acabé el dibujo, el tiempo se había pasado volando ya eran las 3:07 todavía me daba tiempo de hacer otro dibujo. Tenía que estar en el punto de reunión a las 7:00 por suerte no estaba lejos.

De nuevo me puse a revisar las fotos y me encontré a una chica con un vestido largo, abierto de la espalda, blanco, y tenía una gollería hermosa. La mujer era muy guapa y me gustó la idea de que él blanco fuera lo que resaltara en el dibujo así que empecé a pintar.

La gente me decía lo mismo que con el otro dibujo, se me acercaban a mirar y me gustaba.

Dieron las 6:28 y ya había acabado mi dibujo y otro café, no sé cómo mi cuerpo soportó toda la cafeína.

Cuando ya me iba a retirar del lugar me topé con la chica que estaba dibujando.

-Hola, una disculpa por molestarte pero te vi pasar hace rato y no pude ignorar tu belleza así que te hizo un dibujo.- Le dije y se lo enseñe. Sus ojos se iluminaron no saben lo bien que me sentía.

-¡Muchísimas gracias!- Dijo y me dio un pequeño abrazo. -¿Me podrías pasar tu insta y la foto?- me pregunto y claramente se lo pase. Se ve que le hice el día.

Regresé al punto de reunión y ahora todos mis compañeros me estaban mirando. En esta situación no me gusto. Me subí al camión y no entendía nada.

Roommate with a broken heart Where stories live. Discover now