Voz

41 5 4
                                    

Yo solo podía ver como Bucky estaba concentrado en el teléfono como si trabajar para el gobierno y le asignarán una misión.

Me quede un buen rato sentado en la orilla de la cama viendo su espalda mientras que hablaba. Ya habían pasado más de veinte minutos y lo peor de todo es que no podía ver las expresiones en su cara. Quería saber si mi pequeño Buck estaba bien.

-Bueno... ¿entonces te veré cuando regrese? Okey. Yo también los quiero.- Eso fue lo último que escuché de la conversación. Dejo el teléfono en la mesa donde estaba dibujando y se sentó.

-Falta el cojín. No se vayan a lastimar tus nalgas.- Pude escuchar como soltó una gran risa mientras que me levantaba para que se sentara sobre mi.

-¿Todo bien?- Le pregunte cuando ya estábamos los dos sentados. Empecé a jugar con su pelo y ver cómo dibujaba.

-No lo se, mi hermano volvió y mi papá está más que feliz.

-¿Y tu?

-... No se, creo que bien. Me lastimo mucho, pero fue mi único amigo y mi papá lo amo demasiado. Creo que cuando el se fue no tuvo de otra más que amarme, yo creo.

-Lo siento.

-No tienes que sentir nada. Lo que yo siento es algo en tus bolsillos que me incomoda.- Dijo mientras se medio acomodaba, yo solté una risita.

-Mi pijama no tiene bolsillos para guardar cosas.- Dije entre risas y pude sentir como se tenso. -Pero está bien.- Bucky suspiro.

-Estoy cansado... me duele el hombro.

-Vamos a dormir si quieres.

-No, no estoy cansado por falta de sueño estoy cansado del rollo de mi papá y mi hermano. Cansado de todos aquí.

-¿Hasta de mi?

-Si, también estoy cansado de ti.

No podía decir que sus palabras no me dolieron. ¿Que no ve que estoy haciendo un esfuerzo? Y el por pendejo me sigue el juego haciéndome un dibujo.

-¿Entonces por que llevas dos horas dibujándome?

-Porque desde que te conocí siempre fuiste el chico más hermoso y guapo. Siempre me gustaste.-

-Yo no soy gay o bisexual, pero me gustas. No se como explicarlo y no se si es posible pero eso es lo que siento.

-Yo describirá nuestra relación cómo usar un óleo pastel. Es como si tú mano fluyera el dibujar, los colores resaltarán más que nada... es hermoso pero muy complicado de usar.

-¿¡Me describirías como un lápiz?!

-¡No es un lápiz! Digo que me gusta estar contigo, puedo ser yo mismo aunque eres alguien complicado.

-¿Yo?

-¿Por que suenas ofendido? Hace unos días me odiabas y ahora me quieres.

-Ahora somos novios, es diferente.- Rápidamente se levantó de mis piernas y me miraba ofendido.

-"Novios"- Dijo en tono burlón. -Ni de broma somos novios. 

-Nos estuvimos besando, nos decíamos "te amo" te ayudé, te traje regalos y ¿no somos nada?- Ahora el ofendido era yo.

-Tal vez somos sólo más que amigos, no novios. Yo no quiero determinar ese término.- Ahora le estaba dando vueltas al cuarto, se veía estresado. Yo no me había movido de donde estaba. -Me trataste como mierda por años, tenías la oportunidad de ayudarme y nunca lo hiciste, y ahora dices que somos novios.

-¿Quiero cambiar okey? Acabas de describir nuestra relación.

-Como amigos. Apenas nos estamos conociendo, no se ni siquiera tú color favorito.

-Es el verde. ¡Ya vez! Así podemos empezar poco a poco.

Ahora estaba más ofendido. Me estaba mirando fijamente a los ojos y podía ver que no mostraba enojo o frustración. Se veía triste, confundido. Por otra parte yo si sabía lo que quería, quería estar con el castaño de ojos azules Bucky Barnes.

-El problema es que en algún momento vas a tener que elegirlos a ellos o a mi.

-No.- Dije soltando una risa. -¿Por que tendría que hacerlo?

-La primera razón sería tu orientación sexual, ellos no te apoyarían de ninguna manera y menos con alguien como yo. ¿Que prefieres?

-¿Quien te crees que eres? No puedo elegir entre el amor y años de amistad.- Me empece a dar cuenta de lo mal que le estaba hablando y como se veía débil, así que decidí bajar el tono de voz. -Sabes que por que no nos dormimos y mañana seguimos la conversación.

-Yo... Yo de verdad quiero que sepas que no tienes por que salir conmigo aunque me ames, podemos ser amigos primero, conocernos y luego vemos que queremos hacer. Se que tu vida es un desastre y la mía también así que mejor hay que ubicarnos... Te lo pido de favor.

No me dejo de otra más que aceptar. Tenía razón y ahora lo que menso quería era lastimarlo. Pero
No podía evitar amarlo.

-¿No me vas a enseñar el dibujo o que?- Dije más calmado al ver cómo se estaba estresando.

El no dijo nada solo se acercó y agarró una pluma negra para firmarlo. Me lo puso en mis manos y lo pude ver a detalle. Que guapo soy y que bien dibuja.

-Esto es increíble.

-... Perdón. Se que si  di a entender que quería algo pero no me siento cómodo, y se que tu tampoco lo vas a estar.

-Lo entiendo perfectamente Buck. Yo no tuve que ser tan encimoso.- Dije entre risas. Pero no podía evitar estar triste.

-Me gustas mucho. Es solo que estoy confundido.

-Si te entiendo, no te voy a presionar.- Dije eso dejando el cuaderno de Buck en la mesa dirigiéndome a la cama para dormir. Ya estaba cansado del día de hoy sin decir que cene demasiado.

-Descansa, gracias por el maravilloso día.- ¡Sus ojos y su sonría me vuelven loco!

-Casi te mato.- Dije un poco preocupado.

-Pero me cuidaste, y eso valió la pena... ¿Soy aceptado en la cama al rato? Hace frío.

-Claro que lo eres, ¿por que al rato?

-Me voy a meter al baño rápido.- Ya no le quise preguntar nada más, solo quería que estuviera bien.

Apague la luz de mi mesita de noche y me quede dormido. Y recuerdo haber soñado con el castaño de ojos azules.

Roommate with a broken heart Where stories live. Discover now