Almohadazo

99 10 2
                                    

-No... Déjame.- Fueron mis primeras palabras del día al sentir un almohadazo que me dio Steve.

-Despierta flojo.- Me contestó sin dejar de pegarme con la almohada.

-No jodas, son como las 9:20.- Le dijo un poco enojado sin salirme de las sábanas y sin abrir los ojos.

-Para ser exatos 9:13 pero tú me despertaré los otros días así que me toca despertarte.- Abrí el ojo para verlo y de verdad parecía que se acababa de despertar. Sus ojos estaban rojos, tenía todo el pelo despeinado pero tenía un gran cuerpo mañanero.

-Si, pero yo te despertaba como 20 minutos antes para que durmieras.-

-Es que mis amigos van a venir a planear el día y necesito que te vayas.- Me dijo con una sonrisa en forma de broma y yo solo quería pegarle en su hermoso rostro.

-No jodas Steven tú vete con ellos, el cuarto es un desastre.-

-No importa, pero necesito que te vayas.-

-No me voy a ir, este es mi cuarto.-

-NUESTRO cuarto.- De verdad que no me quería enojar con el pero tiene que respetar mi espacio. -Barnes, te dije que necesito que te retires.- Ahora si te estás ganado un puñetazo Rogers.

-Y yo ya te dije que NO me voy a ir.- Dije levantándome de la cama para ir por mi ropa para meterme a bañar. El se fue atrás de mi.

-Uy cuanto miedo tengo de Bucky Barnes.- Dijo con un tono de sarcástico. -Deja de ser una perra y salte.-

-¿Por que no te sales tú con ellos?- No puedo creer que mi tercer día en Nueva York lo haya empezado con una pelea con el tonto de Steven Grant Rogers. Seguramente iba a venir su grupito "Los Avengers" por alguna razón estuvo de moda hacer ese tipo de grupos y primero están ellos y luego "Los guardianes de la galaxia" ellos me caían bien pero "Los Avengers" me cagan.

-Por que quedamos de vernos aquí.-

-Pues diles que se cancela y que sea allá.-

-No Barnes. Deja de creerte una diva y salte.-

-¿Y si me los encuentro en el pasillo y les digo que su amigo estuvo llorando toda la noche?- Steve ahora me estaba mirando con cara de que me quería ahorcar. Claramente no se los iba a decir pero ya me traía hasta la madre.  -Si no lo recuerdas ayer te hice un favor, lo menos que puedes hacer es salirte del puto cuarto con tus amigos.-

-Ese fue un golpe muuuy bajo. Y si llegas a decir algo al día siguiente no vas a tener iPad.- Si tengo miedo de que rompa mi iPad la verdad.

-No lo voy a decir por que no soy ese tipo de persona, pero te pido de la manera más amable que te retires del cuarto si van a venir tus amigos.- Me quede mirando lo fijamente cuando termine de sacar mi ropa y tenía unos ojos preciosos. Estábamos tan cerca el uno del otro que podía sentir su respiración y ver cada detalle de su toso desnudo.

-Esta bien...- Dijo y ya sonaba más calmado.

-No te estreses por cosas tan simples, te vas a complicar la vida.- Le dije y me sonrió suavemente.

-Estoy tratando de calmar mis ataques de ira... Y la verdad voy bien aunque no se note.-

-Es más importante que tú veas tú propio esfuerzo a que otras personas lo hagan. Felicidades, se que es algo complicado.- No paraba de sonreírme dulcemente. Se que el no es como los otros chicos pero se deja influir por los populares. Aunque no soy nadie para juzgarlo, yo haría lo mismo si fuera parte del grupo.

Roommate with a broken heart Where stories live. Discover now