Un viejo recuerdo

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La mañana había sido un poco mala pero no voy a mentir con que estaba emocionado. Hoy me voy a juntar con mi mejor y único amigo. T'challa.

Acordamos de vernos en una cafetería cerca de un centro comercial. Los padres de T'challa son millonarios, fundadores de la empresa Wakanda especializada en armas avanzadas. Era tan amable y lindo conmigo, lo quiero demasiado.

-¡BUCKARO!- Gritó al verme entrar a la cafetería y me abrazo con todas sus fuerzas.

-¡T!- No me gusta decirle así pero el se puso el apodo.

El abrazo duro un rato y luego nos sentamos en una mesa cerca de la ventana. El lugar era hermoso y tenerlo a él enfrente de mi hacía que todo fuera más hermoso.

-Antes de empezar a hablar ¡quiero que me enseñes tus dibujos!

¡Claro! No lo mencioné antes pero cuando era chico tenía un crush en T'challa y ahora que sé dibujar rostros fue mi inspiración por un largo tiempo. Puse mi mochila encima de la mesa para sacar mi iPad... pero no estaba ahí.

-No me traje mis dibujos. Según yo me había traído mi iPad.- Seguí buscando como desesperado.

-Esta bien, mándamelos por mensaje. ¿Por que no la trajiste? Pensé que me ibas a dibujar.-

-Tuve una mañana difícil, anoche me acoste con Steve Rogers y- No pude terminar de hablar al ver como T'challa casi si ahoga con su bebida.

-¡TE ACOSTASTE CON STEVE ROGERS!

-No, no... o sea si, pero no. Ayer estaba enfermo del estómago y la cabeza le di unas pastillas y le dije que si necesitaba algo me lo dijera. Como a las tres de la mañana me desperté para buscar mi calcetín y me dijo que tenía frío... y si me podía dormir en la cama con el, yo le dije que si y desperté sobre su pecho.

-Caíste muy bajo con Steve Rogers. Hasta mi escuela se escuchó que Loki tuvo sexo con Wanda, su ex si no me equivoco. Dios, los de tu escuela están locos.

-Ya se... me encantaría cambiarme pero no puedo.- Dije un poco deprimido.

-¿Porque no podrías?- Respire hondo y suspire antes de hablar. Creo que T es de la poca gente que conoce bien mi historia.

-Estoy corto de dinero y en la escuela tengo el setenta por ciento de beca, eso ayuda mucho a mi papá así que no me quejo mucho, solo estoy agradecido de que pueda estudiar.

Hubo un silencio largo hasta que el mesero vino a tomarnos la orden. T'challa pidió una ensalada y yo un panini.

-¿Como están las cosas en tu casa?- Tal vez si me lo hubiera preguntado meses antes no le hubiera contestado y me hubiera enojado con él, pero en este momento necesito a alguien que me escuche.

-Mejor. Mi papá dejó de fumar y tomar, seguimos cortos de dinero como ya te había dicho, mi hermano nos dejó, me volvieron a diagnosticar depresión por lo que tomo pastillas y creo que ya.

-No suena bien.

-Créeme que lo está. ¿Tu cómo estás?

-Bien, mejor que nunca. Nos mudamos a un penthouse gigante y los dos pisos de abajo también le pertenecen a mi papá, ahí tiene toda su maquinaria. Mi hermana está súper feliz, acaba de entrar a primaria y... tengo novio.

-¿¡ENSERIO!?

-Si Ross, estamos juntos desde hace dos años.- Wow desde los trece. -Mis padres me aceptaron como bi y estoy feliz.- Dijo soltando una risa que me lleno de alegría. -Estoy muy feliz.

-Te extraño, te extraño mucho.- Se quedo en silencio. Pensé que él me iba a decir que también me extrañaba...

La comida llegó y deje que T'challa me hablara de lo increíble que era su vida ahora, me sentí bien por ver lo feliz que estaba. Había cambiado eso lo sabía por la forma en la que hablaba, se vestía y por escuchar lo que hacía en la ciudad.

-¡James!

-Mhm.

-Parece que ni te importa lo que te estoy diciendo.- Me dijo un poco enojado llamándole al mesero que nos había atendido.

-Si me importa y me importa mucho, me perdí en mis pensamientos perdón.

-Bueno ya hable mucho. Cuéntame algo tuyo. Algo padre que te pasó últimamente.

-... Me dieron un lugar para un proyecto en industrias Stark.

-¿!Vas a trabajar con el patan de Tony Stark!?

-No, es que me ofrecieron un lugar para un proyecto de arte.

-Y tenía que decir que si verdad.- Me dijo en un tono burlón y yo solo me aguante las lagrimas.

-Pues perdón por ofenderlo príncipe pero si tú estuvieras en mi lugar, apenas teniendo dinero para una casa y comida estarías más que agradecido y feliz de que alguien importante te note.- Mi vista se volvió borrosa cuando mis ojos no aguantaron lágrimas. ¿Por que las cosas no pueden ser como antes?

-Perdón... ¿mucho a cambiado desde la ultima vez que nos vimos no crees? Pensé que habías cambiado y que podríamos hablar de cosas diferentes, no lo mismo de siempre.- Esas palabras me cayeron como rocas a la punta de mi estómago. -Yo invitó la comida.

-Pensé que nos íbamos a quedar hasta tarde.

-Ese era el plan pero mi hermana se va a quedar sola en casa y... yo, y-yo.- No pudo terminar la oración.

-Tú no quieres seguir aquí conmigo.- De nuevo las lágrimas querían salir.

-No Buckaro... es solo que e cambiado y creo que ya dijimos todo. Tú no eres el problema ¿okey?

-Si soy y está bien.- Dije mostrando una sonrisa levantándome de mi lugar para despedirme. -Gracias por aceptar la salida, ya te extrañaba.- El se paró de la silla y me dio otro largo abrazo.

-Recuerda que tienes tu casa en la ciudad y si llegas a necesitar cualquier cosa no dudes en decirme. Eres alguien muy importante para mi.- Me soltó del abrazo y me aleje lentamente.

Salí del café con un dolor que no me gustaba para nada, ese dolor.

-¡Mami!- Dije enfrente de la puerta de su cuarto esperando a que me dejara entrar.

-¿Que pasó mi amor? Ya es muy tarde para que estés despierto.- No se que me pasaba, cuando me vio me cargo y recargue mi cabeza sobre su hombro, su olor de miel y rosas me traía tanta paz. De verdad lo necesitaba.

-¡Me duele el corazón!- Dije sin parar de llorar abrazándola con todas mis fuerzas, esperando a que me recargara de su amor y prendiera mi luz. -¡¿Por que me duele!?- Dije con la voz cortante, apenas y podía hablar.

-Mi Niño hermoso, tal vez alguien lo lastimo.

-¡No me gusta! ¡Ya no quiero!- Nos acostamos en su cama y puso mi cabeza sobre su pecho, me estaba haciendo masaje.

-Mmm que te parece si duermes conmigo y papá, mañana no vas a la escuela y tenemos un día en familia y más en la tarde vamos por tu hermano a la escuela.

-¿E-Eso como m-me va a ay-yudar? Me duele.

-Nuestros corazones se curan cuando reciben amor, y nosotros de verdad te amamos. Queremos que estés bien y que sepas que si tú corazón no se siente bien estando al rededor de alguien no tienes que estar ahí y tienes todo el derecho a pedir ayuda. ¿Los niños de la escuela te molestan?

-Mhm...- Mi mamá se estiró para agarrar unas curitas que tenía en su mesita de noche. Me levanto la playera y con mucho cuidado me puso la curita donde está mi corazón.

-Por ahora te voy a poner eso y te voy a abrazar todaaaaa la noche.- Me dijo esas palabras y me dejo un beso en la frente, me quede dormido en su pecho y poco después llego mi papá.

Roommate with a broken heart Where stories live. Discover now