¿Pesadilla?

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Recuerdo que me tome la pastilla para el dolor de hombro y empecé a soñar. Empecé a recordar algo de hace mucho tiempo.

💤💤💤

Buck ya vente!- Decía el pequeño Steve corriendo por toda la escuela para poder llegar a apartar mesa y poder comer cómodo con James.

Corría sin que le importara nada, las miradas de los demás, las críticas, las risas, no le importaba. El estaba feliz de comer con su nuevo amigo y jugar un rato.

Después de correr lo que para el fue poco y para Bucky fue eterno llego al patio a agarró la mesa más cerca de los juegos.

-¡Corre Buck!- Le gritó Steve al ver que su amigo apenas estaba llegando a la mesa.

-Perdón.- Dijo recuperando aire sentándose y poniendo su lonchera encima de la mesa.

-Hoy voy a ir con mis papás al centro comercial para comprar unos tenis. ¡Y luego vamos a ir a ver si adoptamos a un perrito!- Le comentaba Steve con muchísimo entusiasmo.

-¡Que padre Stevie!- Le decía Buck antes de darle un gran bocado a su sándwich.

Steve empezó a observar la zona en la que estaban por un buen tiempo. Era muy interactivo, así que Bucky pensaba que ya estaba viendo a donde iban a jugar.

-Acércate no seas cobarde wey.- Dijo un niño de secundaria acercándose a ellos con su bola de amigos.

-¡Hola! Que necesitan.- Pregunto Steve con muy buena vibra.

-¿Verdad que están igualitos?- Pregunto uno de los niños jalado a su amigo del brazo para enseñárselos.

Steve se quedó sorprendido.

-¡Son igualitos! ¿Es tu primo?- Ahora le pregunto a Bucky que se encontraba un poco nervioso y apenado por la situación.

-No... ¿quien eres?

-Me llamo Lance Tucker. ¿Y tu?

-Bucky Barnes.

-Un gusto conocerte hermanito.- Le dijo el mayor dándole unas palmadas en la espalda. -Cuando necesites algo me buscas ¿okey? Tu también güerito.

-Chau.- Dijo su otro amigo y toda si bolita de amigos se retiró.

-¡Están igualitos!- Le dijo Steve todavía muy emocionado. Se comió lo que quedaba de su manzana y se levantó de la mesa.

-¿Vamos a jugar con ellos?

-¿Con ellos?- Pregunto Bucky con un tono más nervioso.

-Sip, vente.- Dijo Steve jalando a Bucky, así obligándolo a levantarse de la mesa e ir a donde estaban los demás niños, en los juegos.

-No los conocemos.- Dijo Bucky a la mitad del Camino.

-No importa, así hacemos más amigos. No te vendrían mal más amigos.

Cuando ya llegaron con ellos la mayoría se les quedaron viendo feo, pero a Steve no lo importó. Les mostró una gran sonrisa mostrando los dientes y habló.

-¡Hola! ¿Podemos jugar con ustedes?

-Hola Steve.- Le respondió Lucas -¡Claro que puedes jugar con nosotros!

-Dije podemos.

-A no, el no puede.- Dijo Loki señalando a Bucky causando que el se sintiera mal.

Steve volteo a ver a Bucky, vio sus ojos de un color más gris, algo que era extraño pues siempre tenían un color brillante.

-¿Vas a venir?- Pregunto Lucas un poco harto de esperar su respuesta.

-¿T-te importa si, si voy?- Pregunto Steve con un poco de culpa de dejar a su amigo solo pero el de verdad quería ir a jugar con los demás.

-Mientras tu estes feliz yo también.- Le dijo con una sonrisa un poco triste.

-¡Entonces vente! Tu puedes ser otro pirata.- Le dijo Sam jalándolo del brazo para que fueran a los juegos.

Bucky se regreso de ahí un poco deprimido pero podía ver como Steve estaba muy feliz jugando con todos y eso le daba mucha felicidad de hecho.

Se view mucho más feliz que cuando estaba con Buck y eso a él le dolía. A veces Steve le dolía demasiado.

Saber que el tenia una familia perfecta, buenas calificaciones, facilidad para hacer amigos entre muchas otras cosas. Le tenía envidia y se sentía culpable.

Le tocaba ver a su amigo ser feliz con alguien más que no fuera el. Y no le molestaba.

Roommate with a broken heart Where stories live. Discover now