6. El plan

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Voy por el desayuno antes de estacionarme en su edificio.

Esta vez no voy a perder la oportunidad de desayunar juntos.

Además nos espera un lindo día.

Quiero ver la cara de Milly cuando sepa a donde la voy a llevar.

Toco la bocina del auto.

Ella tarda unos segundos en salir.

Se ve absolutamente tierna sosteniendo su pequeño equipaje para dos días.

Sonríe con las mejillas sonrojadas mientras camina hacia el auto.

Lleva el cabello seco y ropa más abrigada.

Me encanta que haga caso a mis sugerencias.

Bueno, fue más una orden Matt

En realidad lo hago por su bien, no quiero que se enferme.

Ella abre la puerta del auto y se sube a mi lado.

—Hola Matt—saluda con esa voz y ese acento suyo que le sube el buen humor a cualquiera.

—Hola Milly—tomo su equipaje de sus piernas y lo muevo hasta el asiento de atrás.

—¿Cuál es el plan?—me mira con curiosidad.

—El plan por ahora es desayunar—le señaló el de desayuno.

2 Latte vainilla de Starbucks y un par de sándwiches, además compré un par de donas de chocolate.

—¿Compraste el desayuno?—ella parece llena de ternura por mi gesto, yo asiento—Comamos al llegar hipódromo.

Yo asiento y pongo el auto en marcha.

—Después de desayunar ¿cual es el plan?—la miro un segundo de reojo, ella sonríe.

—Ir a clases de equitación para ser los mejores personajes de esta serie—le guiño el ojo y ella niega.

—¿No me darás ni una pista de a donde vamos después?.

Yo niego con a cabeza.

—Lo mejor de esta vida es ser sorprendido con algo lindo, así que dejarte sorprender.

—Bueno.

Estacionamos en el hipódromo y comenzamos a desayunar.

—Adoro el chocolate—dice mientras se come la dona.

Nunca la había visto tan feliz.

—Si no lo dices nunca lo hubiera notado—Bromeo.

Le extiendo una servilleta.

Y ella se limpia con una sonrisa.

El carro de Charles el de los aristogatos se estaciona a nuestro lado.

Así que es hora de ir a montar caballos y lastimarnos la espalda.

...

Milly se baja del caballo como una experta.

Esta cubierta por una fina capa de sudor y su camiseta se le pega al cuerpo ligeramente.

Benditos sean mis ojos

Recoge sus cosas, entre ellos el hoodie que tenía puesto antes, su botella de agua y su teléfono.

Yo no traje mucho así que solo tomo mi botella de agua y las llaves del auto.

—Vamos Milly, se hace tarde—le informo en voz alta.

Ella se acerca a mi con esos ojos curiosos y esa sonrisa difícil de ignorar.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora