57. Autoinvitados

318 30 22
                                    

Milly esta acostada frente a mi.

Tiene la carita contorsionada de dolor, aunque no me dice nada, puedo ver el dolor en su rostro, en su mirada.

Y la entiendo, los ultimos dias han sido extraños, y agotadores, pues Milly siguio con malestar, y vomitando.

Los días pasaron y el doctor decidió que lo mejor era hacer un legrado, tambien asi podría dejar el útero limpio para cuando quiseramos tener un bebé.

Esta mañana se llevo a cabo el procedimiento y hace poco llegamos a casa.

Acaricio el cabello rubio de Milly mientras pienso formas de ayudarla, es que me preocupa, haría lo que fuera por aliviar su dolor.

—¿Y  si vamos al médico?—es lo único que se me ocurre.

—Acabamos de estar allá—pone su mano en mi mejilla tranquilizándome, cuando debería ser al revés—Tranquilo mi amor, el doctor dijo que dolería un poco, y no es tan grave, puedo soportarlo.

—Sé que eres fuerte, pero yo no quiero verte así, sé que te duele y no soporto verte adolorida y no poder hacer nada para aliviarte.

Me hace sentir impotente, necesito hacer algo para que se sienta mejor.

—Estoy bien amor—sonríe a medias—Además, no me duele más de lo que te dolió a ti cuando el doctor te dijo que nada de sexo por mínimo una semana—se burla.

Dios no quiero ni pensarlo.

—Ni me lo recuerdes... Estoy tratando de no pensar en eso—hago puchero tratando de hacerla reir.

—Mi pobre hombre—extiende su brazos para rodearme, y yo le facilito acercándome mas a ella, dejando nuestras caras a centímetros.

Pongo mi brazo alrededor de su cintura y la estrecho contra mi.

La verdad es que ha dolido, pero me duele mas ver a Milly así, por eso es que voy a seguir las instrucciones del doctor al pie de la letra, no voy a poner en riesgo la salud de Milly.

—Igual no me importa—la miro a los ojos—Esperaré lo que sea necesario, yo te metí en esta situación, además solo quiero que tu estés bien, eso es lo único que me importa.

Los ojos de Milly brillan.

—Pero amor, aun puedo darte placer con mis manos o mi boca—sonríe.

—No—acaricio su mejilla hasta su labio inferior con mi dedo pulgar—Lo único que quiero que hagas por mi, es que sigas las indicaciones del médico y te recuperes bien  ¿Okey?.

Miro esos labios rosados y sin poder evitarlo le doy un beso.

—Si mi amor, eso haré—responde luego del beso, acurrucandose en mi pecho donde no tarda en dormirse.

Acaricio su cabello con suavidad y me quedo a su lado cuidando sus sueños, a su lado en caso de que me necesite, y la verdad no hay otro lugar donde quiera estar mas que aquí.

Milly duerme pacíficamente y después de un rato, con tanto cansancio acumulado me duermo yo también.

...

Estoy preparando la cena, Milly habla con su mamá por videollamada.

Pongo todos los ingredientes en el procesador para la salsa.

—Te extraño mamá—veo de reojo a Milly limpiarse una lágrima.

Han sido días duros, e imagino lo mucho que debe extrañar a su mamá y lo difícil que ha sido contarle todo lo que esta pasando.

La casa del Dragon (MATT POV)Where stories live. Discover now