La casa del Dragon (MATT POV)

8. El vestido.

Estoy sentado afuera del probador.

Milly se ha llevado 3 vestidos adentro del probador y yo espero pacientemente a que salga para decidir cual de los 3 llevaremos.

Hemos venido por un vestido para ir a bailar porque Milly solo empaco lo necesario.

Y lo agradezco porque así tengo la oportunidad de verla modelar ropa para mi.

Milly sale del probador con un vestido gris bastante holgado y simple.

No voy a mentir, le queda hermoso pero esperaba algo más.

—¿Qué piensas?—pregunta de pie frente a mi, descalza y con las manos a la cintura.

—Te queda bien ¿Tu que piensas?

Ella parece pensar su respuesta.

—No me gusta tanto.

—Usa lo que sea que te guste y te haga sentir bien, porque hermosa ya estas siempre.

Milly me mira con poco de pena.

No debí haberlo dicho en voz alta.

—Gracias Matt—se devuelve al probador.

Espero unos pocos minutos y ella vuelve a aparecer en mi campo visual con un vestido verde aceituna, es bastante corto, y deja uno de sus hombros al descubierto.

—¿Qué tal?—se da la vuelta para darme un ángulo 360°.

Wow.

—He comprobado mi teoría de que nada te queda mal—ella sonríe.

—Voy a probarme el último, porque estos dos no me convencen ¿okay?—yo asiento.

Espero unos minutos pero Milly no aparece.

—Es un poco transparente—habla desde dentro del probador.

¡QUIERO VER!.

—¿Esta muy mal? ¿No me dejaras ver?—pregunto sin verla, con la esperanza de que salga a darme un vistazo.

—Bueno, a mi me gusta mucho, solo que hoy no he traído sujetador y se me ve todo—abre la puerta—Pero estoy segura de que no serán los primero pechos que veas—escucho su risa antes de verla salir del probador.

《Dios mio》

No puedo dejar de mirarla ni un segundo cuando aparece frente a mi con ese jodido vestido.

Un vestido negro, corto, con mangas largas, la parte de arriba es bastante transparente y deja nada a la imaginación de sus tetas.

《Señor, ten piedad》

Sus pechos están apretados contra la tela y sus pezones duros se marcan en la tela haciéndome tener mucho más que malos pensamientos.

No son las primeras tetas que veo, es cierto, pero si son las primeras que veo en persona y no puedo tener.

《¿O si?》.

Nada de falsas esperanzas.

—¿No me vas a dar tu opinión?—Milly me saca de mis pensamientos de encerrarme con ella en el probador y mostrarle lo que podría hacer con esas tetas—Creo que es hermoso, y con un sujetador debajo se vería muy bien—sigue al no ver señales de vida de mi parte.

—Me encanta, creo que naciste para ese vestido.

《¿Te encanta? ¡Te encantaría quitárselo!》.

Si soy, no me escondo.

—¿De verdad?... ¿No crees que estoy mostrando mucho?—se pone las manos sobre los pechos casi apretandose.