Harry Potter y la Congregación de los Áspides

Capítulo 5

Cerca de Pinegrew Manor

.

Nott senior detuvo a su hermana agarrándola del brazo y la arrastró a un lado. Llevaba una capa como las demás, pero naturalmente había elegido una confeccionada con una seda suave. Normalmente, Nott habría puesto los ojos en blanco por esto, pero simplemente estaba demasiado preocupado por ella como para preocuparse por este tipo de tonterías. Ophelia era una dama, nunca había sido otra cosa y nunca cambiaría.

Smith todavía estaba reuniendo a sus matones y haciendo los últimos planes para el ataque inminente. "Por favor, ten mucho cuidado", susurró Nott al oído de Ophelia. "Quédate atrás y huye si sale mal. No seas valiente, no te lastimes".

"Es un poco tarde para preocuparte, querido hermano", lo miró fijamente. Sí, ella era su hermana. Sí, ella lo amaba y era su deber ayudarlo en este lío, pero eso no significaba que a ella le tenía que gustar esto. Roxanne había sido su amiga, no una amiga cercana, pero aún así una amiga. Ophelia no tenía ningún motivo para estar aquí y atacar a su familia, ningún motivo aparte de la vida de su hermano.

"Lo sé," Nott tragó saliva. "Lamento mucho este lío. Si pudiera..."

"Lo sé", suspiró Ophelia. Ella lo golpeó levemente: "Me lo debes. Espero al menos un viaje de fin de semana a Venecia como compensación". Su intento de aligerar el estado de ánimo fracasó horriblemente.

"Sí", asintió Nott, antes de abrazarla.

.

Unos minutos más tarde estaban listos para atacar. El conocimiento de Cyrus sobre las protecciones había sido suficiente para entrar en los terrenos. Le había mostrado los planos de la casa, le había contado la supuesta ubicación de la familia y el número de guardias. Smith estaba disgustado por esta falta de lealtad a su familia, pero aligeró notablemente la tarea.

Smith miró a su alrededor. Más de una docena de matones que había contratado, en su mayoría simples músculos de alquiler, pero algunos de ellos realmente capaces. Uno incluso era un antiguo rompedor de maldiciones de Gringotts, elegido a dedo para acabar con las protecciones. Los matones no sabían ni se preocupaban por el objetivo del ataque, solo que tenían que protegerlo y desactivar cualquier resistencia. Cranton y Brady liderarían dos de los equipos. Sus hijos, Slytherins como Nott junior, habían apoyado al estúpido niño el invierno pasado cuando atacó a Daphne Greengrass en su sala común. Tuvieron que dejar Hogwarts después y ahora continuaron su educación en Durmstrang. Los padres tenían motivos para estar aquí y eran algo dignos de confianza, a diferencia del último miembro de su equipo de ataque: Ophelia Nott. El Señor Oscuro había ordenado su participación, pero más o menos la ignoraría. Sólo quédate fuera de mi camino, ella gruñó en silencio.

Bajo hechizos de desilusión se apresuraron hacia la mansión. Un solo guardia estaba haciendo sus rondas. No tuvo oportunidad de reaccionar antes de que cuatro hechizos aturdidores lo derribaran. Quizás despertaría más tarde, atado e indefenso, pero al menos vivo. Smith no pretendía un baño de sangre; solo estaba aquí para matar a la sangre sucia y causar un poco de caos.

Con la mano izquierda le hizo un gesto a Cranton para que tomara a tres de los matones y se apresurara hacia la sala del centinela. Todavía no estaba dispuesto a usar su mano artificial derecha demasiado, demasiado abiertamente. Era un recordatorio constante de su peor hora. La mayoría de los guardias ya estarían en Longbottom Manor; solo dos más quedaron aquí, según Cyrus. El rompedor de maldiciones y un segundo hombre corrieron hacia la puerta y en cuestión de segundos entraron al salón principal. La arquitectura abierta e imbuida de luz era agradable a la vista, pero ciertamente inapropiada para una defensa. Una pila de platos se estrelló contra el suelo, un joven elfo doméstico miró a los intrusos con los ojos muy abiertos. Antes de que tuviera la oportunidad de reaccionar, dos de los matones le lanzaron hechizos. El primero, un aturdidor, falló al elfo doméstico por solo unos centímetros, pero el segundo fue más serio y preciso. maldiciendo,