Harry Potter y la Congregación de los Áspides

Capítulo 7

En algún lugar

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"¿Por qué no está Lucy?" El hombre corpulento se quejó. "¿Está por encima de esto, el viejo farsante?"

"Cállate, Macnair", gruñó Yaxley. El líder del grupo de mortífagos ya estaba nervioso incluso sin las constantes molestias de Macnair. El ataque a Pinegrew Manor había sido un desastre y esta carrera era demasiado importante para fracasar. El Señor Oscuro no estaría feliz si regresara sin los Mortífagos capturados; especialmente Bellatrix. Si nada más tenía éxito esta noche: ¡simplemente tenía que ser libre!

Yaxley jugaba nerviosamente con su varita y esperaba a que llegara el resto de su equipo. No estaba interesado en tener a los Carrow a bordo. Eran excelentes guerreros, pero demasiado locos para ser dignos de confianza, casi tan locos como Bella.

Yaxley sabía que si bien el Señor Oscuro quería que los demás también fueran libres, toda esta empresa tenía una sola razón: Bella, la mano izquierda del Señor, su daga en el corazón de la luz. Lucius Malfoy era importante por su dinero, sus conexiones y su agudo intelecto. Bella, por otro lado, siempre había sido el puño, la bruja más poderosa del lado del Señor Oscuro, más fuerte incluso que Yaxley o Dolohov.

En cierto modo, Macnair tenía razón: Lucius estaba por encima de este tipo de trabajo. Estaría en el Longbottom/Potter-Ball, obteniendo la mejor coartada posible y estando lejos del menor de los riesgos. La ira estalló en los ojos de Yaxley. Odiaba la idea de que los demás fueran más importantes para el Señor Oscuro, más altos en su gracia. Esta noche daría el primer paso para remediar este error. El rescate tendría éxito sin fallas. Después de esta noche solo le quedaba esperar a que Lucius cometiera un grave error. Él estaría allí en ese momento y lo disfrutaría.

"Ellos estan aqui."

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Longbottom Manor – 30 de julio – Temprano en la noche

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Un destello de luz anunció un nuevo grupo de invitados. Harry sonrió al recordar brevemente la cara de Colin cuando le pidió que fuera el 'fotógrafo oficial del baile'. El joven Gryffindor había pasado las últimas semanas con un viejo amigo de los Lovegood, aprendiendo cómo hacer un mejor uso de la luz y la sombra y cómo capturar la atmósfera de una escena en sus fotos. Harry sabía que no tenía una idea real de la fotografía, pero le gustaba el trabajo de Colin y tenía la sensación de que había mejorado este año.

"¿Qué estás pensando?" Daphne le dio un codazo cuando una suave risa escapó de sus labios.

"Solo recuerdo la instantánea de Colin del juicio con Snape mirando a Pettigrew como un insecto especialmente feo", respondió Harry con una sonrisa maliciosa. "Nunca vi una foto más Snape. Me recordó mucho a mi primer encuentro con el profesor Snape hace cuatro años".

"Veo que tenemos el honor de tener a nuestra nueva celebridad entre nosotros", citó Daphne con una impresionante interpretación de la voz arrastrada de Snape. "Recuerdo bien que no me gustabas en ese entonces. Mocoso malcriado , pensé".

"Mocoso malcriado", sonrió Harry, abrazando a su novia, sus manos demasiado cerca de su trasero para el gusto de Augusta con todos esos invitados alrededor. "¿Y cambiaste de opinión desde entonces?"

"Solo marginalmente", resopló Daphne. "Todavía estás mimado".

"Solo porque me mimas todo el tiempo", sonrió Harry, con los ojos brillantes.

"Compórtense, niños", los regañó Hermione burlonamente, poniendo los ojos en blanco: "Y las manos por encima del cinturón, señor Potter".

"Sí, sí, señora", saludó Harry, pero Daphne comentó con una mirada hacia Neville: "Use más de su energía para mantener a raya a su propio novio. Ha estado comiéndose con los ojos su trasero todo el tiempo".