Harry Potter y la Congregación de los Áspides

Capítulo 28

Summer Manor of Higgs family – 17 de diciembre continuación

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"Terence", gritó Francine mientras veía a su hijo estrellarse contra el suelo con una fuerza increíble. Acababan de sentarse a tomar un poco de té juntos y ahora él estaba tirado en el suelo sin elegancia.

"Maldición."

"Lenguaje, Terence".

Ignorando el regaño de su madre, Terence pateó su silla. Es la maldita silla. En realidad, la pierna trasera izquierda se había roto, siendo la razón de su movimiento no planificado.

"Es solo porque no puedes quedarte quieto como debería hacerlo un joven caballero. Siempre tambaleándote", suspiró Francine. Lentamente, la tarde estaba irritando sus nervios. Su desagradecido hijo no solo había sido su habitual lloriqueo. Aparentemente, hoy era el día de 'levantarse del lado equivocado de la cama'. Desde su llegada hacía dos horas, Terence había tropezado no menos de tres veces con el borde de una alfombra o cosas similares, volcado un jarrón de alabastro -por suerte un regalo no deseado de su tía- y la bandeja con la sopa se le había caído. El resultado fue una serie de moretones (no se le permitió curarlos mágicamente) y una gran mancha en el suelo. Tuvo que preguntarle a su hermana cómo quitarlo a la manera muggle.

Terence empezó a hacer pucheros, recordándole a su madre a un niño de seis años. Realmente no tenía paciencia para esto. "Tal vez deberías tomar una siesta, Terence". Si se comportaba como un niño pequeño, tal vez ella debería tratarlo como tal.

"¿Y mi postre?" No, su mal humor no era adorable en lo más mínimo. A veces deseaba que él se hubiera quedado en Azkaban un poco más y se odiaba a sí misma por el pensamiento poco maternal.

"Tendrás tu postre".

Con muchas quejas se fue, su madre puso los ojos en blanco.

No era el único par de ojos posados ​​en él. "Sí, obtendrás tu postre", se rió Paddoc en silencio "completo con salsa de fresa". Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro arrugado mientras reflexionaba sobre la alergia a las fresas del niño. "Y mañana", reflexionó, "tal vez sea el momento de una pequeña caída de escaleras".

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Hogwarts – Great Hall – 18 de diciembre – Lunes por la mañana

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Fue un grupo inusual, quizás incluso controvertido, el que se reunió en la mesa de Slytherin esta mañana. El foco fue el sexteto habitual de las hermanas Pinegrew, Draco, Pansy, Millie y Greg. Sin embargo, agregue a Harry, Hermione y Neville, agregue a Luna, Susan, Hannah y Padma a la mezcla y listo: cada par de ojos los estaba mirando.

Dos temas estaban dando vueltas en el Gran Comedor, ocupando a todos. El primero son las repercusiones de la 'batalla de palos de escoba', como llamaron los estudiantes a la pelea hace dos días. Solo unos pocos sabían exactamente qué y cómo sucedió, pero todos tenían una opinión sobre el incidente, los que tenían menos conocimiento eran los más abiertos. El participante más (in) famoso de la pelea fue sin duda Draco. Algunos lo llamaron traidor, otros confundidos y solo unos pocos creían en un cambio de personalidad. Al principio, la mayoría de los Slytherin lo miraban con enfado, lo insultaban o al menos mantenían la distancia. Esto solo había cambiado, al menos con la mayoría, después de que la reacción de su Jefe de Casa se hizo clara, muy visible y especialmente audible.

Severus Snape había sido aterrador en su rabia. A ninguno de los Slytherin se le permitió contarle a nadie lo que había sucedido, pero todos sabían lo que hizo. Montague y sus tres compinches tuvieron la reprimenda de su vida en medio de la sala común de Slytherin. Severus Snape no dejó ninguna duda de que estaba descontento con el ataque, descontento con el uso de maldiciones cortantes. 'Inaceptable' fue la palabra más agradable en su tormenta de diez minutos. Los cuatro niños tuvieron que dejar la escuela una semana antes de tiempo. Tendrían dos semanas de detención después de su regreso y perderían el derecho a portar sus varitas durante tres meses; la sentencia se redujo a la mitad en el caso de Crabbe porque al menos se había mostrado reacio a usar hechizos serios, pero se duplicó con respecto a Montague como su líder