Harry Potter y la Congregación de los Áspides

Capítulo 18

Mala sangre en la casa Gryffindor

(23 al 28 de septiembre de 1995)

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Hogwarts – Family Room – 23 de septiembre – Sábado por la tarde

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Charlie

En principio, era agradable estar aquí de nuevo , reflexionó Charlie. Siempre le había gustado Hogwarts, le gustaba aprender, hacer travesuras y pasar tiempo con sus amigos. Y estaba el vuelo, naturalmente, el vuelo y el Quidditch. Su amor por el Quidditch nunca había podido compararse con su adoración por los dragones, pero aun así siempre había estado ahí, un vínculo con su adorada Jefa de Casa, la Profesora McGonagall. Después de sus EXTASIS se había ido a Rumania y permaneció allí la mayor parte de los últimos años. Solo que ahora estaba pensando en un cambio en su futuro. El motivo era muy simple y tenía un nombre y un rostro: Fleur Delacour.

La hermosa francesa Veela había entrado en su vida y tomado su corazón con calma. Su sonrisa, su voz lo dejaron indefenso. La conocía desde hacía solo un año, pero Charlie Weasley estaba seguro: ella era la única. Por eso le dolía más cómo había reaccionado su madre hasta ahora. Molly Weasley hizo pedazos a Fleur en cada oportunidad, insultando cada falla existente e imaginaria, así como algunos rasgos que eran estúpidos para molestar, como que ella fuera francesa y una Veela.

Tenía el apoyo de Ron y Percy en eso y aunque la opinión de sus hermanos no era tan importante para Charlie, seguía siendo un hombre de familia como todos los Weasley. Al menos los gemelos y Ginny habían cambiado lentamente sus puntos de vista y ahora lo aceptaban. Charlie sonrió, recordando que habían sido Harry y sus chicas quienes los convencieron de que le dieran una oportunidad a Fleur. Solo Bill y su padre lo habían apoyado desde el principio, su padre demasiado feliz con los deseos de su hijo de establecerse, tal vez incluso de regresar a Gran Bretaña, para ser exigente con la naturaleza de la novia.

Penelope Clearwater, quien había sido su guía hoy, abrió la puerta de la pequeña y acogedora sala familiar y lo dejó entrar. "Por favor, espera aquí, Charlie".

Charlie asintió, agradeciéndole con una sonrisa. La conocía desde hacía años, esperando todo el tiempo que encontrara su felicidad. En su mente, la estupidez más grande de Percy había sido dejarla marchar, cancelar su relación solo porque la familia de Penélope no era lo suficientemente importante, carecía de las conexiones políticas para impulsar su carrera en el Ministerio. Percy a veces era un verdadero imbécil. Penélope ciertamente se merecía algo mejor que eso.

"Y Charlie", agregó antes de irse, "no los lastimes demasiado".

"Lo intentaré", respondió Charlie, "pero no puedo prometer nada".

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Ron

Ron era un niño feliz. Entonces, ¿qué es lo que Niles Chentz y Cedric Diggory lo miraban todo el tiempo? Eran estúpidos 'Puffs, nada digno de preocuparse. El único 'Puff que estaba dispuesto a soportar era Oliver Rivers, e incluso él solo lo toleró porque su madre se lo rogó y porque Rivers era el 'Puff Prefecto' de quinto año. A Ron le gustaba tener prefectos a su alrededor. Percy, a pesar de sus mejores intentos, no había logrado hasta ahora otorgarle más derechos. Sin embargo, con un movimiento de su mano siempre había un prefecto dispuesto a seguir los deseos de Ron y repartir puntos y ordenar a los estudiantes más pequeños.

La razón de las miradas furiosas había sido su comportamiento en esas estúpidas lecciones muggles. Caren Chentz fue sin duda un regalo para los ojos. Lástima que tenía que ser muggle y desperdiciar su tiempo con A-dro-fa-siqus o lo que sea. Las mujeres no deberían cargar sus cerebros con demasiado conocimiento. Granger era prueba del resultado. Solo había estado allí para comerse con los ojos a la joven y causar un poco de travesura. Tal vez debería haber sido más silencioso en sus comentarios sobre el bombón. Ron sonrió. Potter tuvo que contener a Niles para evitar que saltara sobre Ron en medio de la lección.