Capítulo 6

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Donovan

Seres creados para gobernar no pueden ser derribados. Pueden tener tropiezos, golpes y heridas mortales, pero deben resignarse a que la mentalidad de estos están puestos en la cima.

__ Te quedó muy grande el título que te di. - establezco mirando la mujer que yace encadenada, con la cabeza caída en lo que reviso el móvil que cargaba. - Un poco obsoleto tu sistema de vigilancia. Pero que se puede esperar de alguien que olvidó que no se puede tomar por sorpresa a quien te enseñó algunos trucos.

Lo lanzo al suelo dando con el pie para deshacer el aparato que queda vuelto trizas.

__ Te creí más lista. Bueno, supongo que eso de poner expectativas en una persona es decepcionante. - empieza a despertar, mueve su cabeza tratando de orientarse. - Hola, mi amor. ¿Me extrañaste?

__ Donovan. - su voz sale en un hilo. Empieza a toser, pasa saliva y clava sus ojos en mí buscando otra explicación a lo que ve. - Grace dijo que te irías.

__ Me saliste buena actriz, muy astuta. De no ser porque te conozco hasta diría que sientes temor - cruzo los brazos sobre el pecho subiendo las comisuras al observar su desconcierto. - Una vida llena de gozos a base de mi caída. Espero la hayas disfrutado.

__ Como no tienes idea. - me encara importandole poco el estar a mi merced - ¿Quieres un informe detallado o uno rápido?

Zarandea las cadenas. Baja su mano lo más que puede para luego mirarme.

__ Necesito picarme la nariz. ¿Me prestas tu dedo? - tal como la recordaba.

Alcanzo el metal que está ardiendo en las brasas, se estremece al ver las iniciales que este tiene. Lo volteo sin dejar de ver el fuego que suelta chispas, las cuales se esparcen por el aire.

__ Me quedaré con el informe corto. - intenta hablar y pongo un dedo en mis labios dando a entender que no es de ella lo que busco. - Lo tengo, dulzura... O prefieres ¿Wifey? Dudo que eso se te haya olvidado

__ Como olvidar lo que me condenó. - murmura en voz baja, pero alcanzo a escuchar sorprendiendola.

Su cara se descompone, mira su dedo buscando lo que cargaba, desesperada por no perderlo. Es una alianza que debe conservar y perderlo o quitarlo de su dedo es como poner en duda su lealtad. Lo agarro entre mis dedos detallando la inscripción propietaria que tiene.

__ ¿Qué fue lo último que dije ese día, Valkirya? - cuestiono - Repítelo. Grabalo.

__ No te atrevas. - sacude las cadenas causando el ruido de metales rozando entre sí. - Donovan, esto no es un juego.

__ Lo es para tí. Sabes que eso no es válido y sigues jugando a la poligamia. - suelto antes de lanzar el anillo al fuego, su grito no se hace esperar. Son joyas únicas que no podrá hallar en otro lado más que quien se lo dió. Y su orgullo no le permite decir que fue su... No lo va a aceptar.

__ Donovan. No seas tan cabron. - está enfadada - Suéltame. No me vas a matar, lo hubieras hecho ya.

__ Tienes razón. Es que en la lista no estás en segundo lugar como crees, eres de los últimos y sabes que no me gusta cambiar un itinerario. - saco el hierro del fuego para ver las iniciales rojas. Arrastran un bulto que lanzan a mis pies, la escoria se pone de rodillas facilitando mi trabajo, reacciona sacudiendo su cabeza para que sean sus gritos los que llenan el lugar.

Mis iniciales solo serán el primer mensaje de mi regreso, no les costará deducir que fui quién atacó el lugar hace dos noches y siempre seré quién esté dos pasos adelante.

Se retuerce en el suelo, la marca queda hecha y se baña en sudor cuando lanzo el hierro en la pila con agua.

__ Suéltame. - pide Sofía ganando que el tipo la vea. - ¡Qué me sueltes! Si no vas a matarme, suéltame que tengo que regresar...

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