Capítulo 9

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Donovan.

Mi dedo se encoge soltando la tanda de disparos que se ciernen sobre la camioneta que es levantada por el lanzacohetes que alguien activa. La bola de fuego detiene su huida impidiendo que el resto también lo haga.

Se les cierra el paso, salto de la camioneta cambiando el cartucho para derribar cuando ellos buscan la forma de salir del auto que sigue en llamas. Sus pies les queda inservibles a medida que me acerco. Una bala me zumba en el oído y ni me inmuto lanzando el rifle a uno de mis hombres para tomar la Beretta que uso para soltar el proyectil que lo deja tendido en el asfalto.

Saca un cuchillo, el mismo que es usado para clavar su mano cuando mi pie lo inmoviliza.

__ No sabemos nada. - lloriquea con su asqueroso miedo.

__ Ni siquiera he preguntado lo que quiero saber. - lo encañono en los genitales. - Ahora, valoro la colaboración y espero que no se me niegue cuando haga la pregunta.

Pasa saliva. Aprieta los dientes y tiembla.

__ ¿Quien les entregó mis rutas les dijo que un día volvería por ellas? - suelto la bala que le atraviesa los cojones. Su grito llega a mis oídos con fuerza, molesta y débil. - Nadie toca lo mío. Lo sabías y aún así tomaste parte de mis pertenencias cuando me fui.

__ No sabía nada. - chilla. Quiere voltearse en lo que solo presiono causando que ruegue por morir. - Dragón, ten piedad.

__ La piedad es algo tan fantasioso. Y para fantasías están otros, no yo. - el hueso de sus piernas es roto por los balazos que le propino. El puente está en llamas por los autos que detuvimos y quienes corren prefieren luchar por sus vidas que fijarse en quienes mueren.

Guardo el arma, tomando una de sus inservibles piernas para arrastrar al jefe del clan Grand hasta el borde. Le arranco el cuchillo que tenía en el brazo para clavarlo en su pecho. La sangre baña mis manos en lo que la vida se va de sus ojos al girar la empuñadura.

__ Por la sangre se destruyó la pirámide, por la sangre la vuelvo a levantar y atrás se quedan quienes la tiraron - antes que pueda morir del todo lo lanzo hacia abajo quedandome con el puñal en la mano. Puedo ver como su cuerpo en cuestión de segundos es rodeado por el líquido carmesí que desborda.

El infeliz fue uno de lo que disfrutaron con mi caída. Solo a ellos se les ocurre creer que me quedaría de brazos cruzados viendo cómo lo mío era liderado por otros.

Tanto mi padre como Braulio fueron traicionados esa noche, ellos quedaron fuera mientras el plan de Ronald salía a la perfección. Sin heredero por parte de Chris Hunt, nadie reclamaría nada de lo suyo.

Ahora que sé que está vivo, con más gusto voy acabando con los que apoyaron a derrocarnos. Van dos, Raúl y Doge era solo los menos implicados, eso lo sé porqué su estupidez no les da para saber que solo los usaron, pero ninguno de ellos quedará en pie.

Los cuerpos quedan colgados del puente con las sogas en sus cuellos y las manos en sus espaldas, voy a bañar de sangre esta ciudad. Voy a hacer sangrar a cada uno, si con eso acabo con ese deseo de caminar entre sus cadáveres.

Subo al auto, salgo del lugar como si nada sucediera. No voy a esconderme, saben que es mejor correr que venir por mí y ese gusto me llevo de decir que como yo nadie podrá ejercer el miedo que todos los que verán eso, sentirán.

En casa ya están reparando el cobertizo, todo lo dañado fue reemplazado en lo que se pone en marcha la construcción de cierto sitio necesario para ataques futuros.

__ Óscar Lombardo está esperando por usted. - avisa uno de mis hombres.

__ ¿Ya rastrearon el siguiente?

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