10. Alaska

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Los chicos se encontraban en otra entrevista de radio, una situación cada vez mas constante.

Con el tiempo se estaban abriendo hueco en el mundillo y creándose un nombre propio. Las preguntas estaban siendo ligeras y divertidas y los chicos le estaban echando ganas, tal vez para suplir la falta de colaboración de uno de ellos.

Y es que Jungkook estaba en su propio mundo.

Unicamente hablaba cuando se le hacía una pregunta directa, a las que daba respuestas cortas y concisas. Hacía semanas que su cabeza era una centrifugadora. Desde que determinase que no haría ningun esfuerzo por recuperar la atencion de Jimin, tenia la sensacion de vivir en un espacio temporal extraño.

Al principio creyó que no le afectaría y aun cuando era evidente que si lo hacía, no era capaz de reconocer su error. Ni siquiera ante si mismo.

Lanzó una mirada a Jimin que pretendía pasar por desinteresada. El rubio estaba allí, menos efusivo que de costumbre pero a diferencia de él, tratando de sacar la entrevista adelante lo mejor que podía. ¿Qué demonios pasaba con él? No es como si me interesase, se decía Jungkook. Era simple curiosidad.

Habían pasado semanas desde que el rubio decidió que podría distancias entre ellos y Jeon aun desconocía el motivo.

Era cierto que se crispaba menos. En general, el hecho de no tener que preocuparse por el atosigamiento de su compañero, le daba un día a día mas tranquilo, predecible. Aburrido, le susurró su mente y Jungkook escondió la inoportuna sugerencia en el fondo de su cabeza. No echaba de menos a Jimin, punto. Sería ridículo, como tener el síndrome de Estocolmo.

Jimin tenía un plan, él lo sabía.

Algún plan maquiavélico para confundirle y provocar que él mismo rompiese el distanciamiento, atontado por su sutil técnica. Me está engañando, pensó por centesima vez mirándole de reojo. Sí, solo quería atraerlo como una planta carnívora. Quería convencerlo de que ya no estaba obsesionado con él a fin de que Jungkook se relajase para entonces poder cerrar sus pétalos a su alrededor y atraparlo.

—Jimin.—Jungkook despertó de su letargo. El locutor acababa de nombrar al rubio y muy a su pesar, últimamente era incapaz de ignorar cuando alguien pronunciaba su nombre, prestando atención absoluta al tema en cuestión.—¿Si tuvieras que compartir habitacion con alguien, a quien elegirías?

Jungkook sintió su corazon saltarse un latido. Tranquilo, se dijo, ya sabes la respuesta. Mas confiado por su diatriba interna, lanzó una mirada chulesca en dirección a Jimin. El rubio miró un instante la mesa antes de acercarse al microfono.

—Quiero compartir habitación con Rap Monster.—sonrió, señalando al lider.—No sé por qué.

Jungkook apartó la vista y trató de esconderse inconscientemente moviendo el microfono frente a su cara. ¿Pero qué mierda...? ¡Ni siquiera habia hablado en hipotético! Había dicho "quiero", en presente. Como si fuese algo que había estado meditando.

Jungkook se mordió la mejilla por dentro, con los ojos fijos en su micrófono.

Para cuando volvió a prestar atención, habían cambiado de tema. Otra vez.

—¿Namjoon, si pudieses hacer un viaje con los miembros del grupo, a dónde irías?

Namjoon sonrió, haciendo que se marquen los hoyuelos de sus mejillas.

—A Alaska.

¿Alaska? Alaska era un sitio interesante, pensó Jungkook. Seguro que tenía su magia. Pero haría mucho frío, barajó arrugando la nariz.

NEVERMIND ♠️Kookmin♠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora