6. Lo que más deseas

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—¡Jimin, tira fuerte!

Este hizo un esfuerzo inhumano. Sentía la piel de sus manos raspando contra la gruesa cuerda. Los músculos de sus brazos forzándose hasta el límite. Clavó los pies al suelo intentando forjar un punto de apoyo estable pero no había nada que hacer. Un tirón brusco y los cuatro cayeron de bruces.

Mierda de punto de apoyo, se lamentó Jimin sobándose las rodillas. El golpe se las había machacado.

—¡Ganadores imbatibles, indiscutibles! ¡Titanes de la historia reciente!—Taehyung vitoreaba, brazos en alto con su potente y gruesa voz.

Yoongi, recién levantado de su caída, alzó una ceja casi cubierta por el flequillo.

—¿De la historia del tira y afloja?

—Historia es historia, Hyung.—claudicó sin perder un ápice de ilusión.

Jimin palmeó a Namjoon y Jin, consolándoles.

—La próxima será.—murmuró al sentir como Jin palmeaba comprensivamente su mano.

Nunca tuvieron posibilidades a decir verdad ¿Namjoon, Yoongi, Jin y él contra los otros tres? Esa era una batalla perdida. Aunque en su cabeza sabía que daba igual la distribución.

Nadie que se enfrentará en fuerza vencería al equipo donde estuviese Jungkook.

—Bien.—Hobi, quién además de participar hacia las veces de guía en el episodio de Run, recogió las tarjetas.—Siguiente prueba: ¡Trivial!

Sonrió cuando Jin celebró alzanzo el puño al aire. Con Nam y Yoongi en el equipo, una prueba de intelecto era buena señal. Aunque la sonrisa decayó al ver un intercambio de palabras entre Jungkook y Taehyung. Reían y murmuraban algo emocionados.

Y aunque su charla tratase probablemente sobre el juego, Jimin apartó la vista. No le molestaba que hablasen, él no era tan egoísta ni la relación con sus miembros tan banal. No. Lo que le dolía más que molestar, era aquella sensación que le rondaba desde el día en que los vio bailar en la sala de prácticas. La continua y pulsante sensación de que había sitios donde no encajaba como el resto. En el lado receptivo de la atención de Jungkook, por ejemplo.

Sabía que no debía obsesionarse con ello, no todo el mundo estaba hecho para llevarse a las mil maravillas y cada vez estaba más seguro de que ese era su caso.

Pero luego veía como Jungkook reía con Hobi, como se divertía con Tae o como miraba a Namjoon con idolatría y sentía que quería eso. No una vaga imitación de lo que los demás significaban para Jungkook, quería su propia versión de una relación con él. Quería que Jungkook viese, encontrase algo en él que lo hiciera quererlo.

Pero pasarse las dos últimas semanas tratando de hayar ese algo le había dejado mal sabor de boca. Había tratado por todos los medios agradar a Jungkook con todas las versiones de las que se componía y a cada intento la había cagado más.

La gente decía que era amable. Pero cuando tenía detalles con el menor este lo miraba con desconfianza, esperando ver una mala y frívola intención detrás de cada gesto.

La gente decía que era hábil. Y cuando trataba de destacar en lo que fuera, poniendo todo su esfuerzo y empeño, Jungkook le dedicaba una mirada de irritación.

Presumido, parecía gritar.

La gente también decía que era una compañía grata. Y nada más hacer el intento por mantener una conversación con Jeon, este lo cortaba con palabras secas para después largarse como si su sola presencia le quemara.

Y aunque intentase ser dulce, como todos halagaban a menudo de su persona, sabía que Jungkook detestaba cada uno de sus gestos cariñosos. Ya no lo reprendía ni lo apartaba con el desagrado palpable de antes. Ahora sencillamente lo ignoraba y procedía a escapar discretamente en cuanto se le presentaba la ocasión.

NEVERMIND ♠️Kookmin♠️Where stories live. Discover now