NEVERMIND ♠️Kookmin♠️

3. Suga Hyung

Suga estaba recostado en uno de los sillones individuales, con unas cuantas hojas venga a dar vueltas entre sus manos, fingiendo trabajar. Y digo fingiendo, porque aunque pareciese mortalmente concentrado, lo cierto es que estaba entretenido mirando a los dos chicos sentados en el sofá.

Jimin y Taehyung tenían sus pies descalzos subidos a la tapicería mientras que sus hombros chocaban entre sí. Los ojos centrados en la pantalla de la tablet que se apoyaba en sus piernas, compartiendo unos auriculares. El rapero sonrió al ver sus boquitas tiernamente abiertas en una "o" constante. Cualquiera diría que estaban viendo la entrevista más interesante de la historia.

Pero no. Solamente veían, como por decimosexta vez, el rey león.

Suga a veces se encontraba a si mismo preguntándose por que le gustaba tanto mirarlos hacer algo así de trivial. Y lo cierto es que resultaba agradable centrarse en ellos cuando las cosas empezaban a superarle. Una mirada al dulce Jiminnie y al tierno TaeTae, resultaba ser como un relajante ansiolítico. Se les veía tan felices y satisfechos haciendo algo tan simple. Entre eso y lo entretenido que se le hacían...

—¡No, Mufasa, no!—Taehyung golpeaba a Jimin en el brazo mientras advertía al desdichado Mufasa de su inminente final. Cuando Scar soltó su garra, Taehyung se revolcó en su propia miseria.—¡Noooo!

La sonrisa de Suga se expandió varios centímetros mientras Jimin le decía riendo a su amigo que por qué armaba tanto escándalo siempre con la muerte de Mufasa si ya se sabía el argumento al dedillo.

Yoongi borró intencionalmente la sonrisa y sustituyéndola por su patentada cara de cabrón, cortó la disputa.

—¡Eh, mocosos!—cuando ambos se volvieron a mirarle, tuvo la acertada sospecha de que habían olvidado que estaba ahí.—¿De qué sirve que os pongáis auriculares si vais a molestarme con vuestros gritos?

—¡Pero Hyung!—se quejó Taehyung.—Mufasa acaba de morir, es un momento triste.

—La madre de Bambi también la palma y no me ves haciendo drama.

Taehyung le dio alto inmediato con la palma levantada, mientras Jimin negaba con la cabeza.

—No urges en esa herida, Hyung.

Suga negó, volviendo la vista a sus papeles y les dejó seguir con sus cosas. Apenas pasados los veinte minutos de película, Jungkook bajó las escaleras de dos en dos. Suga le dedicó una mirada mientras que los otros dos ni se enteraron de que estaba allí. Se hizo notar cuando se acercó a ver lo que miraban en la tablet.

Jimin fue el primero en verle, dedicándole una sonrisa de ojos entrecerrados.

—Jungkookie, ¿Quieres sentarte?—palmeó el sitio a su lado.—Estamos viendo el rey león.

Este se encogió de hombros, tampoco tenía nada mejor que hacer. Pero en lugar de sentarse al lado de Park, lo hizo en el otro extremo, haciendo que ambos chicos se corriesen un lugar. Taehyung chasqueó la lengua irritado mientras que Jimin únicamente se movió de sitio con una mueca triste.

Suga observó todo el intercambio con el ceño fruncido de pura indignación.

Ese idiota había hecho moverse a los dos para no sentarse al lado de Jimin. ¿Tanto le costaba aposentar su culo en el maldito sitio libre? Entendía que Jimin podía llegar a ser algo cargante para el maknae, pero su trato hacia él era cada vez más cruel.

Así que rechinando los dientes, tiró las hojas a la mesa de centro y avanzó hasta dejarse caer en el sofá, en aquel lugar que Jungkook había repudiado al lado de Park Jimin mientras este lo miraba, restándole un poco de melancolía a su rostro.