13. Femenino

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Jungkook había dejado de hacer listas.

¿Para qué si nunca daba una en el clavo? A cambio, había decidido seguir su instinto. Y aunque su instinto le exigía hacer idioteces la mayor parte del tiempo, de cuando en cuando le era de utilidad. Muy de cuando en cuando.

Él siempre había sido de metodología sencilla. Acción, reacción.

Así que se hizo un muy breve esquema mental. ¿Qué me pasa? Estoy mal. ¿Por qué estoy mal? Porque quiero que Jimin me preste atención. ¿Qué hago para que Jimin me preste atención? Lo persigo.

Y así, damas y caballeros, es como nació satélite Jeon.

¿Que Jimin se sentaba? Jungkook iba a parar justo al lado. ¿Qué Jimin se movía en el escenario? Jungkook se convertía en un cachorro persigue dueños. ¿Qué Jimin se acercaba a alguien? Jungkook se plantaba como un poste a su lado, siendo el tercero en discordia.

Parecía tener un radar. Como si su cerebro se activase para registrar todos y cada uno de los movimientos del más bajo. Parecía oler cuando Jimin planeaba irse a algún lado. Justo como en ese instante.

Era domingo y como tal, ninguno tenía agenda. Normalmente reservaban esos días para no hacer absolutamente nada. Bastante ajetreo tenían habitualmente. Pero Jimin se había levantado sin motivo aparente del sofá hacía como veinte minutos. Jungkook consultó el reloj: tres de la tarde. El rubio acostumbraba a tumbarse en el sofá para ver tele y echarse una cabezadita. Así que su alarma mental se prendió. Activando su oído magistral, captó un minuto después el ruido de la ducha.

Eso implicaba solo una cosa. Jimin tenía pensado salir.

Y si Jimin tenía pensado salir, él, por ende, también.

En silencio, se puso en pie, abandonando a los chicos repartidos por distintos puntos del salón y se dirigió arriba. Para cuando la ducha se apagó, él ya estaba vestido con unos vaqueros y sudadera. Esperó pacientemente a que Jimin regresase a su habitación, saliendo de su cuarto cuando escuchó la puerta de al lado siendo abierta de nuevo.

Se cruzaron en pleno pasillo y Jimin lo miró.

—¿Vas a algún lado?—Jungkook se adelantó, por si el rubio guardaba silencio y acababa por no preguntarle lo mismo.

Hacía mucho que Jeon no le dejaba hablando solo o ignoraba sus preguntas, pero la costumbre había acabado por volver al rubio discreto y taciturno cuando a los asuntos de Jungkook se refería.

—Quiero ir a comprar algo de ropa.—explicó.

—¿En domingo? Pero las tiendas cierran.

Jimin encogió los hombros.

—Hay una donde suelen dejarnos entrar en festivo, para no estar rodeados de gente. ¿Sejin Hyung no os lo ha dicho?

Jungkook negó.

—Supongo que no nos ha interesado demasiado la ropa últimamente.—sonrió.

Jimin le devolvió el gesto.

—Supongo que no.—se relamió los labios y miró al más alto. Vamos, rogó él, pídemelo.—En fin, me voy.

—¿Puedo acompañarte?—Jungkook habló antes de que diera un paso.

Le daba igual si Jimin no preguntaba, el se ofrecería entonces. Este lo calibró.

—Solo voy a mirar un par de cosas, no va a ser muy interesante.

—No importa.—aseguró. Y por si sonaba muy acosador, agregó.—Yo también debería mirarme algo de ropa. La mía está hecha un asco.

El rubio se echó la bandolera al hombro y sonrió.

NEVERMIND ♠️Kookmin♠️Où les histoires vivent. Découvrez maintenant