Era inicios de diciembre, la nieve cubría el parque dejándolo con un color neutro. Sin embargo el cielo se teñía de naranja con matices morados mientras el sol se ocultaba tras los árboles de aquel parque. Las ramas desnudas tenían algo de escarcha, adornadas además por guirnaldas doradas que recién acababan de encenderse junto a algunas farolas.
Un hombre en la edad media de la vida permanecía sentado sobre un banco de madera, frente al río fronterizo de aguas heladas, podía ver al puente que lo cruzaba, uniendo la ciudad de Detroit con Canadá. Con la vista al frente Hank parecía ensimismado en sus propios pensamientos. Suspiró, sintiendo la brisa fría en su rostro, mientras movía su cabello; recordaba con nostalgia las tardes de invierno en ese mismo parque, jugando con su hijo, recordando su voz.
Ahora en su lugar escuchaba el sonido de unas risas acompañadas de los ladridos de su perro, cosa que lo sacaba de aquellos pensamientos melancólicos. Volteó hacia atrás observando a dos androides jugando en la nieve. La conexión entre ambos era más que evidente, y ya no tenían porque mantenerla oculta. Para eso habían luchado.
Connor lucía diferente aunque mantenía el mismo porte elegante de siempre, el castaño usaba un abrigo gris oscuro con una chaqueta negra de cuero, sostenía una pequeña pelota roja la cual le lanzaba a Sumo. Angel permanecía a su lado con una sonrisa y mirada enamorada, igual que su compañero usaba ropa invernal. El perro inmediatamente corría alejandose para ir a buscar su presiada pelota. En eso Connor tomó a Angel de forma juguetona cargándola en brazos, girando con ella en el mismo lugar. El perro que había regresado, los perseguía ladrando con entusiasmo, saltando y girando en círculos, como un pequeño torbellino. El mayor podía notar el LED de ambos brillando color celeste, casi blanco. Y es que Angel había tomado la decisión de volver a incorporar aquella pieza a su anatomía. Ya no tenía que lucir completamente humana, para poder actuar como tal.
Desde la distancia Hank miraba aquella escena con una sonrisa. La tecnología había avanzado, pero la esencia del amor seguía siendo la misma, a pesar de tener una sangre diferente. Había sido testigo de una revolución tecnológica, pero también de una revolución en su propia forma de pensar, al ver cómo un androide se volvía más humano y se enamoraba de otro.
Era increíble cuánto había cambiado el RK800 desde que lo conoció, siempre lo culpó por su actitud tan indiferente, pero no dependía de él. Estaba obligado e influenciado a ser así, ocultando como realmente era, viviendo en silencio bajo la presión de sus creadores. Ahora entendía, la culpa de todo era de la humanidad.
Angel, reía en los brazos de Connor, sin importar nada más. Estaba renovada, un ejemplo de superación personal en el que el pasado ya no era algo que la afectara, los prejuicios hacia sus sentimientos era algo que superó hace mucho tiempo. Sin embargo aún tenía algo pendiente por hacer, pues seguía con un pequeño defecto y ese era su inseguridad y temor por lo que pudiera pasar.
Mientras ambos androides se entregaban en ese inocente juego, Connor tropezó haciéndo que ambos calleran sobre la nieve. Angel aún risueña sintió su cuerpo chocar con la superficie blanda pero fría. Connor estaba sobre ella sin llegar a presionar su cuerpo, ambas miradas coincidieron en cuestiones de segundos. La mirada de Connor parecía perderse en los ojos azules de Angel, quien no pudo evitar sentirse nerviosa ante esa cercanía. Su sonrisa poco a poco desapareció, mordiéndose el labio inferior deseando poder besarlo. Pero aún no estaba segura.
— ¿Estás bien?— preguntó el castaño con cierta preocupación mientras se quedaba sentado a un lado de ella.
— Sí. Iré a hablar con Hank, tú quédate aquí. — dijo mientras se levantaba sacudiendo su abrigo.
Se acercó al canoso quien la miraba espectante y confundido. Ella se sentó a su lado contemplando el río mientras notaba que el cielo se oscurecía cada vez más, dejando unos colores azul oscuro y morado. Hank igualmente dirigió su mirada al río.
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Connor's Secret
FanfictionUna androide creada para enamorar, pero no para enamorarse y otro androide dispuesto a matar, pero jamás a dar su vida por amor. Ella, una divergente condenada a existir en un ciclo en el que no puede morir y tampoco vivir. Pero nada será lo mismo l...