CAPÍTULO XVIII

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La princesa Selina había sido incapaz de mantener su promesa sobre quedarse unos días en el castillo y pasar tiempo con sus hermanas. Apenas la joven vio la oportunidad para huir, le pidió a Taehyun que reuniera a sus mejores hombres y la acompañara a la montaña de Eos para arrestar a los ladrones, todo esto mientras evitaba levantar sospechas sobre la verdadera razón por la que iba ahí. El capitán de la guardia hizo caso a sus órdenes y, en cuestión de horas, todo estuvo listo para que la princesa pudiera partir a su nueva misión.

Selina y Larissa se encontraban subiendo la escarpada colina de la montaña en compañía de varios soldados de la Guardia Real, faltaba poco para que iniciara a anochecer y todos se encontraban fatigados por el viaje. La princesa detuvo su caballo y lo desmontó, siendo imitada por su amiga al igual que los soldados.

—Descansaremos aquí por esta noche y luego continuaremos —comentó la peliplateada antes de ponerse a escarbar entre las bolsas que cargaban los animales para sacar algo de agua y comida.

—Buscaré algo de leña para encender la fogata —anunció Larissa antes de perderse entre la vegetación.

—El resto, prepare las cosas para pasar la noche aquí —ordenó Selina.

Inmediatamente los soldados se pusieron a hacer lo que la chica les había ordenado. Ella también ayudó a levantar el campamento y después de un rato alzando lonas, decidió comenzar a recolectar leña para las fogatas que se harían esa noche.

—Voy con Larissa a buscar más leña —le informó a Taehyun.

—¿Quiere que la acompañe?

—No es necesario, Terry, tú asegúrate de que todo esté en orden.

La muchacha se adentró en el bosque y comenzó a levantar varios leños, pues sabía que necesitaría muchos si quería pasar la noche en el corazón de aquel frío bosque. Estaba entretenida recogiendo madera cuando de repente escuchó un fuerte sonido entre los arbustos. Se detuvo inmediatamente y se agachó con cuidado, desde su posición pudo escuchar varios murmullos que eran acompañados por las pisadas de un grupo de lo que la princesa pudo deducir eran dos personas.

—¿Seguro de que está por aquí? Yo no veo a nadie —habló un hombre.

—La guardia dijo que aquí fue donde la vio por última vez. —Sus palabras inquietaron a la princesa, quien desenfundó la daga que traía y se mantuvo aguardando quieta y en silencio.

—¿Puedes creer nuestra suerte? Atrapar a una de las princesas de Engenia justo después de haber saqueado su reino —dijo una de las voces entre risas—. ¿Cuánto crees que nos paguen por su rescate?

—Lo suficiente para tenerla de regreso. Por lo que sé incluso podríamos negociar con tres reinos —comentó con emoción el que parecía ser el líder—. Engenia necesita a su princesa de regreso, según los rumores se comprometió con el rey de Pistina y se dice por ahí que tuvo un amorío con el mujeriego príncipe de Hemia. — Los hombres rieron.

—Lo que quiero saber es si es tan hermosa como se dice.

—Querrás decir si tiene víboras en el cabello.

—No, no. Lo digo en serio, dicen que ella y su hermana son increíblemente bellas.

Cuando pasaron por donde la chica estaba, ella saltó de entre las ramas y tomó a la primera persona que se cruzó en su camino.

—Supongo que eso lo comprobarán —dijo amenazando a su rehén al ponerle la daga contra su cuello—. ¿Dónde está Larissa? —preguntó con tono amenazador.

—¿Q-quién? —titubeó el que tenía agarrado.

—No te hagas el estupido. ¿Dónde está la chica?

Taken (Segunda parte de Cursed-Blessed)Onde histórias criam vida. Descubra agora