CAPÍTULO XXIII

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Apenas habían puesto un pie dentro del límite del castillo de Ylia cuando la princesa pudo distinguir a la lejanía la comitiva de bienvenida, quienes estaban esperándola a ella y a los soldados. Además de sirvientes y caballeros, entre aquellas personas también se encontraban sus hermanas y los príncipes.

—Lleven a estos hombres a los calabozos —ordenó Taehyun.

Selina descendió del caballo con ayuda de Larissa y le entregó la riendas a uno de los mozos de cuadra. Al darse la vuelta se encontró con la penetrante mirada del príncipe de Hemia y ella se limitó a ignorarlo.

Al mirar al frente, unos brazos la apresaron haciéndola tambalearse.

—¡Nos tenías preocupada! —soltó Altea entre el abrazo—. ¡Dijiste que regresarías en menos de dos semanas! Ya íbamos a mandar a alguien por ti.

—A mi también me alegra verte —contestó mientras se alejaban.

—Nuevamente no pudiste cumplir con tu maldita promesa, Selina. —Las duras palabras de Reika hicieron que la menor se tensara—. Prometiste quedarte una semana y te fuiste en menos de tres días; te fuiste sin avisarme, sólo le dijiste a Tea cuando te irías y otra vez no llegaste en la fecha estipulada. —La mayor se paró delante de ella, en su mirada ardía el enfado—. Estábamos muy preocupados, casi me monto a caballo para ir a buscarte.

—Lo lamento, fue mi culpa que la princesa Selina no llegara en la fecha acordada. —La voz de Jake hizo que todos lo voltearan a ver.

Reika lo observó con sorpresa, pues jamás en la vida había pensado que lo volvería a ver y menos tan pronto, incluso Altea se vio algo molesta con su presencia. Por otro lado, los príncipes se veían realmente felices por ver nuevamente a su amigo.

—¡Tú! —Reika apuntó al muchacho y comenzó a caminar hacia él con claras malas intenciones.

—Reika. —Sunghoon la detuvo justo a tiempo, evitando así que la princesa se le fuera a la yugular.

—¡Maldito imbécil! ¿Cómo se te ocurre aparecer por aquí?

—Amor, calma. —Los mayores forcejearon por un momento hasta que la peli plateada lograró calmarse.

—Jake. —El menor de los príncipes corrió a su encuentro y lo recibió con un cálido abrazo—. Me alegra mucho verte aquí, te he extrañado mucho.

—Yo también te extrañé, Ni-ki —confesó el príncipe abrazando con felicidad al rubio.

—Selina, ¿qué carajos hace él aquí? —demandó saber Reika.

Jake y Selina intercambiaron miradas pues sabían que las noticias que traían no eran nada buenas.

—Sunghoon, convoca una reunión de la Corte Real. Es urgente —pidió Selina. Sus palabras confundieron a todos.

—¿Por qué? ¿Qué está pasando? —Tea los observó con evidente inquietud.

—La guerra nos ha alcanzado... —contestó Jake.

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Selina apenas había tenido tiempo para cambiarse y que Tea le curara el pie con su magia para luego dirigirse a la Corte.

En poco tiempo, el salón se llenó con todas las personas que lo conformaban pues se había corrido la voz sobre la inesperada visita del príncipe Jake, cuya presencia sólo apuntaba a un mal presagio. Una vez estuvieron todos reunidos y en silencio, el rey Guthrie le otorgó la palabra a la princesa Selina y al capitán de la Guardia Real, Kang Taehyun.

—Como todos saben, tras regresar de alta mar hace unas semanas me encontré con el príncipe de Nostriel, Park Jonseong —comenzó a explicar la princesa—, quien me habló sobre un grupo de ladrones al sur del reino quienes aterrorizaban el paso entre Numbia, Hemia e Ylia; le solicité permiso al rey Guthrie para ir a resolver ese problema y gracias al trabajo del capitán Kang y sus hombres, logramos atrapar al grupo de ladrones, el cual era dirigido por Choi Beomgyu, el infame bandolero de las tierras de Ylia. Con su aprehensión también logramos recuperar varias reliquias que fueron usurpadas del reino de Engenia con el fin de ser vendidas en el mercado negro. —Varios aplausos resonaron por el lugar—. Luego de eso nos dirigimos a la cima de la montaña con dirección a la Biblioteca de Boreas para ir a buscar un ejemplar que el príncipe Sunghoon me había pedido conseguir. —El pelinegro abrió los ojos con sorpresa pues sabía que eso nunca había sucedido pero de todos modos guardó silencio.

Taken (Segunda parte de Cursed-Blessed)Where stories live. Discover now