CAPÍTULO XXI

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Al abrir los ojos Selina se dio cuenta de que se encontraba sola en la carpa, cosa que la alteró. Podía jurar que la noche anterior el príncipe Jake había estado ahí, lo buscó con la mirada y se decepcionó al darse cuenta de que no era así. Llevó una mano al guardapelo y lo apretó con fuerza.

A los pocos instantes Larissa entró a la carpa con un plato humeante de avena. Al ver a la princesa despierta, no pudo evitar sonreír.

—Buenos días Lina, ¿cómo te sientes? —Selina se quedó en silencio por unos minutos mientras intentaba descifrar sí lo sucedido la noche anterior había sido real o no—. ¿Lina?

—Perdón. ¿Alguien estuvo aquí en la noche? —La de piel canela frunció el ceño confundida.

—¿Qué? —Selina estuvo apunto de repetir su pregunta pero la chica simplemente negó—. No. Nadie estuvo aquí anoche, sólo estuvimos tú y yo.

Ante esta respuesta, la princesa llevó una de sus manos a una de las mejillas que creyó el príncipe había acariciado.

—¿Lo dices en serio?

—Por supuesto que sí. En realidad me sorprendieron que lograrás dormir bien, supongo que fue debido a tu caída —dijo señalando su pie.

—Sí, seguramente fue eso —comentó antes de meterse una cucharada de avena a la boca y comenzar a desayunar.

—Habrá una junta en media hora, los altos mandos han solicitado tu presencia. —Selina simplemente asintió—. Quieren hablar sobre lo que sucedió anoche. —El recuerdo de esto le revolvió el estómago a la chica y un sabor amargo apareció en su boca, haciendo que dejara el plato con comida a un lado—. Supongo que querrán saber lo que hacíamos en la biblioteca de Boreas.

—No es de su incumbencia.

—¿Y tampoco de la mía? —La peliplateada la volteó a ver con seriedad—. Dijiste que estábamos aquí porque el rey Guthrie te mandó a capturar a los bandidos de la montaña y así lo hiciste, pero luego de eso decidiste ir hasta la biblioteca arrastrándonos a todos contigo sin siquiera decirnos la verdadera razón. ¿Qué es lo que buscabas ahí? —La princesa se levantó del catre y le dio la espalda.

—Ya te lo dije, Sunghoon me pidió que buscara un ejemplar para él —intentó mentir.

—Lina. —La castaña tocó con cuidado su brazo—. Sé que me estás mintiendo. Por favor, ¿qué es lo que buscabas? —La princesa se dio media vuelta y la miró directamente a los ojos.

—Será mejor que me cambie ahora, sería irrespetuoso de mi parte llegar tarde a la reunión que ha organizado la gente que nos salvó. —Larissa decidió no seguir insistiendo y simplemente se apartó.

—Te veré ahí entonces.

—No. Dile a Taehyun que lo veré ahí, necesito que él se entere de esto.

—Como ordene, princesa. —Tras decir estas palabras la menor abandonó la carpa.

Selina tomó asiento sobre el catre y sostuvo su cabeza entre sus manos. Ahora tenía problemas y no sabía qué hacer para librarse. Lo que le había dicho su amiga era verdad, los había arrastrado a todos con ella sin siquiera darles alguna clase de explicación de porqué habían ido hasta ahí y qué era lo que buscaba. Su primer plan había sido hechizarlos a todos para tergiversar la historia, pero ahora que los Hemianos habían aparecido, no sabía qué debía hacer.

Se apresuró a cambiarse y apenas salió de la carpa se encontró con el capitán de la Guardia Real, quien le sonrió ampliamente, mostrándole una dulce sonrisa aniñada.

—Su alteza, ¿en qué puedo servirle? —preguntó Taehyun haciéndole una cortés reverencia.

—Tenemos una junta a la cual asistir, Terry. Además, necesito los detalles sobre lo que sucedió anoche.

Taken (Segunda parte de Cursed-Blessed)Where stories live. Discover now