CAPÍTULO XXXIII

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El príncipe Yang Jungwon se encontraba en su oficina revisando las noticias sobre el avance en el plan de incremento de tierras de cultivo y ganadería que su padre le había pedido implementar. Gracias a la llegada de cientos de supervivientes de guerra diarios, el avance en este nuevo plan era rápido, sin embargo, por lo mismo la escasez de alimentos crecía considerablemente, problema que el joven príncipe llevaba meses intentando controlar y solucionar con ayuda del príncipe Lee Heeseung de Entoria.

—Varios poblados se han visto muy afectados debido al invierno, hay reportes de que varias cosechas se arruinaron este año a causa del frío —comentó el mayor leyendo uno de los informes—. El problema parece aumentar día con día. —Dejó los papeles sobre la mesa y se restregó el rostro con cansancio.

—Las tierras designadas al cultivo se han multiplicado, pero no han reportado avances favorables. Las plantas tardan mucho en crecer y el hambre sólo va en aumento... —observó Yang.

—Los otros reinos se encuentran en estados similares, escuché que en Ylia les había estado yendo muy mal con la pesca y que estuvieron al borde de un golpe de estado debido a la hambruna.

—No exageres, Lee.

—Lo digo en serio, eso fue lo que escuché.

—¿Quién te contó eso? ¿Acaso una de tus chicas en el burdel? —habló una tercera voz. Ambos muchachos voltearon la vista hacía la entrada, encontrándose con la recién llegada princesa Dabin, a quién no habían visto desde inicios del invierno.

Su largo cabello rosado había sido rapado del lado izquierdo y el restante le llegaba a la altura del hombro;  el tatuaje del halcón real adornaba el lado izquierdo de su cráneo, identificándola como miembro de la realeza de Nostriel además de conferirla con un muy alto rango militar.

—Lo siento su alteza, la princesa Dabin de Nostriel llegó —comentó el portavoz apareciendo detrás de la chica, parecía que el hombre había corrido tras ella intentando evitar que llegara hasta el despacho de Jungwon.

—Dabin, gusto en verte —saludó el pelirrojo entre dientes.

—Gracias Pierre, puedes retirarte. —El hombre asintió y se fue—. ¿Qué es lo que haces aquí? —preguntó el pelinegro.

—Vaya, me encanta esa cálida bienvenida. Yo también te extrañé mucho, Won.

—Claro. —El muchacho rodó los ojos—. ¿Vas a tomar asiento o tengo que invitarte a hacerlo?

—Siempre tan lindo y atento. —La princesa fue a sentarse y pronto los muchachos hicieron lo mismo que ella.

—¿Y bien, qué haces aquí? —Esta vez preguntó el mayor.

—Sólo pasaba a saludar. ¿Acaso eso es un pecado?

—Últimamente estás tan ocupada yendo al campo de batalla desde que te ascendieron a comandante que no creí que tuvieras tiempo para venir a visitarnos.

—Vaya, alguien se mantiene actualizado con respecto a mi vida. —El muchacho rió.

—No te confundas Park, los chismes vuelan con velocidad y es inevitable enterarse de ese tipo de cosas en el burdel. —La muchacha rodó los ojos.

—Por supuesto, como si siquiera tuvieras tiempo de hablar con alguien y prestarle atención a lo que te dicen.

—Creanme cuando les digo que me encanta escuchar sus infantiles peleas. Pero hoy no estoy de humor para eso y, a menos de que quieran que los electrocute, será mejor que dejen sus tonterías a un lado. —Los mayores se mantuvieron al instante—. Genial, ahora, qué te parece si nos dices los verdaderos motivos de tu visita —apremió el menor.

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⏰ Last updated: Aug 03, 2023 ⏰

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Taken (Segunda parte de Cursed-Blessed)Where stories live. Discover now