Seis🐺

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—En el primer piso, se encuentra la recepción ya la conoces. En el segundo está el departamento de ventas, mercadeo y dirección. En el tercer piso, está el área de producción y operaciones. Cuarto piso, gestión y finanzas. Quinto piso, área de descanso dividido entre zonas para omegas y zona para alfa. Sexto piso recursos humanos. Séptimo piso, contabilidad y administración. Octavo piso, laboratorio, en el se hacen todas las pruebas químicas de nuestros productos, noveno piso, sala de fotografías, dónde se toman todas las fotos para nuestros nuevos productos y por último, el décimo piso, tu lugar de trabajo y el del CEO. —NuNew asintió tratando de memorizar toda la información con la que la omega lo había bombardeado en menos de dos horas. —Tu oficina es la de puerta blanca, mientras que la del CEO es la negra del fondo.

—De acuerdo. —Janis abrió la puerta de su oficina mostrándole lo que sería su nuevo lugar de trabajo.

—Tu escritorio, librería, computadora, papeles y materiales necesario para hacer todo lo que el jefe te pida. —NuNew asintió, embelesado por el gran ventanal detrás de su escritorio. —Antes de irme y dejarte a solas con mi hermano, necesito que repasemos.

—Bien. —NuNew volvió a repetir toda la información albergada en su cerebro, desde la ubicación de los diversos departamentos hasta cada una de las reglas de extenso reglamento.

——Perfecto, por último. —Janis saco una pequeña caja de supresores de su cartera entregandosela al omega que la tomo un poco confundido. —Mi hermano detesta los olores fuertes, sobre todo los muy dulces y tu, tienes una fragancia demasiado dulzona. No quiero que te mire mal cada vez que entres a la oficinas y tu olor llegue a su sensible nariz.

—Esta bien, muchas gracias.

—Buno NuNew. Bienvenido y muchísima suerte, la vas a necesitar. Es todo mi trabajo por hoy, espero que te vaya bien, que mi hermano no te estrese demasiado. Nos vemos en el almuerzo. —NuNew asintió con una sonrisa mientras la omega salía de la oficina, cerrando la puerta y dejándolo solo.

El omega dejo escapar un largo suspiro, tratando de relajar todas las tensiones de su cuerpo. Su mirada descendió hacia su uniforme. Era cómodo pero el que la camisa sea media transparente lo incomodaba pero bueno, tocaría acostumbrarse, no creía que alguien fuera a mirarlo demás dentro del trabajo. NuNew se acercó a su escritorio, dejando el reglamentos dentro de uno de los cajones mientras tomaba asiento en la cómoda silla.

Podría acostumbrarse a esto, a la comodidad de su oficina, el silencio...que no duró mucho cuando el teléfono de la oficina empezó a sonar, por lo que tuvo que dejar de estar recostado sobre la silla para levantarse a atenderlo.

—¿Hola?

—Omega, ven a mi oficina ahora. —"es el" susurro su lobo, haciéndolo tragar grueso. Colgó el teléfono levantandose de la silla y acomodando su vestimenta antes de irse hacia la oficina de su jefe.

¿Que debería hacer?, ¿tocar?, ¿pasar así nomás?, ¿huir?. Nunew empezó a hiperventilar con cada paso que daba, quedando cada vez más cerca de la puerta de negra, que ahora que la veía, empezaba a asustarle. "Es la puerta del infierno"

—Y el mismísimo diablo está del otro lado. —murmuro antes de tocar la puerta del alfa, esperando hasta que lo dejarán pasar.

—Adelante. —su cuerpo llegó a temblar gracias a la voz profunda del alfa, lo admitiría, le tenía miedo, mucho miedo, pero también sabía que el hombre nunca sería capaz de hacerle algo...¿verdad?

—Buenos días señor Panich, ¿en qué puedo ayudarle? —el alfa levantó su vista cuando escucho el sonido de la puerta cerrandose.

—¿Cómo es que te demoras quince minutos de tu oficina a la mía?

—Oh, es que-

—No me importa arregla eso, no puedes tardar tanto si la distancia es tanto si la distancia es tan corta.

—S-si, lo lamento señor, no volverá a pasar.

—Como sea, quiero un café doble. Tráemelo y necesito que actualices mi agenda, la anterior omega dejo todo echo un desastre, arreglalo.

—Si señor.

—Y deja de expulsar feromonas amargas, ya te dije que no voy a hacerte nada. —"Joder, no tome los supresores", NuNew asintió, nervioso y eso que el alfa no había levantado la vista de sus papeles.

—Si señor, lo lamento, tomaré mis supresores enseguida. —el alfa asintió.

—Es todo omega, puedes retirarte. —NuNew hizo una reverencia antes de salir de la oficina del alfa, respirando con alivio una vez que tuvo lejos del mayor y de su fuerte aroma.

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Tes golpes a la puerta. Zee quitó sus gafas e hizo tronar su cuello cansado por estar tantas horas en una incomoda posición.

—Adelante. — respondió sin muchas ganas. El aroma a café, acompañado con dulce pero suave del omega le hicieron levantar su mirada. Encontrándose con la delgada silueta de su asistente y su bonita cara de muñeca.

—Su café, señor Panich.

—Adelante, déjalo en mi escritorio. —NuNew asintió, caminando lentamente hasta el alfa y déjalo la taza de café sobre su escritorio.

—¿Quiere azúcar o edulcorante?

—Ninguno de los dos. —NuNew asintió, esperando a que el alfa le dijera que podía irse. —¿Arreglaste mis horarios?

—Si señor.

—Dime que hay en ellos. —el omega saco su teléfono, buscando entre las aplicación la del documento y buscando dentro de ella el horario de su jefe.

—Para mañana, a las nueve, tiene una junta con el departamento de finanzas. A las doce, una con el departamento de ventas. A las tres, reunión con accionistas rusos, japoneses y chinos. A las cinco, junta con el departamento de producción y llamo su madre. —el alfa suspiro cansado bebiendo un poco de su café.

—¿Que quería?

—Dijo que dejara de ignorar sus mensajes y llamadas, y que mañana en la noche tiene que estar presente en la cena de la familia.

—Esa mujer es insoportable. Gracias omega, yo hablare con mi madre puedes retirarte.

—Antes, ¿va a querer algo para almorzar?

—Si, por favor pide para mí un poco de comida coreana del mejor restaurante de la ciudad.

—Si señor. —NuNew hizo una reverencia, saliendo de su oficina y dejando al alfa solo.

De momento, el omega era bastante eficiente pero era solo su primer día, solo esperaba que durará mucho más que el resto.

—¿Si?

—Deja de ignorar a tu madre Zeepruk. —el alfa bufo, colgando la llamada y apagando su celular. Ya recordaba porque no le gustaban los omegas, su madre lograba romper todas las ilusiones que se había con ellos. Esa omega sabía cómo hartar hasta al alfa más tranquilo.




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&SHADOW

El favorito del jefe [ZEENUNEW] OMEGAVERSEWhere stories live. Discover now