CUARENTA Y SEIS

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No hubo que decir nada más, esas últimas palabras de su hermana fueron el detonante de una bomba dentro de se subconciente, como si hubieran presionado un boton que encendió cientos de alarmas atraves de su cuerpo. Zee ni siquiera supo como o cuando llegó a su auto. La velocidad a la que estaban reaccionando cada una de sus extremidades era demasiado para su cerebro, no parecía procesar absolutamente nada de lo que estaba pasando. El alfa tampoco recordaba como es que entre todo el tráfico de Bangkok logro llegar ileso y sin ningún problema al hospital central de la ciudad.

Lo primero que hizo Zee cuando ingresó al lugar fue buscar con desesperación a su omega, podía sentir punzadas a través del lazo, lo que significaba que su pareja estaba soportando mucho dolor.

—¡Zeepruk! —el alfa volteo a mirar a su madre. La cual parecía bastante nerviosa y asustada.

—Mamá, ¿dónde está NuNew?, ¿cómo está?, ¿por qué no hay nadie que pueda guiarme a dónde está mi omega? —la omega se acerco para acariciar el hombro de Zeepruk, tratando de disipar en descontrol de emociones que estaban haciendo de su hijo, una bestia.

—Tranquilo hijo. NuNew fue atendido, solo noes queda esperar y rezar para que todo salga. —Zee miro a su madre, que le sonrió suave. —Ven, vamos con el resto.

—Juro que si algo llega a pasarle algo a mi omega y a mi bebé, este lugar ardera en llamas con toda su gente dentro. —la omega nego, guiando al trágico alfa hacia su familia.

—¡Papá! —Zee levantó la mirada, encontrarse co los húmedos ojos de su pequeña que corría atraves del pasillo hacia él. —Papá perdón, yo no quise alterar a papi por favor perdón.

—¿De que estás hablando, cariño? —Zee se arrodilló frente a la niña, que lloraba sin consuelo.

—Papi está aquí por mi culpa. —el alfa nego, acercando a su hija para abrazarla e intentar calmar ese llanto.

—No cariño, no es tu culpa, nada lo es. —la pequeña rodeo el cuello de su padre, buscando su aroma y el calor que solo un alfa puede dar a su cachorro. —Papi está aquí por el bebé.

—¿Por el bebé? —Zee asintió, acariciando la espalda de la niña. —¿Que va a pasarle al bebé?

—Es hora de que nos conozca y lo conozcamos. —la pequeña sonrio, aun abrazando a su padre. —Así que como buenos alfas, debemos cuidar y esperar a que todo salga bien. Para poder tener a papi y al bebé, en casa muy pronto.

—Si. —Zee se levantó del suelo con la niña entre sus brazos.

—Igual, tu y yo tenemos que hablar, necesitas una explicación de la reacción de hace unos meses. —la niña asintió suave, pero eso sera una vez que estemos todos.

— Está bien, papá.

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El tiempo transcurría lento, tan lento que la familia no dejaba de caminar de lado a lado, agotando la poca paciencia que tenía pero que debía controlar para no alterar a la niña que dormía entree sus brazos.

—¿Dónde estabas? —Zee miro confundido a su hermana, que parecía querer perforar cada parte de su cuerpo con su filosa mirada. —Tu omega estaba a punto de desmayarse del dolor y su estúpido alfa no daba señales. Llame s tu asistente y me dijo que no estabas.

—Espera. ¿de que hablas?, estuve todo el día en la oficina y nadie me dijo nada. ¿No oudiste llamarme directamente? —la omega se cruzó de brazos.

—Lo hice, no contestaste ninguna, sólo la última. —Zee suspiro, Janis había llamado en medio de la discusión con su asistente, por eso no contesto ni había oido el celular.

—Despues te contaré lo que pasó.

— Más te vale, más te vale. —Zee asintió.

—Tambien iba a preguntarte si puedes hacerme un favor. —Janis lo volvió a mirar. —Te pagaré.

—¿Que tipo de favor? —Zee sonrió.

—Tambien te lo dire más tarde. —la bufo molesta, quería saber para olvidar por unn rato que el cualquier momento llegaría un médico von noticias sobre su cuñado y sobrino.

Zee recostó su cabeza sobre el respaldo de du asiento, tratando de enviarle un poco de ánimo a su omega a través del lazo que los unía.

—¿Familiares del joven perdpiriyawong? —Zee se levantó rápidamente, acercándose al enfermero de pie.

—Yo soy su pareja, ¿como está mi omega?, ¿y el bebé? —el enfermo sonrió.

—Ambos están bien. Su omega un estupendo trabajo, trajo un lindo y saludable niño al mundo. —Zee por fin podría sentir que un gran peso descendía de sus hombros. Su omega estaba bien, su hijo estaba bien, todo estaba bien.

—¿Puedo verlos?— el enfermo asintió.

—El resto necesito que esperé. Aunque todo salió bien, el omega quedó muy agotado por lo que ahora se encuentra descansando junto a su cachorro. —el resto asintió mientras que Zee y Ton eran guiados por el enfermero hacia el sector de habitaciones hasta detenerse frente a una. —Aquí es, avise a alguien del personal si llega a pasar algo u si el omega despierta. —Zee asintió, agradeciendo con una reverencia al enfermero antes de entrar a la habitación.

La próxima imágen que se proyecto frente a sus ojos sería la mas hermosa que jamás haya visto, ese recuerdo perdurará eternamente en su mente. Zee vio en frente suyo a su omega, dormido plácidamente mientras a su lado, en una cuna de hospital, un pequeño cachorro que movía sus brazos y piernitas, como si tratara de llamar la atención de su padre.

—Ton...—la niña se desperto, saliendo de su escondite en el cuello de su padre. —Mira, es tu hermanito.

Ton volteo, mirando la cuna con una sonrisa mientras Zee la dejaba en suelo.
Ambos se acercaron al nuevo integrante de la familia, mirándolo como si fuera la joya mss preciosa y frágil del mundo.

—Es muy lindo. —Zee sonrió.

—El más lindo.

—¿Por que no lo cargas? —Zee levantó su mirada hacia el omega que les sonreía suave, casado pero feliz.

—¿Puedo?

—Claro que si, es tu hijo. —Zee volvió a sonreír, inclinadose sobre la cuna para tomar el diminuto cuerpo del bebé entre sus brazos, mientras que Ton corría a abrazar a padre.

—Mi hijo...—el alfa miro el rostro del bebé, el como este lo miraba atento con su diminutos ojitos. Está vez no hubo llanto ni gritos, solo unos ojitos brillantes y unas manitos que se abrian y cerraban, un cuerpo que no rechazaba su calor y que se sentía cómodo con el. Está vez, el niño entre sus brazos sí era su cachorro. —Gracias amor, es precioso.

—Si, pero espera a que empiece la acción. Veremos qué tan lindo luede ser el cachorro. —Zee sonrió.

—Te voy a hacer otro. —NuNew borro la sonrisa de su rostro, mirando espantado al alfa. —Es broma... por ahora.

—Esperate unos años más.

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& SHADOW



El favorito del jefe [ZEENUNEW] OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora