Nacido para donar (YOONMIN)

Capítulo 81

Yoongi pudo respirar tranquilo por unos segundos cuando llego en aquella patrulla a ese edifico en el que habían reportado haber visto a Jimin y Dakho, el niño estaba ahí, en la camilla de la ambulancia, las personas estaban afuera y había uno que otro reportero, pero no estaba su esposo así que la alegría fue amarga.

— Jamie se fue con él—. Ni hablo, pero Dakho en cuanto le vio soltó esas palabras.

— Una de las inquilinas se lo encontró en el ascensor y dice que intento hablarle y pedirle ayuda, pero no lo comprendió muy bien, solo hasta que vio las noticias supo que se trataba de Jimin, además, descubrió que Jimin tomo su teléfono así que, lo vamos a encontrar—. El hombre daba palabras tranquilizadoras, pero Yoongi no necesitaba un lo vamos, el tiempo corría y lo hacía sentir asfixiado así que ni lo pensó cuando corrió a la mujer para realizarle preguntas.

...

Jimin sabía que había cometido un error, lo último que recordaba era aquel sonido y el fuego recorrerle la pierna, así que no se extraño de sentir el aroma a hierro que conocía muy bien de su cuerpo y de verse tirado en el suelo mientras esa mujer presionada su pierna, lucia asustada, incluso sudor se había implantado en su frente, la imagen de la desesperación.

— Despertaste—. No parecía preocupada y Jimin no dudo en empujarla para que le dejara en paz.

— No deberías estar enojado conmigo, me atacaste primero—.

— Debí hacerlo más fuerte—. La mujer mostró una sonrisa ante las palabras dichas por Jimin, esas que se regalan para ocultar que algo dolía.

— Ya no queda nada del dulce Jimin—.

— Para ti no, no tengo que fingir nada, me iré de aquí, pero me asegurare de no irme contigo, loca —.

— Que triste que pienses así, porque nos vamos a ir juntos—. Dijo mientras acortaba el espacio entre ellos — Llegaste aquí por mí, para mí y te iras porque yo lo deseo—.

— Escucharte hablar me da rabia—. Dijo Jimin. — Tantos años en donde me obligue a tener algo de afecto por ti, a creer que lo que hacías porque no tenías de otra—

— No la tenía—.

— Las tenías Jimin, pero eres egoísta y tu mente realmente está mal—

— Claro que lo estoy y es a tu causa—.

— No busques culparme, tu locura no es por mí, es por la familia que nos tocó y sinceramente creo que yo no debí nacer y tu debiste morir desde la primera falla de tu organismo—. Las palabras la golpeaban y eso era evidente.

— Si es lo que crees—. Dijo con el rostro acongojado. — Entonces puedo darte ese deseo—.

— Está bien—. Si, la chica se mostró incomoda a la resignación de Jimin, pues no esperaba tales palabras.

— Puedo irme tranquilo, porque si tuve lo que quise, mientras tú... Que lastima por ti—. Ese silencio en donde Jimin dejaba en el aire muchas cosas la hizo enojar más.

— ¿Ahora estas intentado hacerme sentir miserable? —.

— No tengo que intentarlo, toda tú es miserable y lo sabes bien, por eso me haces esto, porque quieres que lo sea igual. Tú no me amas, amabas el tener alguien para ti, porque ya lo dije y diré siempre, eres egoísta, malditamente egoísta y ahora hacia ti yo solo guardo un profundo rencor Jamie, me iré de aquí y quizás contigo, pero odiándote y eso no lo vas a cambiar—.

— ¡Cállate! —. Grito estampando su mano en la mejilla de Jimin y este, si, se noto adolorido, pero mas que nada enojado y es bueno, la expresión de esa mujer se tornó rápidamente preocupada y llevo sus ojos a la herida en su pierna la cual no había detenido el fluido viscoso.