Capítulo 30

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Cuando aquel golpe de una mano contra una mejilla resonó en esa habitación, aquella madre corrió para interferirse entre su esposo y su hija.

— Querido —. Dijo la mujer tomando a su hija en brazos, quien estaba en cama postrada.

— ¿Qué mierda es lo que te sucede? —. El señor Park estaba exasperado, luego de oír todo lo que Jamie hizo su compostura se extinguió.

— ¿Qué me sucede? ¡Que estoy harta! —. Respondió Jamie separándose de su madre y golpeando sus manos en la suave cama. — ¡Estoy harta de Jimin! —. Su frustración salió en forma de llanto, por lo que su padre intento tranquilizarse un poco y hablar bien con ella.

— Lo sé, pero no es un asesinato lo que buscamos —. Le explico el adulto.

— ¿Qué? —.

— Que debes dejar en paz a Jimin en cuanto a estar vivo se trata—.

— Sigo sin entender—. Le dijo la chica.

— Debes ser más lista, Jimin —. Dijo el hombre acercándose a la chica en la cama, pues su pequeño acto para deshacerse de Jimin le había causado que se enfermara. — No es la manera en al que debemos lograr que Jimin deje este mundo —.

— ¿Entonces cómo? —.

— ¿Qué piensas hacer en la fiesta de beneficencia? —. Por supuesto que nada bueno. — Desiste de ese plan, tengo uno mejor—.

— No lo haré—.

— Escúchame Jimin, obedéceme, sé que debemos hacer, confía en tu padre —.

— ¿Y cómo piensas hacerlo, entonces? —.

— Quitar a ese chico del camino —. Dijo el hombre viendo a las dos mujeres en la habitación.

— ¿A quién? —. Pregunto su esposa, pero Jamie ya había entendido.

— Quitar del camino a Min Yoongi —. Dijo Jamie muy sonriente mientras su padre le daba un ligero asentimiento de cabeza.




...

Cuando aquel estornudo apareció Dakho se sobresaltó al punto de dejar caer las tasas de Té que traía en aquella charola, y es que bien, ahora sus dos padres estaban en cama, sufriendo de un gran resfriado.

— Dakho, te dije que te quedaras fuera —. Le dijo Yoongi, quien era el único despierto, pues Jimin había caído rendido por la medicación hacia buen rato ya.

— Leí en Internet un remedio para el resfriado, sólo estoy ayudando —. Yoongi sabia su intención y le resultaba dulce, pero debía ser un buen padre en ese momento.

— Si te enfermas Jimin entrara en pánico—. Si, Dakho lo sabía, vamos, ni siquiera podía salir al jardín sin parecer una pelota de ropa.

— Pero estoy usando el cubre bocas, es que no quiero quedarme fuera —. No, no quería, deseaba estar con ambos hombres, además, aunque le decían que estaban bien, Jimin había tenido fiebre y eso le tenía preocupado.

— Pero debes hacerlo, estamos bien, sólo necesitamos descansar —.

— No tendrían que estar en cama si no se hubieran ido a jugar a la nieve sin mí —. Dijo él niño, y es que bien le mintieron un poco a este, y al señor Park también, claro, de distinta forma, pero lo hicieron.

Nacido para donar (YOONMIN)Where stories live. Discover now