𝑀𝑎𝑠𝑞𝑢𝑒𝑟𝑎𝑑𝑒 ~𝐿𝑒𝑣𝑖𝐻𝑎𝑛~

𝑋𝐿𝑉𝐼𝐼𝐼 𝐴𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟𝑛𝑜𝑠, 𝑎𝑏𝑟𝑎́𝑧𝑎𝑚𝑒

Ver a Nanaba vulnerable de esa forma al borde del miedo con el exceso de lágrimas en las garras de ese monstruo era lo peor que pude vivir este tiempo, más allá de haber perdido a mis padres este dolor y trauma era algo que cargaría por siempre pero no permitiría que nadie más muriese protegiéndome o por mi inminente culpa.

Zeke notó que me delataría, no iba a permitir que Reiss le metiera un balazo a Nanaba y peor aún dejar que hiciera semejante atrocidad con su bebé, necesitábamos gente o esto no daría para más, yo no daba más... sabía de sobra que al hacer lo que iba a hacer me pondría en peligro a mí y al hijo que esperamos Levi y yo pero... Nanaba y antes de gritar fui sujeta por Zeke quien me tapó la boca, en otra circunstancia Levi y Kenny lo habrían torturado hasta la muerte pero por la situación ninguno de los Ackerman movió un músculo, Kenny buscaba la forma de desviar todo pero no permitiría que a Nana le sucediera algo, chillé entre el falto aire por la fuerza que ejercía Zeke al detenerme y de la nada Rood me escuchó, me preguntó si sabía algo a lo que quise hablar pero Zeke nuevamente interfería, eso me enojó y lo demás fue cuestión de segundos.

Rood le inyectó el virus a Nanaba solo allí mordí desesperadamente la mano de Zeke quien me soltó y finalmente se lo dije pensando que evitaría que el líquido entrase en ella.

~~¡Déjala!, ¡Soy yo!... ¡Yo soy Hanji Zöe!, no lo hagas...

Ojalá lo hubiese hecho antes, pude ver en esos micro segundos como la mitad del líquido viral ingresaba en Nana la cual caía rendida, la mirada depredadora de Reiss en mí, Nana cayendo al piso siendo retenida en los brazos de Grisha y de pronto el enemigo cayó, como era de esperarse Yelena actuó y ese fue el punto clave para que todos se incorporaran, de la nada Kenny llegó hasta nosotros abriendo la celda y Moblit estaba ya junto a él dotándose de un par de armas, la celda se abrió y varios hombres enemigos entraban por varias puertas, no podía distinguir nada hasta que Zeke me tomó del brazo empezando una carrera por nuestras vidas.

No podía procesar nada, todo era un caos y quería encontrar a Nanaba pero en esa carrera vi cómo Zeke me dejaba con Moblit quien me recibía con cuidado y gritaba.

~¿Estás bien Hans?... ¿Tu bebé?.

No podía responderle, mi mirada estaba buscando dos personas en esa multitud mismas con quienes no daba, quizá Moblit fue muy paciente porque en vez de devolverme a la realidad sentí que estaba siendo elevada en sus brazos y corría, en ese instante vi a Zeke nuevamente a nuestro lado gritando como loco.

~Sácala de aquí... Voy por mi hermano.

Ojalá hubiese sido sencillo pero no lo era, un sacudón temible nos tiró a todos al suelo, enemigos y aliados y una luz roja empezó a parpadear en el ambiente, algo sucedía, algo malo definitivamente pero no entendía qué, en medio de todo la voz que me llamaba de forma iracunda hizo que Moblit tras levantarse conmigo en brazos regresase a ver y solo allí noté el miedo en el ambiente.

~No se irán a ningún lado, si yo muero mueren todos.

El golpe de Yelena no fue suficiente, no sé que fue peor si la situación en la que nos dejó tras sentir el golpe seco de las puertas metálicas apareciendo de la nada dejándonos encerrados, algunos ya de pie, otros aún en el suelo pero todo aliados o no entendimos que nos confinó Rood quien con su rostro psicópata estaba dispuesto a todo, y entonces pasó... el detonante del arma asesina se escuchó de nuevo seguido de algunos gritos que reconocía diciendo mi nombre con desesperación, solo cerré los ojos y sentí el golpe seco en el suelo pero no existía ningún dolor del hierro atravesado en mi carne y fue cuando entendí que el derribado era Mobu quien yacía en el piso adolorido mientras su pierna derecha sangraba solo una vez en el suelo noté que la situación era peor de lo que habríamos podido controlar, el piso estaba encharcado de agua en pocos segundos "Mierda, nos va a ahogar" pensé con temor recordando por instinto que mi capacidad de nado era regular por no decir nula y sin embargo todo ese pensamiento mermó cuando sentí una seca acción dolorosa, mi grito desgarrador y luego en menos de segundos fui arrebatada de la compañía de Moblit para ser arrastrada del cabello por Rood Reiss que solo el cielo sabe como llegó tan rápido a mí, nuevamente los gritos con mi nombre y allí distinguí sus ojos, esos ojos grises azulados a una distancia de extremo a extremo mientras Reiss elevaba mi cabeza para que nos encontrásemos, Levi tenía un rostro inicial de temor y tras verme cómo era incorporada su expresión se transformó a furia una inigualable mientras empezaba a correr en mi dirección, no podía enfocar a nadie más que él pero a medida en que mi esposo avanzaba podía notar a los dos de mis chicos conjunto a Kenny destrozando a los hombres de Rood Reiss, no tenía idea de donde estaba Nana, Carla o Eren con Mikasa y Jean, a estas altura habría querido que Zeke estuviese cerca pero ya ni siquiera podía entender todo esto ¿Cuándo pedimos vivir este infierno? mi corazón se encogía terriblemente porque no era justo, nunca pedí esto y estoy segura que mis padres tampoco lo pidieron, nadie pide dolor o muerte a cambio del caótico destino por el egoísmo o genocidio de clase, fiebre que padecía Rood Reiss desde hace tanto.