Acto 12

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Mamorita Kino se quedó totalmente petrificada ante la respuesta de su delegada de clase, no esperaba que le respondiera así de tajante, quería creer a todas luces que no era cierto, que algo así no podría ser verdad, ¿Por qué a su delegada le gustaría ese profesor? En especial ese profesor, sabía que Hanako Furukawa nunca tuvo ningún interés en absolutamente nadie, ¿Por qué sería diferente con ese maestro de matemáticas? La verdad era clara para Mamorita, con intenciones o no, Hanako tenía más probabilidades de poder entablar algún tipo de relación con ese hombre que era su profesor, pese a todo lo anterior, Mamorita quería creer que las cosas no eran así y que simplemente Hanako no podía tener interés en ese profesor, por la forma de ser de esa castaña, sin embargo, Hanako entendía muy bien los temores de esa chica que se quedaba en completo silencio, sabía perfectamente que Mamorita quería aferrarse a algo que aunque fuera mentira, la hiciera sentir mejor consigo misma, algo que no le permitiría esa chica de ojos esmeraldas, pues lo que menos deseaba era que Mamorita Kino, sintiera que tenía un mínimo chance aunque fuera.

—Su compañía se ha vuelto muy importante para mí Kino, es un gran hombre, me ha demostrado su amistad sincera de una forma desinteresada, también su novia es una hermosa mujer tan linda y dulce conmigo —aunque había muchas mentiras en lo que decía Hanako, lo cierto era que al expresarse de él, lo hacía con completa sinceridad y hasta calidez—, puedo decirte que lo he llegado a considerar mi amigo, ha sido el primer amigo que he tenido, Kino —lo dijo con gran afecto—, hay algo que quisiera añadir, y es que no quisiera que se pensarán cosas que no son, agradecería tu discreción al tema.

Mamorita se quedó totalmente confundida, no tenía palabras para poder hilar, se creyó absolutamente todo aquello que le había dicho su delegada de clase, intuyendo para sí misma que tenía, como siempre, una visión preconcebida de una Hanako Furukawa que realmente no conocía, se llenó de culpa esa chica de ojos lila y cabello como el ébano, sintió cargos de conciencia por haber pensado mal de su compañera de clase, sobre todo cuando la misma Hanako le contaba en confidencia algo que era muy personal para ella, creando en Mamorita el deseo de poder disculparse de algún modo posible.

—Yo, realmente estoy tan avergonzada contigo Furukawa-sempai, discúlpame, malinterprete tú amistad con el profesor Li, te juzgue mal, incluso cuando me has demostrado tu dulzura y sinceridad conmigo, admito que realmente envidió que consideres al profesor Li como tu primer amistad y no a mí, pero puedo entender que no se pueden forzar las cosas, así que no te preocupes por nada Furukawa-sempai, guardaré tu secreto más valioso. —Toma con delicadeza sus manos, demostrándole ternura en ese gesto.

—¿Malinterpretar? No lo comprendo Kino, ¿A qué te refieres con eso? —dijo haciéndose la loca, solo para terminar de confirmar lo que ella ya sabía.

—Lo siento tanto Furukawa-sempai, pero pensé que el profesor Li te gustaba de diferente forma —admitió llena de vergüenza.

Hanako bastante consciente del tema, se hizo la sorprendida ante Kino, cubrió sus labios con sus dedos, demostrando cierta timidez que no existía, pues realmente Hanako supo desde el día uno que Mamorita tenía sus dobles intenciones, tanto para acercarse a ella como a su profesor, sin embargo debía guardar la compostura, ya que lo último que realmente quería era darle más información de forma innecesaria a esa jovencita de ojos lila, piel blanquecina, y cabellos azabaches.

—Qué vergüenza, no pensé que esto pudiera pasar. —Fingió abochornarse.

—¡No, por favor! No tienes que explicarme nada sempai, la única culpable aquí soy yo, solo pensé en anteponer mis sentimientos en vez de las realidades.

—¿Entonces eso quiere decir qué el profesor Li es de tú atracción?

—Pues, sí, así es —dijo con vergüenza.

Di mi nombreWhere stories live. Discover now