¿Accidente o Simple Casualidad?

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Capítulo 31: ¿Accidente o Simple Casualidad?

~~~Narra Narradora~~~

Aarón ya no sabía en qué creer, ya no tenía ningún motivo que lo condujera a abandonar Mar del Plata, pues no tenía manera alguna de hacerlo. Aquella situación completamente desfavorable fue ocasionada por su hermano menor de una manera algo extraña. Al parecer el menor estaba recogiendo la ropa sucia, sin embargo en un descuido tropezó de tal manera que chocase con el escritorio, haciendo que del mismo rebotara aquella lata, la cual no dudo para nada en mostrar a Alessandro.

Tan solo eran las cinco de la mañana y la mayoría de los propietarios de aquella casa se disponían a recuperar energías para el próximo día, sin embargo uno de ellos intentaba caminar por el pasillo de la misma sin generar el más minúsculo sonido. Una vez se topó con la puerta del cuarto de su hermano, entró sigilosamente con un objeto en manos.

Paso a paso se acercó a la cama del mismo, donde yacía el castaño plácidamente dormido. Acercó su mano a la boca del mismo, en la cual poseía un pequeño objeto naranja con cierta forma ovalada. Insertó aquel objeto en la boca del mayor para así obligarlo a tragar aquel objeto.

- Descansa Aarón... Mañana es tu último día- Sonrió cínicamente para luego retirarse normalmente de aquel cuarto.

Aquel acto que cometió, nuevamente, era la gota que rebalsaría el vaso...

~~~

Un nuevo Miércoles inició, un día en el cual predominaba el frío, el cual obligaba a la mayoría de los Marplatenses a salir bien abrigados. Ese mismo día se presento un repentino paro escolar, por lo cual esa noticia alegro a mas de un alumno. Sin embargo aquel día de relajación se vio afectado para el Lucero mayor, pues se vio obligado a llevar a su hermanito al hospital en que fue internado, para averiguar que debían de hacer ante tal herida.

Decidió invitar a su novio, solamente para prevenir cualquier incidente. Mientras caminaban al hospital de Castelli, el cual se encontraba a siete cuadras de su hogar, un leve mareo se presentó en su cabeza, haciéndolo tambalear en su lugar. Por unos segundos su vista se tornó algo borrosa, haciéndolo parar en su lugar.

- ¿Aarón, estás bien?- Al ver el rostro del castaño, opto por preguntar, pues este mostraba una expresión de disconformidad.

- Si, si... Fue momentáneo... - Al ver como el menor le clavaba una mirada fija, optó por mentir.

- Avísame, ¿Okis?

- Ok...- Retomó su caminata con su vista más borrosa y nublada de lo normal, sintió como su cuerpo le pesara, no sentía nada.

En un gran descuido terminó por sentir un bajón en su estómago, seguido de cómo su piel terminó por palidecer a más no poder. Al intentar avanzar, su pie falló por completo dando un paso en falso, el cual lo condujo directamente al asfalto de la misma.

- ¡¿Aarón?! ¡Amor!- Rápidamente se acercó a la posición del castaño que yacía tumbado en la vereda, intento llamar su atención de cualquier manera, solamente que este parecía no escucharlo- Está inconsciente...- Tranquilamente acomodo el cuerpo del menor, de tal manera que su espalda esté apoyada contra la superficie.

Miro.

Sin ninguna clase de tensión, observó si el castaño respiraba, si su pecho se inflaba.

Escucho.

Acercó su oído al pecho del mismo, solamente para oír sus latidos.

Siento.

Acercó su mano a una corta distancia de su nariz, y así comprobaría si este respiraba.

Una vez examinó su estado, prosiguió a tomar su propio celular y realizar una llamada de emergencia, ya que por lo que aprendió en sus clases escolares, si un cuerpo inconsciente se encuentra en estado de inconsciencia se le debe de colocar acostado en una superficie plana, de tal manera que su cuerpo esté acostado boca arriba. Luego de eso, se le debería de realizar el m.e.s: Miro-Escucho-Siento. Cuánto mucho el r.c.p: Dos insuflaciones, treinta compresiones por cinco veces, realizar el m.e.s y tomar el pulso, nuevamente repetir el mismo proceso de reanimación.

Marcó un número en su celular y prosiguió a esperar.

- Tranquilo Gael, Aru va a estar bien- Tranquilizó sutilmente, observando el rostro del mencionado, recibiendo una relajada sonrisa como respuesta.

Gael: (Pobrecito) (Ojalá no despierte) (Pero) (Debe despertar) (¿Con quien me divertire?)

Nada más recibió una mirada de confusión, expresión que esperaba recibir. Sabía a la perfección que Valentín desconocía la lengua de señas y sin un traductor, no obtendría una adaptación. Acabo por sonreírle con falsa preocupación, acompañándolo en la espera a la llegada de la ambulancia.

Continuará.

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