Una Estrella que Jamás se Apagara

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Capítulo 55: Una Estrella que Jamás se Apagara

~Narra Aarón~

El presentador presentó a mi persona, lo cual me dejaba en claro que debía de salir al escenario. Por dentro era un manojo descontrolado de nervios, no dejaba de expresar esa ansiedad que, lentamente, se adueñaba de mí estómago en forma de vértigo.

¡Qué nervios! Rogaba de verdad que los nervios no me jugarán una mala pasada, puesto que en esos momentos es bastante común que suceda una de las siguientes situación: Que se me olvidará la coreografía, comenzarán a temblarme las piernas, de repente y de manera totalmente ilógica me ganarán las ganas de visitar el baño o me ocurrieran todas esas tragedias al unísono. Cosa que es bastante común a la hora de competir.

El solo pensar, es una competencia internacional, me ponía los pelos de punta. Mi respiración se descontrolaba, ya que habían diversos bailarines que poseían diferentes capacidades y habilidades a las mías, aunque no debía preocuparme.

Con mi traje de competencia, el cual era un hermoso reflejo de elegancia pura, realizaría mi debut solista, la mayor ventaja que poseía era que podría utilizar nuevamente la coreografía que utilice para ingresar a Full Dance, solamente que esta vez no tendría el más mínimo error en la misma.

Había practicado esa coreografía por más de 3 años. Estoy en la flor de mí juventud, aún con 21 años, la capacidad física que domine era de sorprender.

Estaba en el centro del escenario observando el horizonte teatral. Suspire relajado y permití a mis manos soltarse de la tensión, dejándome abrazar por el encanto del momento. De pronto la música dio inicio, dando paso al vivo reflejo de la vida que tanto soñé en un hermoso reflejo artístico.

Tan solo inicie, la nostalgia se presentaba en mi interior, el solo recordar mi trágica vida, la cual resultó tener un final esperado, nos permite reflexionar millones de hechos que a cualquier individuo podría estar afectando. El bullying, el maltrato y abuso familiar, los chantajes, el amor y el odio, el autolesionarse, la depresión, prostitución y discapacidad...

Si nos ponemos a pensar y reflexionar cada uno de estos temas, todo tiene un trasfondo y una respuesta... Estos particulares items, en la actualidad abundan en su totalidad, las personas viven con miedo, miedo a salir de casa y nunca regresar, miedo a ser golpeados y censurados, tememos por nuestras vidas y es normal, lamentablemente es normal y está naturalizado, tememos a hacer lo correcto, lo que dicta nuestro corazón...

No debemos permitir que las vidas de esas personas acaben, pues ellos no tienen la culpa... La culpa la tiene aquel que no da la cara, ya que cuando el o ella recurre a la violencia, significa que ya no posee ninguna clase de poder ante nadie, entonces para hacerse resaltar o respetar, nos hieren física y psicológicamente... Yo fui, soy y seré un claro ejemplo en esta sociedad...

Pero el tiempo siempre sana las heridas, uno puede perdonar pero no olvidar, no debemos permitir que más casos de esta magnitud se presenten, sin embargo, no importa la cantidad de veces que concienticemos a la comunidad, nunca aprenderán...

Lo más simple, piensa y crea tu salvación, siempre y cuando esta no termine por perjudicarte, inicia tu protocolo de vida, tal como fue "La Meta de 27" en mi caso. Mi protocolo nunca dejó de existir, toda mi vida lo conforma, como el a mi. Este mismo se torno y dividió, aunque el resultado siempre fue el mismo. Los protocolos siempre han existido para mantener el orden o mejorar la calidad de vida de un individuo, siempre y cuando sean hechos con fines positivos y nunca negativos o perjudiciales.

La próxima vez, más bien, no habrá próxima vez, no habrán más protocolos para mi vida. Ahora que lo pienso, te ves obligado a cumplirlo aunque quieras o no quieras, debemos vivir la vida tal cual es, sin reglas ni restricciones, debemos ser libres y tampoco abusar de esa libertad, ya que tu libertad termina cuando empieza la del otro, seremos libres siendo nosotros mismos...

No soy la persona que tiene todas las respuestas a la vida, ni tampoco un experto para iluminarles el camino, pero si de algo estoy completamente seguro, es que siempre existe una salida a los problemas de la vida. No asociemos el mal que vivimos como un castigo, sino como una prueba de nuestra voluntad. No necesitamos tener calle, porque valientes todos dicen ser, mientras que uno como individuo no baje los brazos, nuestra fortaleza jamás será vencida.

No hay que dejarnos intimidar ni tampoco ser intimidadores, hay que ser la mejor versión de nosotros mismos. Y si alguien siente envidia e intenta apagar tu luz, significa que eres alguien grande e iluminado, irradias tanta luz que buscarán apagarte de cualquier manera. A mí no me apagaron.

Solo me enseñaron que tan potente era mí luz.

Continuará

¡No puedo con esto!, ¡Queda un capítulo! 😭♥️













































La Meta de 27 Where stories live. Discover now