La Meta de 27

Martirio del Corazón

Capítulo 34: Martirio del Corazón

~Narra Aarón~

El viento chocaba contra mi ser, mi pelo revoloteaba al compás de esas relajantes brisas frías, las olas rompían con brutal fuerza en las rocas, eslabones, y llegaba con gran tranquilidad a la arena, en donde la sal se plasmaba en una línea deforme. Yo... Yo solo observaba aquel paisaje para así distraer mi mente y evitar llorar...

La verdad estaba más que destruido, mi corazón sufrió más que nunca en muy poco tiempo, me dolía... Me dolía a más no poder... Había experimentado algo a lo que todos llaman, el primer amor... Ese amor que nunca olvidaras y es el que más dolerá... Mis ojos ya no tenían más lágrimas para expresar mi dolor, necesitaba desahogarme, a pesar de que lo he hecho por un largo rato.

Cuando leí la carta, me sentí más que miserable, definitivamente terminé solo, sin amor... Sin familia, si a lo que tengo puedo llamarlo familia... ¿Qué me quedaba? Una estúpida carta que al leerla, me dejaba en claro que debía de vivir mi vida...

¿Qué vida voy a vivir? Una triste, oscura, gris...

Por lo menos al salir del hospital, solamente deseaba estar solo, en donde nadie me viera débil. La playa, a estas épocas del año nadie la visita por el inmenso frío. Ese sitio me daba algo que nadie me dio, serenidad, era un paisaje divino y relajante en donde yo podía llorar sin nadie que me interfiera.

Tampoco me quiero imaginar lo que será mi vida después de esto, tal vez Gael tuvo razón... Estoy destinado a vivir en paréntesis, solo, triste, dejado, sin amor, sin amigos, sin una vida... Al menos la playa me recibe sin ninguna queja. Es el lugar perfecto para mi, el mar hace ver a mis lágrimas mucho más pequeñas, el viento al chocar en mi, me da una sensación acogedora, ya que él siempre está para abrazarme en todo momento, sin cansarse o aburrirse. La arena marca mis pasos, esos pasos indican que acabo de regresar de un cruel momento para así no volver a pisarlos jamás, y aquello que quedaba por pisar, era mi futuro... ¿Cuál sería? Soledad eterna...

Ahorita mismo solo deseaba estar... ¿Muerto? Por lo menos la muerte me recibiría con los brazos abiertos, ella nunca se olvidaría de mi, pero, quiere que sufra un tiempo más...

Tome asiento en el mismo lugar donde tuve mi primer beso con Valentín, en donde ambos nos confesamos y descubrimos el amor mutuo. En este mismo lugar disfrutamos, nos divertimos, me sentí mucho más que feliz ese día, ya que alguien me había dado una oportunidad de ser alguien...

"Necesitas a una persona que te de amor..."

Claro que la necesito, estoy desesperado, y lo admito, necesito un abrazo, palabras, compañía, por lo menos que alguien me pregunte como estoy, eso me dejaría en claro que por lo menos, alguien en el mundo se interesó por mi.

Necesito el amor de... Valen... De mi familia... Necesito eso...

"Me gustas Aarón... Y no quiero verte triste"

Se que no querías verme triste, me devolviste la sonrisa que nunca enseñe. Esa tristeza desapareció estando a tu lado, me hiciste ver las cosas de otro color... Cuando me dijiste que yo te gustaba, primero estuve nervioso, luego la tan famosa felicidad me dominó en su totalidad, el me quería...

Quién diría que unas palabras tan tiernas pueden cambiarte el día, o la vida...

"Además prometo que nunca te haré daño"

Lamentablemente las promesas nacieron para ser rotas, destrozadas. Las promesas son palabras que te ilusionan vilmente y cuando te enteras que fueron más que puro palabrerío, duelen... No quisiste hacerme daño, pero, pero... Mi corazón, mi corazón se rompió en dos mitades imposibles de reparar...

Cuando me entere que me dejaste, me hiciste un daño irremediable... Esa carta parecía haber sido escrita con odio, fuiste tan directo y nada compasivo, que me dolió en lo más profundo de mi ser...

Además, tranquilamente pudo haberme dejado cara a cara y haber visto y presenciado el momento exacto en que mi corazón se rompía... Solamente que nadie es tan valiente para afrontar esa clase de consecuencias...

"Creeré lo que me digas"

No confiaste en mí, yo nunca he tenido motivos para mentirte, siempre te he dicho la verdad tal cual era, ya que las mentiras siempre atraen problemas. Además, yo no puedo mentir, ya que mi vida fue una cruel y descarada mentira. Mi vida fue una mentira ocasionada por un psicópata. Siempre imaginé que mi madre falleció por un accidente y no por un sabotaje, que mi padre no tenía motivos para odiarme, cuando en realidad tenía mil y un motivos para no considerarme parte de la familia, y lo más doloroso, pensé que mi hermano me amaba, cuando en realidad me detestaba...

Así es, toda mi vida fue una mentira, y si incluyo algo más, La Meta de 27 a pesar de ayudarme a tener una buena vida, la arruinó y destruyó...

Y aun así, él no me creía, desconfiaba de mis palabras... ¿No puede haber algo peor?

"Te protegeré y te amare"

Me protegerías...

Lo intentaste.

Me amaras...

¿Por qué prometió eso?

Claramente en la carta aclaraste que ya no tenias mas amor para darme... Eso me dolió, me afectó... Y doler, dolerá un tiempo...

"¿Me aceptas?"

Continuará.