CAMINOS CRUZADOS {48}

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{Capítulo 48}

THUNDER

Tomé a Sigh de la mano, envolviendo mis dedos entre los suyos y apretando con fuerza. Y sin tiempo que perder, subimos al escenario por la parte trasera. Yendo de camino, vi a Richard entre la multitud. Le guiñé un ojo y este asintió satisfecho, reparando con mayor notoriedad a la persona que se encontraba a mi lado. Sigh le dedicó una última mirada a su abuelo antes de subir al escenario, y ambos llegamos hasta arriba.

Una vez en el backstage, dos maquilladores algo agobiados se llevaron de mis manos a Sigh. Yo no tenía dónde ir, por lo que los seguí, y esperé sentado paciente sobre una de las muchas cajas metálicas que había en cada esquina. Mientras que a esta le creaban un bonito maquillaje ahumado que le hacía resaltar la mirada.

Sigh me vio por el espejo y alzó y bajó las cejas.

Le guiñé un ojo en respuesta.

Esta cerró los ojos por un momento para que retocasen el maquillaje de sus párpados cuando pude ver cómo por el espejo a dos figuras familiares entrar al backstage y llegar hasta nosotros.

La canadiense descifró las pisadas al segundo. Hubiesen terminado con su maquillaje o no, esta se levantó hacia ellos. Algo pasmada en el sitio.

—Como Sigh va a cantar... —explicó Xander orgulloso en el sitio, con las manos dentro de sus bolsillos—, hemos pensado que necesitaríais algo de ayuda, ¿no?

Raider se colocó a su lado y rehusó mirarme.

Bueno, prefería el silencio a las disputas.

—¿Qué hacéis aquí? —preguntó Sigh abriendo mucho los ojos, y quitándose de encima los pequeños ganchos que habían colocado sobre varios de sus mechones para retocar su maquillaje, que era sencillo pero lo suficientemente intenso en la mirada como para ver esos ojos azules a metros de distancia.

—Richard nos ha pedido que subamos —explicó Raider, cruzándose de brazos y pude ver en él lo más parecido a un intento de sonrisa.

—Ahora sí, estamos el grupo al completo —determinó Xander con firmeza.

Todos miramos al estadounidense, que rodaba los ojos y suspiraba sonoro.

—El grupo al completo —dijo Raider a regañadientes.

—¿Sin problemas? —Le tendí una mano, amistosa. Al menos por hoy, nos mantendríamos serenos.

—Sin problemas. El pelirrojo me ha hablado bien de ti... Me tendrá que servir por hoy.

Por hoy...

Casi estallé en carcajadas por ello, de no ser por que nuestros nombres sonaron por los grandes altavoces. Lo que nos indicaba que era nuestro momento.

El simple hecho de escuchar aquello me hizo recordarme que todo esto era real.

Lo estaba viviendo, en presente. Ya no era un simple sueño, era una completa realidad.

Tragué saliva con fuerza y respiré e inspiré profundo. Antes de salir a darlo todo, pensé en todos nosotros, en lo que nos había unido. El verdadero motivo por el que todos estábamos aquí presentes.

Los caminos de una canadiense, un escocés, un estadounidense, y un danés, se habían cruzado. Por muchos obstáculos que cada uno, y en conjunto, hubiésemos atravesado, ahora sobre el escenario éramos un grupo unido dispuesto a proporcionar un espectáculo único.

Digno de todo nuestro inmenso e inagotable talento.

Eléctricos suspirosWhere stories live. Discover now