Capítulo 15| Dile.
Antonella Cavalcante:
Eran ya las diez de la mañana cuando el bullicio en casa se escucha, bajo las escaleras tras ponerme una camiseta de Will y me encuentro justamente con cinco personas desayunando alegremente en el comedor, mientras charlan y ríen. Maxandra se encuentra en las piernas de Seb y Nate con mi mejor amiga se están dando el desayuno mutuamente.
¿En que mundo alterno he entrado?
—¿Por que todo es rosado y brillante esta mañana?— bostezo y camino directamente hacia mi novio, necesitando mi dosis de amor matutino.
—Por fin has llegado— suspira con alivio Will, quien me recibe con aún más emoción que la mía— Seb no deja de decirle cochinadas a Max creyendo que no estamos escuchando y Nate y Eleanor están en su fase luna de miel.
—Buenos días— le beso los labios lentamente, disfrutando su sabor a menta y a café.
—Hablas de nosotros pero ustedes dos actúan igual— lo molesta Seb, separándose de los labios de su nueva novia— Creen que somos idiotas pero ayer notamos que no estaban.
Me hago la desentendida.
—No se de que me hablas— me siento en las piernas de Will y tomo su humeante taza de café en las manos— ¿Tu sabes de que hablan, cariño?
—Ni idea, Julie— me sonríe cómplice.
Eleanor de inmediato se hecha a reír.
—¿Estaban jugando a Ariel y Eric y se perdieron en la playa?— nos molesta ella.
—Ven Will, te daré unos arrumacos—dejo la taza y tiro de él hacia el sofá para acurrucarme en sus brazos y empezar a besarlo por la cara entera, haciéndolo cambiar de humor.
—Debí quedarme en la cama contigo— ronronea en mi cuello.
—Aún no es tarde— le susurro.
—¡No va a irse otra vez a la cama!— Nate nos explota nuestra fascinante burbuja.
—¿Que diablos, Nathaniel? déjame disfrutar a mi novio— lloriqueo y me abrazo aún más a él, como si fuese un koala.
—Will tiene que hacer unos mandados— cuenta Sebastian y yo salgo de mi escondite para mirarlo con el ceño fruncido.
—¿Perdón?
—Tengo que ir al supermercado— Will, sonrojado, me cuenta— ya que ninguno de estos vagos de mierda quieren ir.
—¿Es que les pesa el puto culo?— les digo y ahora son ellos quienes se hacen los desentendidos.
—Se ha ofrecido— señala Nate.
—Y una mierda— espeto— vayan ustedes.
—Está bien, Nelly, puedo ir— suspira.
—Tienes que evitar que sigan tomándote por el culo, mi amor— hace un puchero a la vez que le paso una mano por el cabello con suavidad— Dejen de tomar a mi novio cómo un sirviente— los señalo a los dos con enojo.
—¡El nunca se queja!— salta Nate— además, son favores de mejores amigos.
—¡Deja de usar eso a favor, imbécil!
—¡Pues es que nunca está ocupado!— continúa protestando.
—Exacto, nunca está ocupado— defiende Bash.
—¿Y ustedes si, viendo al fútbol y bañándose desnudos en la piscina como que nadie los ve?— Eleanor sale a mi defensa cuando ve que los dos simios me están atacando.

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El Mejor Amigo De Mi Padre. ©
Romance¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamos respirar ni existir sin tenernos. Era lo mejor que nos había pasado, así que ¿por que estaba mal...