13- "TAN...TAN..TAN"

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Christopher Davis.

Había llegado a la playa, eran casi las 5:30 y debía admitir, que todo estaba espectacular tanto Anne cómo Fannie, habían hecho un trabajo magnífico con la decoración, y todo lo demás. Todos los invitados ya se encontraban en sus asientos, yo caminé con los chicos por el caminito de rosas blancas y rojas, y me pare frente al juez dedicándole una sonrisa y una mirada cortéz. Saludé con la mano a unos cuántos amigos y socios. Pero algo no estaba bien, entre los invitados se encontraba Jessica. Malditasea!! que hace esa loca aquí, que no le quedó claro que no quiero nada con ella. Maldición carajo!!! Grite para mí mismo. Le hice una seña a Francisco para que viniera y aquel me vio sorprendido pero se acercó.

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_¿Qué pasa contigo? No me digas que te arrepentiste, porque te pego los zapatos del suelo para que no puedas huir- me dijo Francisco mientras me fulminaba con la mirada.

_¿De qué hablas? Noo, claro que no. Pero allá está Jessica, y tenlo por seguro que vino hacer un escándalo, necesito que la saques de aquí- le pedí a Fran muy preocupado.

_¡Esa loca! ¡Maldición!, eso te pasa por tener algo con gente que tiene fundido el cerebro, pero está bien. La llevaré lejos de aquí y le diré a seguridad que no la deje entrar si se aparece de nuevo por aquí- me dijo Francisco para ir directo a dónde ella y sacarla de allí sin hacer un solo ruido.

Al verla salir de brazos con Francisco, me volvió el alma al cuerpo, debía contarle a Anne pero esté no era el momento. Seguí con mis pensamientos hasta que la música típica de bodas me saco de ellos, y eso solo podía significar una cosa, venía la novia.

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Anabelle Collins.

Estaba muy nerviosa, ya estaba llegando a la recepción junto a la playa, cuándo ví a mi padre hundido en lágrimas al verme llegar vestida de novia, me daba algo de tristeza saber que el estaba así y todo ésto era solo una farsa. Pero solo me quedaba fingir.

_¡Estas hermosa hija!, no puedo creer que esté día haya llegado tan rápido- dijo el, mientras tomaba mi mano.

_Gracias papi, ¡te quiero mucho!- le dije mientras una lágrima se deslizaba por mi rostro.

_¡Yo más hija!, ahora vamos- hablo para luego tomarme del brazo darme un beso en la frente y guiarme por el camino de rosas.

Tenía que decirlo, estaba orgullosa de cómo había quedado todo, podía dedicarme a organizar bodas junto con Fannie, cuándo pise la punta del sendero y vi a todos, sentí que me iba a desmayar pero luego mis ojos y los de Christopher se encontraron, y pude sentir esa calma que necesitaba para poder seguir mi camino tranquila, el se veía muy guapo. Y no, el no paraba de mirarme boca abierto cómo si de verdad se estuviera casando con el amor de su vida.

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Christopher Davis.

No pude evitar sonreír cómo un idiota, al ver a Anne del brazo de su padre, estaba muy hermosa, se veía radiante. Yo de verdad me sentía cómo un hombre enamorado viendo a su mujer, pero mi cabeza me hizo recordatorio de que todo es una farsa. Así que desvíe la mirada un poco, pero sin dejar de sonreír para que la gente no notará nada extraño.

Cuándo llegó el padre de Anne a dónde me encontraba junto con el juez, le dedique una tierna sonrisa a el. Para escuchar lo que tenía que decirme.

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_Te entrego a mi única hija. Chris, Cuidala mucho y hazla feliz, o si no- me dijo el haciendo una mueca de que me cortaría a mi amiguito de abajo.

For you, for me. Where stories live. Discover now