Chapter Thirteen: Trevor

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La noche con Matt terminó conmigo intentando enfocarme en el ensayo de la clase mientras hacía todo lo posible por mantenerme calmada y para nada perturbada con el hecho de la estupidez que me había atrevido hacer. El lucia de lo más apacible concentrado en su cuaderno negro mientras escribía quien sabe qué cosas, yo continuaba pretendiendo aunque por dentro me hundía con cada hora que pasaba. Me dolía mucho saber que no era correspondida pero tampoco me atrevía a alejarme de él. Lo que había hecho fue arriesgado, lo sabía y las consecuencias podrían ser graves pero me aventé. Lo intenté y yo jamás había intentado nada y aunque no había sido como yo esperaba, creo que estaba bien. Ahora sabía que no era correspondida y que debía de deshacerme de mis sentimientos hacia él.
Para las 8:00 de la noche ya era hora de irme. No quería pero tampoco podía quedarme un segundo más aquí. Era como si la brecha entre Matt y yo fuese creciendo aún más al grado de apenas y poder ver su silueta. Estaba más serio de lo usual, no había duda que era debido a lo sucedido y lo único que podía hacer para "solucionarlo" era sonreír e iniciar una conversación sobre películas para apaciguar el ambiente, y aunque conversamos ambos evitábamos el contacto visual. Eso me hizo sentir peor hasta que ya no pude más y decidí que era tiempo de irme. No importaba si tenía que enfrentar a Jared, en este momento no podía soportar más continuar a su lado.

Le pedí en que no me acompañara a casa y por primera vez no insistió. Y aunque una parte de mi quería irse sola, otra deseaba que me hubiese insistido porque eso significaba que habíamos retrocedido tres pasos hacia atrás y nos dejaba en una posición incierta. Una vez que caminé lejos de su casa, las lágrimas comenzaron a salir sin control. No me contuve porque era mejor llorar en la soledad de la naturaleza que en la de mi cuarto con Jared estando tras la otra puerta. No hice nada por limpiar las lágrimas de mis mejillas pero una vez que estaba cerca de casa respire hondo, limpié mis ojos y cuando estaba a punto de entrar escuché los gritos de Jared. Estaba pelando con mi madre y para evitar involucrarme decidí entrar por la ventana de mi cuarto. Estaba lo suficientemente triste como para agregarle las peleas de aquel imbecil. Mi madre debía lidiar con él pues no estaba dispuesta a recibir golpes por alguien que no estaba dispuesta a defenderme.

Me coloqué mis audífonos para bloquear los gritos y el llanto de mi madre mientras escuchaba a Slowdive. Mis lágrimas salían en silencio y sin darme cuenta en algún punto de la noche me venció el sueño hasta caer dormida y despertar a la mañana siguiente.
Para mi sorpresa Jared estaba despierto. Fue incómodo pues pude sentir su mirada clavada sobre mi como su me atravesaran dagas por la espalda. Desde la desaparición de su asqueroso amigo había estado sintiendo su atención en mí más de lo usual. En serio quería ignorarlo pero al sentirme tan vulnerable por el día de ayer me hacía difícil hacerlo.

—¿Qué mierda fue lo que le hiciste a Garret? —cuestionó.
Lo miré entre indignada y asqueada.
—¿Qué es lo que crees que hice, Jared? —le respondí con cinismo— ¿Y por qué lo haría? —cuestioné con sarcasmo que no me impedí en esconder.
Sus fosas nasales se abrían ante la respiración precipitada mientras su cejo cada vez se fruncía más. Estaba hirviendo de coraje y no tardaba en salir explotado de ira si no me detenía. Pero me importaba un carajo su amigo y la "preocupación" de Jared. De hecho, disfrutaba verlo cableado a causa mía. Me encantó ver su rostro comprimido en molestia.
—Ese chico. ¡Qué fue lo que le pediste que hiciera a cambio de entregarte pequeña zorra! —me acusó.
Solté una pequeña carcajada llena de cinismo.
—No me interesa darte explicaciones. Yo no hice nada. Y aunque me importa lo más mínimo si aparece o si es encontrado muerto, lo único que lamento es no poder haberlo golpeado cuando tuve la oportunidad. Digo, porque tú lo mandaste conmigo y eso no le dije a la policia, ¿verdad? —lo miré pretendiendo inocencia.
Jared se levantó de un golpe de la mesa y con su mano me tomó el hombro hasta golpear mi espalda con el refrigerador. Solté un quejido ante el impacto de mi cuerpo contra la solidez del electrodoméstico.
La tristeza se había transformado en ira, y fue la única razón por lo que me atreví a soltar lo siguiente sin importar las consecuencias de mis palabras.
—Ahora entiendo porque se quedaban hasta noche ambos mientras madre dormía —sonreí de medio lado.
Su palma estampándose en mi mejilla aunque el chasquido sonó fuerte, el dolor fue apaciguado por la satisfacción de verlo encabronado a causa de mi indirecta.
De pronto salió mi madre de su cuarto con una expresión nerviosa y mirada asustada. La miré de reojo e intentó convencer a Jared con caricias para que me soltara. Tenía un moretón en su mejilla izquierda. Él me soltó y yo aproveché para volver a mi habitación y tomar mis cosas para salir de casa.

CHANGES [Matt & Chris Sturniolo] Where stories live. Discover now