Chapter Thirty Four: Lean on Me

285 31 45
                                    

Chris

En algún punto entre el cansancio y la tristeza de tanto llorar, tan solo tocar la cama Theo no tardo en quedar profundamente dormida. No sé cómo pero terminé recostado a su lado observando como su pecho subía y bajaba lentamente. Era la primera vez que la veía dormida tan plácidamente pues, desde que había llegado a casa notaba por el ruido de sus Walkman que se desvelaba y le costaba conciliar el sueño moviéndose de un lado a otro en la cama. Es por eso que no hice nada para despertarla y solo por esta vez simplemente me mantuve en calma a su lado.
Verla quebrarse en la oscuridad y bajo el pie de la cama con el cuerpo de su madre muerta, fue una escena que me removió el pecho.

Ella tenía razón; ahí en aquella oscuridad, estaba sola.

La manera en la que se aferró a mí me hizo actuar por inercia y solo por esta vez bajé la guardia y me permití responder a lo que ella necesitaba. Tampoco era justo abandonarla. Simplemente no pude hacerlo. Su cuerpo se aferró a mi como si temiera que en cualquier momento desaparecería, y aunque me hizo sentir bien también me provocó temor. Estar recostado a su lado mirándola en vez de al techo me hizo cuestionarme muchas cosas y lo último que deseaba era entrar en un conflicto interno.
Podría continuar llevando la situación como desde el principio, pero en este punto incluso yo sabía que si lo hacía me estaría mintiendo a mí mismo. Y ella tampoco merecía ser tratada así.

Tragué grueso y miré en silencio su rostro.
El coraje comenzó a invadirme y de inmediato me levanté de la cama alejándome de ella.
¡No! Es imposible que lo considere.
No puedo. Simplemente no puedo. No es correcto.

Comencé a retroceder aún con la mirada fija en su cuerpo sobre la cama y entonces recordé todo lo que su padrastro le había hecho. Esos abusos, los golpes, los gritos, la manipulación... Cuando ella me dio permiso de poder comérmelo no considere que hablaba en serio pero su manera en la que sus ojos reflejaban odio me hizo comprender que muy en el fondo en serio deseaba que él muriera, sin embargo, su ira solo sería momentánea a comparación de la culpa y ella podía ser todo menos una asesina. Es por eso que no lo hice y no pensaba hacerlo la verdad. No hasta que una noche cruzamos caminos y me confundió con Matt. Estaba sorprendido de verme y pensaba ignorarlo pero entonces comenzó a expresarse obscenamente de Theo y fue entonces que me di la media vuelta encarándolo, no para enfrentarlo sino para saber. 
Lo que vi me repugnó pues fue como si yo fuera cómplice de sus abusivas acciones. Theo parece no recordar por un mecanismo de autodefensa de su subconsciente pero es la razón por la que continúa poniendo seguro a la puerta y no por proteger sus cosas.

Me cerciore de que no hubiera nadie a los alrededores y lo atraje conmigo hacia las profundidades del bosque donde sus gritos no serían escuchados. Lo aventé a la tierra con tanta fuerza que lo hizo salir del trance. Estaba desconcertado y asustado aunque hacía lo posible por no demostrarlo con insultos baratos. Se arrastró por la tierra húmeda y comenzó a correr. Yo dejé que lo hiciera solo para después en un abrir y cerrar de ojos impedirle el paso. Solo quería que creyera que podía escapar, que había una esperanza de que podía salir de aquel oscuro bosque solo para después arrebatarle ese sentimiento y que pensara que, de ser depredador ahora sería la presa.
Quería que sintiera temor. Que llorará y me implorara que me detuviera. Que sintiera agonía mientras lo tumbaba de nuevo en la tierra boca arriba y abría mi boca mostrando mis filosos dientes mientras desgarraba su piel aún estando vivo. Sabía que su dolor sería momentáneo a comparación del de Theo pero lo haría sufrir tanto en este periodo corto de tiempo que lo harían desear elegir la cadena perpetua.

Y entonces me detuve en el marco de la puerta cuando su cuerpo se removió y pronunció mi nombre en un susurro que de no ser por mi oído tan desarrollado no la habría escuchado. Sentí como mi cuerpo se congeló y abrí mis ojos con sorpresa y temor. Mis pies comenzaron a caminar de nuevo hacia la cama mientras mis manos temblaban. Chris. Volví a escuchar saliendo de su boca y fue ahí que volví a introducirme en la cama con cuidado de no despertarla. Su mano descansaba sobre su abdomen y yo estúpidamente la tomé con cuidado sobre la mía. Y aunque estaba dormida, tal vez fue un movimiento en falso pero, apretó el agarre y yo simplemente no la pude soltar.
Tragué grueso y cerré mis ojos tratando de tranquilizarme y convenciéndome que todo estaba bien.
Podía ser un asesino, un monstruo, una bestia, un mito, una leyenda urbana, alguien despiadado sin alma, pero nunca me sentí tan mal moralmente como en este momento, ni siquiera cuando arrebataba una vida por cuenta propia. Lo peor es que me sentía como la peor persona del mundo porque se sentía bien.

CHANGES [Matt & Chris Sturniolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora