Chapter Twenty Eight: A feeling of Familiarity

301 33 42
                                    

Antes de ir a la casa de ellos tenía que pasar antes con Will por algunas cosas mías y avisarle que temporalmente me quedaría en la casa de Chris y Nick.
—Sabes que puedes quedarte aquí tanto tiempo necesites —me hizo saber en un tono suave.
—En serio lo agradezco Will, pero no quiero darte problemas, además no me puedo quedar siempre viviendo en la parte trasera de la tienda —hice una pequeña broma para hacerlo sentir mejor.
—Entonces ven a vivir conmigo. Le explicaré a mis padres y puedes quedarte en el sótano —se apresuró a decirme.
—En serio lo aprecio pero lo último que deseo es invadir en tu hogar e importunar. Estaré bien. En serio —insistí tocándole el brazo.
Apartó la mirada de mi y la pasó por algún punto sobre mi cabeza. Lucia serio aunque hacia lo posible por relajar sus facciones.
—Confió en ti. Pero a la mínima cosa extraña o incomodidad que sientas ven a mi, por favor —me pidió aunque se escucho más como una suplica.
Tenía una expresión decidida y segura.
Tragué grueso y esbocé una débil sonrisa.
—Por supuesto —acepté y me marché de la tienda con las pocas cosas.
Cuando salí Chris me esperaba recargado en la pared a un lado de la tienda con sus brazos cruzados una media sonrisa.
—Te dije —me reprochó.
—Nunca lo dudé —le dije mirándolo con el cejo fruncido.
Chris me observó por largos minutos como si estuviera a punto de decirme algo pero en cambio apartó sus ojos azules de mi, hacía en frente y cerró por completo su boca mientras ponía los ojos en blanco, dibujando una media sonrisa irónica.
El trayecto fue silencioso. No fue incómodo como pensé que sería al estar a su lado, solo fue algo extraño que se mantuviera callado por tanto tiempo pues siempre es ruidoso y siempre parece que tiene una estupidez que decir, pero ahora al verlo de espaldas mientras caminaba en completo silencio, solo por un segundo me hizo recordar a Matt. Claro que él solía caminar a mi lado y no delante de mi.
Chris y Nick en serio estaban haciendo lo posible por saber por él que me cuestioné si las razones de Matt para alejarse de ambos habían sido validas. Digo, ambos, sobre todo Chris era algo insufrible, pero de no importarles no estarían aquí. Tal vez cuando podamos saber de él y vea que los dos están haciendo de todo por él, puedan reconciliarse y limar las asperezas que cargan del pasado. Son familia y solo se tienen ellos tres. Siempre ha sido así, como dijo no hace mucho Chris.

—¿Quieres que te ayude? ¿Necesitas información? ¿Quieres que te haga la tarea? Lo que necesites, solo dime —insistió Chris con una enorme sonrisa que mostraba sus dientes blancos.
Puse los ojos en blanco y volví mi atención a mi ensayo que me encontraba escribiendo.
—No, no y no —respondí a cada pregunta de él.
—¿Sabes que puedo ayudarte? ¿O quieres que te haga un masaje? —me preguntó y en seguida elevé mi vista hacia él quien ya estaba por levantarse para hacerme el masaje.
—¡No! Solo déjame hacer mi tarea en tranquilidad. No hagas nada. —le hice saber y no aparté la mirada de él hasta que me cerciore de que regresaba a su asiento lejos de mi.
Volví a releer lo que acababa de escribir para poder recordar lo que estaba por continuar escribiendo. Una vez que aclare la mente y me dispuse a escribir la siguiente idea me detuve unos segundos y miré al techo como si buscara la respuesta. De pronto comenzó a toser, no una ni dos, sino cuatro veces seguidas y cada vez siendo más ruidoso. Volví mi atención a él lanzándole una expresión de reproche.
—¡Disculpa! Me estaba ahogando —recriminó elevando la voz.
—Cómo si pudieras morir —murmuré con sarcasmo y eleve las cejas.
—Para tu buena suerte que no —dijo en un tono meloso y después volvió a sorber fuerte a su Pepsi a propósito.
—Dime que no es la última Pepsi —le advertí.
Chris se mantuvo en silencio moviendo sus ojos hacia cualquier parte de la habitación excepto en mi, solo para después volver a dar un sorbo a la Pepsi.
—Tal vez —respondió inseguro.
Elevé mis manos hacia él como si fuera a ahorcarlo pero solo lo hice mímica mente en el aire mientras este se alejaba lejos de mis manos.
—¡Tu ni siquiera tomas soda! —le grité a lo que él abrió los ojos con terror y sorpresa.
—No se compara con beber sangre pero algo es algo mientras tanto. —se escudó mientras se encogía de hombros con despreocupación, aunque sabía que eso era mentira pues desde que había comprado 9 latas de Pepsi hace dos días, a él le dio por tomarse una por una con tal de fastidiarme hasta llegar al punto que me había quedado sin bebidas solo porque él no paraba de bebérselas.
Dejé la pluma sobre mi libreta y solté un suspiro lleno de cansancio. Sabía que Chris tenía una sonrisa burlesca que se asomaba por su inminente actitud fastidiosa que me impedía concentrarme.
—¿Sabes? Ya que estas tan dispuesto a ser bueno conmigo y ayudarme con lo que necesito —le dije y en seguida me levanté de la mesa haciendo destantear a Chris por mi actitud tan repentina.
De pronto su sonrisa se fue desvaneciendo conforme la mía iba creciendo cada vez más.

CHANGES [Matt & Chris Sturniolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora