Chapter Sixteen: The Triplets

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Mi mirada viajaba de arriba a bajo inspeccionando cada detalle de él. Físicamente era idéntico, pero su esencia era completamente diferente. Sus gestos, su forma de expresarse... Solo me mantuve cruzada de brazos sin quitarle la vista aunque lo pusiese incómodo, me importaba un carajo, tan solo necesitaba saber qué demonios estaba pasando.
¿Cómo era posible? ¿A caso era gemelo?
—Sabes, aunque me gusta sentir la mirada femenina en mi, la tuya comienza a perturbarme casi a molestarme.
—Si, bueno...ver a alguien idéntico a mi nov... amigo me perturba más a mi.
El chico enarcó una ceja lanzándome una mirada curiosa.
—Ibas a decir novio.
Me mantuve en silencio como en respuesta.
—Que público tan difícil. No sé qué te vio.
—¿Y tú eres? —le cuestione ignorando su comentario.
—Chris, su hermano —soltó con sarcasmo.
—¿Chris? Chris... —recordé cuando Matt mencionó aquel nombre— No sabía que Matt era gemelo.
Chris arqueó una ceja indignado.
—¿Cómo dices? ¿Qué a caso no eran íntimos? Pensé que eras su novia —comento con burla. Se notaba en su tono que era su intención molestarme— Cariño, es trillizo.
Abrí un poco mi boca y el nombre de Nick me vino a la mente.
—Chris y Nick...sus hermanos. —dije como si acabara de juntar las piezas del rompecabezas.
—¿En serio eras su novia? No parece que te tuviera mucha confianza —soltó sin miedo de ser burlesco.
—Lo qué pasa es que a él no le gustaba hablar mucho de ustedes —dije imitando su mismo tono— Casi siempre los omitía —agregue y la sonrisa burlona de los labios de Chris se esfumó.
Ahora solo me fulminaba con la mirada.
Era extraño ver el reflejo de los ojos de Matt en los de Chris y ser observada con tanto coraje que si pudiera estaría bajo tierra en un abrir de segundos.
—Como sea. ¿Dónde está? —preguntó mientras comenzaba a caminar en dirección a la casa.
Mis manos se relajaron y mi boca se abrió. Entonces comprendí que él no tenía conocimiento.
—¿Qué donde esta? Eso mismo te pregunto yo a ti —respondí.
Chris detuvo su paso al seco y giró sobre su talón mirándome con una expresión de confusión y como si me dijera con su expresión que me atreviera a repetirlo.
La preocupación se hizo presente y tragué grueso conforme vi como Chris caminaba de nuevo hacia mí como un animal acercándose a su presa.
—¿Cómo que no sabes dónde está? ¿Me estás engañando? Porque te juro que si...
—Yo creí que eras él. —le hice saber sin apartar la mirada.
Sus ojos azules reflejaron preocupación y confusión.
—¿No eras su novia a caso? ¡¿Qué le hiciste?! —me tomó de los brazos apretando su agarre.
—¡Nada! ¡Simplemente desapareció y no lo he vuelto a ver desde hace 3 meses! —exclame soltando un quejido ante el dolor que me provocaba su acción.
—Algo le hiciste. Él no se iría así de la nada. Matt no... no te dejaría —soltó esto último como si acabara de escupir algo desagradable.
Sus manos se relajaron y antes de que pudiera alejarse de mi, sus ojos azules se detuvieron en algún punto de mi cuello y en seguida, vi un destello de interés. Se acercó de nuevo acortando el poco espacio entre nosotros quitado de la pena y su mano simplemente jaló el collar que hacía colgado.
—¿Por qué demonios tienes su collar? —me cuestionó elevando la vista de nuevo a mis ojos.
—...No lo sé —respondí con firmeza y honestidad.
—Esto no te pertenece —dijo y sin más sentí un tirón de mi cuello.
De inmediato toqué donde se supone hacia el collar pero no sentí nada. Vi como la mano de Chris sostenía la cadena de plata entre sus dedos y fue ahí que mi coraje se hizo presente. Tal vez podía parecerse a Matt pero no era nada como él. No entendía cómo era posible que detestara a alguien con tan solo minutos de conocerlo. Quería golpearlo.
—¡Devuelve eso! —me abalancé hacia él con intenciones de arrebatárselo, claro que fue un fracaso pues Chris era más fuerte y ágil que alejó su mano de mi alcance.
—Esto es de Matt. No es tuyo —sentenció— Él jamás se lo quitaría y mucho menos para dárselo a alguien como tú.
—¡Chris! ¡Devuélvele el collar! —exclamó una tercera voz idéntica a la de Matt.
Ambos de inmediato miramos hacia la dirección de donde provenía.
Dios mío. De no ser por aquel aro de plata adornando en su nariz habría jurado que se trataba de Matt. No obstante, su forma de rostro aunque era idéntica a la de Chris, era menos definida pero su cabello aunque alborotado y corto, comprendí que no era Matt sino el tercero: Nicolás.
—Es de Matt —protestó Chris señalando la cadena en su mano.
—No me importa. Devuélvesela —repitió esta vez en un tono autoritario.
Por extraño que pareciera me dio la impresión de que se trataba del mayor aunque fuesen trillizos.
Chris lucia molesto.
—Si ella la tenía es porque Matt debió dársela. Devuélvesela —insistió y comenzó a caminar hacia nosotros.
—Sabes que él jamás se la quitaría y mucho menos para dársela a una chica —dijo como si quisiera convencer a su hermano.
—Tu y yo sabemos que hace mucho que dejamos de conocer a Matty. Él cambió. —le recordó a su hermano ahora en un tono más bajo y calmado que hizo que Chris bajara la guardia, y resignado me entregó el collar.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó su hermano.
—Creo que lo mismo que tú. Pero veo que... —hizo una pausa desviando la atención de Chris a mí— me has ganado. Hola. Soy Nick —se presentó con una sonrisa más amistosa.
Tragué grueso. De pronto me sentí intimidada al tener a ambos observándome.
Aunque Nick podía verse simpático, sabía que tras esa sonrisa se escondía un depredador que con su encanto atraía a su presa para desarmarla y después atacarla. Chris por otro lado era impulsivo, juguetón y sin miedo de mostrar su verdadero ser desde un inicio.
Por eso sabía que las personas impredecible eran con las que debía tener más cuidado.
—Theo —me presenté tratando de sonar serena y sin miedo.
Nick esbozó una media sonrisa.
—Sabes lo que somos. —afirmó y tan solo me mantuve callada.
No sabía que responder y aunque supiera, no sabría si abrir mi boca me ayudaría o lo empeoraría.
La cordura me llegó de golpe, no la sentí cuando salí de la tienda de discos corriendo tras de quien creía se trataba de Matt. Pero ahora que comprendía mi posición y todo se aclaraba en mi mente me di cuenta que me encontraba con las dos personas de quien Matt siempre me advirtió no acercarme por ninguna circunstancia. Claro que, al principio pensé que se trataba de alguien hablando de sus hermanos tras una fuerte pelea, de quienes solo conocía los nombre. Y por extraño que pareciera, jamás pensé que me los cruzaría en mi corta vida. Ellos no existían antes de esto. No había un rostro en mí mente pues eran irrelevantes por la manera y lo poco  que Matt habló de ellos. Lo poco que dijo aunque me dejó helada, él me prometió que jamás tendría la oportunidad de conocerlos en lo que restaba de mi vida, por lo que no debía de preocuparme de nada. Yo le creí. Y henos aquí. Cara a cara con las personas más sanguinarias.
—Y aún así estuviste con Matt —agregó Chris como si mirara a una cucaracha.

CHANGES [Matt & Chris Sturniolo] Where stories live. Discover now