XIII: Sports

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Eijiro podría fácilmente ser de los chicos más deseados y populares de la  escuela, aunque claro, ¿cómo no iba a serlo? no es sólo por el hecho de que es más guapo que la mayoría de chicos allí, ni el hecho de que sea amigable con todo el mundo, es el hecho de que es parte del equipo de baloncesto de la escuela, y tenía un novio bastante escandaloso.

—¡Eso es Ei, pateales el trasero a estos idiotas!—Katsuki Bakugou, novio de Eijiro desde hace más de un año.

Y nadie es capaz de comprenderlo. ¿cómo esos dos funcionaban tan bien? ¿cómo es el temible Katsuki cómo novio? ¿cómo es que Eijiro sigue vivo? ¿cómo es que Eijiro se ha fijado en la persona más explosiva y grosera de toda la escuela? ¿acaso es masoquista? Debe ser eso último, que a Eijiro le gusta que lo insulten, porque si no es el caso, no pueden entender cómo alguien como Eijiro Kirishima podía estar con alguien cómo Katsuki Bakugou, que era prácticamente su opuesto. Lo único que los une es su gusto por los deportes, aunque en ni siquiera en eso están de acuerdo, pues Eijiro juega baloncesto, mientras que Katsuki es de los mejores en el equipo de fútbol.

—¿Cómo puede ser novio de esa bestia?—Pregunta Sero, uno de los amigos de Ei, mientras ve a Katsuki gritar, animando a Kirishima

—El domador de bestias lo llaman.

—¡Eh!—Escuchan a Katsuki gritar una vez más.—¡Ese idiota ha empujado a mi novio, eso es falta árbitro!

Aún pese a todas las habladurías, son considerados la pareja más estable, duradera y linda de la escuela. Muchas no apostaban ni un duro por ellos, todos decían que durarían cómo mucho un mes. Pero ahora llevan más de un año, han demostrado que todos ellos se equivocaban.

Una vez termina el partido, Katsuki prácticamente aparta a todo el mundo para poder ver a su novio, y revisar que el contrincante que lo ha empujado no ha dejado ni un sólo rasguño en su rostro. A veces les sorprendía la forma en la que Kirishima parece estar teniendo al temible y grosero Bakugou comiendo de su mano. Más de uno desearía tener esa habilidad.

—¿Ese idiota te hizo daño? ¿quieres que lo mate?

—¡No, Blasty! estoy perfectamente. Además no pasa nada, de todas formas hemos ganado el partido.

—¡De todas formas pienso patearle el trasero a ese infeliz! ¡nadie empuja a mi novio!

Y Eijiro simplemente le sonríe, cómo si se tratara de una simple y divertida broma, mientras sigue caminando hacia los vestuarios para cambiarse. Antes de desaparecer de su vista, le grita a Katsuki, para que este lo escuche con claridad desde la lejanía.

—¿Cuándo es el partido de fútbol?

—¡Es mañana, a las 10!

—¡Ahí estaré!

Definitivamente, son la pareja más extraña que hubieran podido ver jamás. La gente en la escuela jamás dejaría de hablar sobre ellos, y más con esta clase de escenas que tan sólo demuestran lo diferentes que son el uno del otro. Eso tan sólo genera más dudas entre los estudiantes, ¿cómo dos personas literalmente opuestas pueden tener tanta compatibilidad? No logran encontrar ninguna cosa que tengan en común por mucho que lo intenten constantemente.

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Eijiro definitivamente no se comporta como Katsuki, ni muchísimo menos. Durante el partido de fútbol de su novio, no maldice —solo en voz baja— no amenaza a nadie del equipo contrario ni causa ningun tipo de escena, tan sólo lo anima, cómo haría cualquier novio amoroso normal y corriente, todos lo consideran tierno, y creen que Eijiro es el mejor novio de todos —no sólo por soportar por un año a Katsuki como novio— sino porque pese a todo, siempre es educado y respetuoso con todo el mundo, y obviamente amoroso con su novio, que parece quererlo más que a nada en este mundo. Aunque, es Eijiro Kirishima, ¿quién en su sano juicio no lo quiere?

Eijiro luce despreocupado según avanza el partido, no hace nada que llame demasiado la atención, no cómo Katsuki.

Aún así, una vez termina el partido Katsuki sale herido por culpa de un idiota, es el pelirrojo quien lo cuida.

Su grupo de amigos aún les cuesta ver a Eijiro y Katsuki de esa forma. Sin gritos de por medio, ni maldiciones, ni absolutamente nada que no sean cariñitos y mimos. Tan sólo Eijiro curando las heridas que le han hecho a su novio en el campo, nada más que eso.

—Son... incluso lindos.—Denki aún no sale de su sorpresa, pese a que lleva más de un año viéndolos de vez en cuando de esa forma.

—Sí, jamás pensé que diría esto, pero tienen química.—Hanta también los mira extrañado. La única que no parece ni un poco extrañada es Mina.

—Por supuesto que tienen química, chicos.—Mina rueda los ojos.—Los polos opuestos se atraen, ¿o nunca habían escuchado eso?

Sí, definitivamente tiene que ser eso.







Krbk month 2023 [Bakushima]Where stories live. Discover now