Krbk month 2023 [Bakushima]

XVIII y XIX: Dancing/Falling

Por fin, tras tanto tiempo siendo estudiantes en la U.A, se encuentran en su fiesta de graduación. Han sido los mejores años de su vida, debe decir, y el simple hecho de tener que dejar todo esto atrás lo hace sentir algo triste, realmente ha amado cada momento en la U.A, sobre todo a las personas que ha tenido la oportunidad de conocer, especialmente su gran amigo Katsuki.

La música estridente se podría escuchar a kilómetros de distancia, aunque sea buena, es algo insoportable para él, Katsuki nunca ha sido una persona que le gusten demasiado las fiestas, durante su adolescencia sólo iba cuándo estaba obligado a hacerlo, amargado podrían llamarlo algunos. Tanta gente bailando tan pegada es lo peor de todo, por eso, Bakugou rápidamente trata de escabullirse de la multitud en la pista de baile, y se sienta algo alejado en una silla vacía, con su licor en mano. Tranquilamente bebe, mientras ve a sus compañeros bailar, cada uno a su gusto, algunos descoordinados con el ritmo de la canción. Pronto, su calma se ve interrumpida cuándo uno de sus amigos se acerca a él.

—¡Kacchan!—Grita Denki, para que el mencionado pueda escucharlo por encima de la alta música.—¡¿Pero que haces ahí sentado, hombre?! ¡Vamos, sal a bailar!

—¡No quiero bailar!

Pero eso no importa cuando Kaminari ya lo ha tomado de la muñeca y lo arrastra consigo a la pista de baile de nuevo, su licor cae al piso, y él maldice en voz baja. Cuando están en medio de la pista, Denki comienza a bailar, pero a los segundos lo vuelve a dejar solo en cuánto ve que hay más ponche. Bakugou se queda ahí, en medio de la pista y sin mover ni un sólo músculo, ahora que el de quirk electrónico parece demasiado distraído con el ponche, decide que es su momento de huir. Y lo habría hecho, si no hubiera sido porque cuándo se gira alguien le toma las manos.

—¡Katsuki! ¿Lo estás pasando bien?—Le pregunta su mejor amigo, Eijiro, arrastrando algo las palabras.

—¿Estás borracho?

—No, sólo he bebido un poco. ¡Baila conmigo, Blasty, me encanta esta canción!

A él también le encanta, por lo tanto, tras una sonrisa ladeada y rodar los ojos —fingiendo que sólo lo hace porque no le queda más remedio— accede y comienzan a bailar juntos.

Ve como Eijiro baila felizmente esa canción, y le cuesta no fijarse en él en ese momento. Tal vez es porque para estas alturas de la noche, ya está algo bebido, o quizá es porque hasta ese momento en el que lo tiene tan cerca, jamás se había fijado en lo bonito que es realmente su amigo. Llega a descoordinar con Eijiro en algún punto, ensimismado ante el descubrimiento que ha hecho esa noche; Eijiro es lindo. Muy lindo. Sus ojos rojos que ahora brillan cómo un par de estrellas, su cabello de un intenso rojo que se mueve a su ritmo mientras baila, su sonrisa en zigzag que ahora muestra todos sus dientes afilados, es simplemente perfecto, y no entiende cómo tras tanto tiempo, lo acaba de notar ahora.

—¿Estás bien?—Pregunta el chico, mientras sigue bailando animadamente.

—¡Sabes que no me gustan las fiestas! ¡Hay demasiada gente!

—Podemos ir a otro lugar si quieres, por mí no hay problema.

—Vamos, realmente necesito estar alejado de tanta gente sudorosa y borracha durante un tiempo.—Le toma la mano con fuerza para que no se pierda en el gentío, y le es inevitable no entrelazar sus dedos, sintiendo una corriente eléctrica por todo su cuerpo cuándo lo hace.

Juntos, caminan hasta el jardín. Yaoyorozu ha dejado su casa para poder hacer la fiesta de graduación allí, es la mansión más grande que ha visto jamás. Se sientan en el jardín, al borde de la gran piscina.

—¿Ahora estás mejor?

—Sí.

Lo mira de reojo, sólo para comprobar si le sigue pareciendo tan bonito como hace unos minutos, o tan sólo ha sido ese momento. Pronto descubre que Eijiro es demasiado lindo, demasiado cómo para apenas haberlo notado esa noche.

Pasan toda la noche hablando y bailando juntos. Y Katsuki sólo sabe, que esa noche se ha enamorado de Eijiro.