XXI: Coffee Shop

141 26 0
                                    

El caliente de su taza de café le hace sentir calor inmediatamente, pese a que fuera hace mucho frío, demasiado para ser finales de Marzo, se supone que la primavera ya debería estar a la vuelta de la esquina, pero aún así, parece que estuvieran en pleno invierno. Y Katsuki odia el frío. Tras un largo día en la universidad, todo lo que le apetecía era una buena taza de café, y en cuánto vió esa cafetería inmediatamente entró.

Mira curioso el decorado y los trabajadores, mira de vez en cuando por las ventanas, viendo el cielo nublado amenazando con la lluvia. Es un local realmente tranquilo, tanto que comienza a aburrirlo. Pero de pronto, la campanilla de la entrada suena, y alguien al parecer muy alterado llega, cansado y con apenas aliento. Katsuki se gira a verlo, a la vez que el chico que le ha atendido, Denki —según un diminuto cartel que lleva colgado en su uniforme, ese es su nombre— se acerca al pelirrojo que acaba de entrar.

—¡Eh, Eijiro! ¿por qué tan alterado?

—¡Perdón por llegar tarde, Kaminari!

—¿Otra vez tuviste que salir algo más tarde de la universidad?—Inquiere Kaminari, a lo que el otro chico frenéticamente asiente.—¡No te preocupes por eso, Ei! ahora, ves a cambiarte.

El chico acata la acción al pie de la letra, caminando aún tratando de recuperar el aliento hacia algún lugar dónde pueda cambiarse de su comoda ropa al uniforme de la cafetería. Katsuki lo sigue con la vista, olvidando por completo su café que aún reposa en la mesa.

Puede que "Ei" llegara tarde al trabajo, cansado y sin aliento, pero aún así, Katsuki debe admitir que nunca había visto a nadie tan lindo cómo él. Podría decirse que aquel pelirrojo es atractivo, incluso Katsuki puede verlo.

◕◕◕◕◕◕◕◕◕◕◕

Durante las últimas semanas, Bakugou ha ido prácticamente a diario a aquella cafetería, con el único propósito de que sea aquel pelirrojo tan lindo quien le atienda. Lo ha estado viendo en la lejanía, por muy raro que eso suene, ha descubierto que su nombre es Eijiro, y cree que podría tener una especie de "crush" por ese chico. Quiere hablar con él, aunque sólo sea para indicarle que café quiere pedir, sólo así podrá morir en paz.

La campanilla de la puerta hace su característico —aunque algo irritante— sonido cuándo Katsuki pasa por la puerta. Inmediatamente, Kaminari se gira hacia él, saludándolo con la mano mientras sigue apuntando la orden de una pareja.

—¡Eijiro!—Lo llama Denki, a lo que él nombrado asoma la cabeza.—¡Atiende al nuevo cliente!

No sabe si agradecer a Denki por aquello o matarlo, pues aquel guiño que da en su dirección tan sólo confirma que lo ha hecho a propósito. Y es que a Denki no le costó mucho tiempo darse cuenta de lo atractivo que le parece Eijiro.

Unas semanas atrás

Cómo siempre, se encuentra en la cafetería de todos los días. Lleva más minutos de los que podría contar con sus manos leyendo el menú, fingiendo que no tiene claro que café pedir, varios meseros ya se han acercado a su mesa, dispuestos a apuntar su orden, pero él los ha rechazado a todos diciendo que aún no lo tiene claro, aunque ciertamente, va a pedir el mismo de todos los días. Pronto, el extrovertido Denki se acerca a él.

—¡Hola, Bakugou!—Exclama en forma de saludo.—¿Que vas a pedir?

—Aún no lo tengo claro.

—Bakugou, llevas más de diez minutos leyendo la carta. ¿Cómo no lo vas a saber aún? no sabía que eras tan indeciso.

Inevitablemente, su mirada va hacia Eijiro, quién amablemente está atendiendo a una señora mayor. Denki no tarda mucho en mirar hacia donde su mirada señala. Y una sonrisa pícara florece en los labios del mesero, junto a una suave risa traviesa.

—Ya veo, quieres que te atienda Ei...—Murmura Denki, lo suficientemente alto cómo para que él lo escuche.—Lo siento mucho, hombre, pero hoy tendré que tomar yo tu orden. Ei está ocupado, esa señora suele ser insufrible...

En tan sólo unos días, Denki se ha dado cuenta de su "discreta" atracción hacia Eijiro. Qué vergonzoso. Desde entonces, Kaminari siempre intenta que sea Eijiro quién anote su orden, en una forma de meterse con él y hacerlo pasar vergüenza, y ciertamente, lo consigue.

Actualidad

Denki no ha conseguido que Bakugou interactúe con Eijiro hasta ahora por supuesto. Sus nervios se ponen a flor de piel, por experiencia con sus antiguos enamoramientos, —que no han sido muchos.— sabe que los nervios lo dominan, tanto que suele decir cosas que en realidad no quiere decir. Tiene que tragar saliva cuando ve cómo Eijiro alegremente y con una sonrisa enorme en la cara se acerca hacia él.

—¡Buenas tardes! ¿que va a pedir?

—Me gustaría un café Macchiato, y si puede ser tu número de teléfono.

A eso se refiere cuando dice "que suele decir cosas que en realidad no quiere cuándo está nervioso" tiene que oprimir el deseo de taparse la cara con sus propias manos a causa de la vergüenza. Puede escuchar la risotada de Denki desde aquí, y jura que en cuánto tenga la oportunidad lo va a matar. Pronto escucha la suave risa de Eijiro, y levanta lentamente y aún avergonzado la mirada, viendo cómo Eijiro sonríe mientras termina de apuntar algo en su pequeña libreta.

—De acuerdo, un Macchiato y mi número de teléfono. ¿Algo más?

Niega con la cabeza al mismo tiempo que Eijiro se da media vuelta y se marcha, pronto, una mano se posa en su hombro, y puede ver cómo Denki le sonríe abiertamente, aguantando las ganas de echarse a reír en ese mismo momento.

—Hermano, eso fue genial.—Le dice

—Todo es tu culpa.

—¡Eh! yo no sabía que eras tan atrevido para pedirle su número de teléfono, creí que irías más lento.

◕◕◕◕◕◕◕◕◕◕◕

El café que ha pedido es dejado en su mesa por Eijiro. Su Macchiato está caliente aún, y justo cómo lo ha pedido. Planea disculparse con Eijiro por su atrevimiento, pero pronto, un papel es dejado justo frente a él, y no puede evitar sonrojarse cuando, efectivamente, ve el número de teléfono del pelirrojo apuntado allí.

—¿Sabes?—Comienza a hablar Kirishima, el rubio lo mira.—Los sábados estoy libre, así que, llámame.

Definitivamente, esa se ha convertido en su cafetería favorita.

Krbk month 2023 [Bakushima]Where stories live. Discover now