Krbk month 2023 [Bakushima]

XV: Pets

Siempre que salen del trabajo, van a un pequeño parque a las afueras de la ciudad. Nunca hay nadie a esas horas del día, dónde el calor domina el ambiente de una forma molesta y embriagadora. Pero si ellos dos no salen juntos a esa hora, entonces, ¿cuándo lo harán? aunque estén juntos y vivan bajo el mismo techo, no tienen demasiado tiempo para estar con el otro.

Ese día, Eijiro ha insistido en comprar unas hamburguesas para llevar, está completamente hambriento tras tantas horas en el trabajo, sin parar ni un solo segundo.

Mientras comen tranquilamente sus hamburguesas, comienzan a escuchar unos pequeños ladridos, suenan demasiado suaves, cómo si el animal estuviera llorando. A Kirishima inmediatamente se le encoge el corazón al pensar que puede haber algún perrito abandonado por aquí, por lo tanto rápidamente se levanta del banco, dejando su hamburguesa a medias en manos de Katsuki, y caminando hacia los matorrales, dónde el sonido cada vez se hace más y más fuerte. Mientras tanto, Katsuki tan sólo sigue a su novio con la mirada, atento por si el animal resulta ser agresivo y lo ataca. Eso no pasa, y todo lo que escucha es un sonido enternecido del pelirrojo, mientras se agacha.

—¡Katsuki, mira que cosita más adorable!—Exclama con una gran sonrisa, mientras comienza a acariciar la cabeza del pequeño perro, que casi de inmediato comienza a mover la cola con alegría.

—Ei, déjalo dónde estaba.

—¡Mira, no tiene collar! debe ser callejero, y el pobre estaba llorando, ¿nos lo podemos llevar a casa por favor?

—Ei, mejor hay que llevarlo a un refugio, nosotros no nos lo podemos quedar, no tendremos tiempo para él.

—¡Por favor! ¿en serio quieres que se vaya a un refugio? ¡míralo bien, es adorable!—Le acerca el perro a la cara al rubio, sólo para que este vea bien de cerca lo feliz que el perro parece ahora que está con ellos.

No puede evitarlo, siente algo de ternura en su corazón, y el hecho de dejarlo en un refugio y no en su casa con Eijiro lo desanima un poco, ya no le agrada tanto como antes.

—Está bien...—Suspira rendido.

—¡Bien!—Eijiro inmediatamente celebra por lo alto.—¿Has oído eso, chiquitín? ¡te vas con nosotros!

—Primero hay que llevarlo al veterinario.

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—El perro al parecer no padece de ningún problema de salud.—Afirma la veterinaria.—Pese a su tamaño, al parecer ha sabido cómo sobrevivir en la calle.

—Muchas gracias.

Katsuki paga todo lo correspondiente con la consulta, antes de que su novio, él, y el nuevo miembro de su "familia" se marchen de nuevo a casa.

—Blasty, ahora que lo pienso, deberíamos ponerle nombre, si ahora va a ser nuestra nueva mascota.

—¿Y que nombre sugieres?

—¡No lo sé, pensé que me ayudarías tú!

—Está bien, yo te ayudo...—Se queda pensando un momento.—¿Que te parece... Mico?

—¿Mico? no lo sé, no creo que le quede bien.—Katsuki se queda en silencio, mientras Eijiro comienza a pensar de nuevo.—¿Suki?

—Dime.

—No. Me refiero a que lo llamemos Suki.

—¡Oye! ese apodo ya era mío primero.

—¿No se lo puedes prestar cómo nombre?

—No, tú me sueles llamar Suki, así que el perro puede llamarse como tú quieras, excepto Suki o Kats. Esos son mis apodos.

—No sabía que eras posesivo incluso con los apodos.—Comenta divertido Eijiro, con una gran sonrisa, que lentamente se le contagia a él también. Eijiro es capaz de hacerlo sonreír en apenas segundos.

—Lo soy, y más si el que me ha puesto esos apodos has sido tú.

—Por favor, deja que se llame Suki. ¡Le queda muy bien!

Katsuki trata de negarse una vez más, pero los ojitos de cachorrito triste que le está poniendo su pareja no ayudan para nada. Finalmente, suspira de nuevo antes de decir.

—Está bien se llamará Suki.—Accede por fin el rubio.—Te tengo demasiado consentido, ¿sabías?

—Sí, lo sé. Pero ahora tendrás que consentir a otro, ¡porque Suki desde este mismo instante es nuestro hijo!